28;

1.2K 78 43
                                        

cinco años después

era hora de volver, de poder abrazar de nuevo a mi familia.

estaba en el aeropuerto buscando con la mirada a mi familia, mi papá y mi mamá a lo lejos también buscándome. me acerqué muy despacio, con un montón de emociones por dentro, y los sorprendí con un fuerte abrazo. había extrañado muchísimo a mis padres, me hicieron mucha falta.

-qué linda estás, sofi. -dijo mamá apretándome entre sus brazos.

-gracias mamá, los extrañé mucho.

-y nosotros a ti sofi, muchísimo.

nos abrazamos por varios minutos que se me hicieron eternos, hasta que escuché a alguien por detrás aclararse la garganta.

oh. había olvidado que había vuelto con mi novio y no lo había presentado aún.

en el lapso de tiempo que estuve en canadá, conocí muchísima gente, personas que realmente me cambiaron la vida y mi forma de pensar, me ayudaron a crecer. entre esas personas, mi novio. fue de las primeras personas que conocí, era español también. al inicio solo éramos amigos pero el sentimiento fue creciendo y creciendo hasta que se convirtió en algo más que una amistad. él siempre me ayudaba y me acompañaba, se convirtió en un gran amigo y un buen novio.

mis padres ya lo habían visto cuando hacíamos videollamadas y también habían conversado con él, dijeron que parecía un buen chico.

-mamá, papá. este es manu, mi novio. -dije señalando a manu.

-hola, mucho gusto. -dijo manu sonriendo y estrechando su mano con la de mis padres. muy formal.

-hola, manu. ¿qué tal el vuelo? ¿te quisiste lanzar del avión porque no aguantabas más a sofi? -dijo mi mamá y manu rió.

-no, no. sofía es una muy buena compañía, es divertida.

-está bien si dices que es molesta, sabemos que lo es. -habló mi papá. vaya familia que tenía, apenas llegaba y ya me estaban tratando mal.

yo reí y negué. -basta, vamos a casa.

nos dirigimos al auto y guardamos nuestras maletas, estuvimos media hora intentando idear una manera para meter cinco maletas en el auto, terminamos con dos maletas en los asientos.

miré los caminos nostálgica mientras mis padres conversaban con manu, al parecer manu se había dado cuenta porque apretaba mi mano y me sonreía de vez en cuando.

cuando finalmente llegamos, bajé y me paré en la acera, justo en frente de mi casa. se veía igual pero se sentía diferente. me dí cuenta cuando entré, el ambiente era cálido y muy acogedor.

-sofi ¿quieres que suba tus maletas? -dijo mi papá.

-no, no te preocupes lo hago yo.

-estás bien, vamos a comer.

durante toda la comida hablamos sobre todo lo que había pasado, sobre cómo nos habíamos conocido manu y yo, sobre cómo nos había ido en la universidad y un montón de cosas más. yo me ofrecí a lavar los trastes y manu me ayudaba.

-¿dónde dormiré? ¿puedo dormir contigo? -dijo manu guiñándome.

-reí. -no lo sé ¿crees que me dejen dormir contigo?

-no sé, son tus padres. -rió.

-no sé. ¿cuándo irás donde tus padres, por cierto?

-no sé, estaba pensando en irme ahora. ¿qué opinas? mi casa no está tan lejos, está a veinte minutos de acá.

-puedo decirle a mi papá que te lleve.

-no, ya no quiero molestarlos más. iré en un taxi. ¿puedo dejar mis maletas aquí por hoy?

-sí, está bien. -sonreí.

-está bien, entonces. mañana vengo por mis maletas y por mi chica eh. -dijo sonriendo y besando mi mejilla.

-reí. -está bien, déjame termino de lavar todo y te acompaño afuera.

cuando terminé y guardé todo, yo sola por cierto, porque manu odiaba hacer cualquier cosa que implique moverse, él se despidió de mis padres y salimos.

caminamos un poco para buscar un taxi en el que manu se pudiera ir.

-mañana te toca conocer tú a mis papás eh.

-oh no. espero que no me odien.

-no lo harán sofi, sabes que le caes muy bien a mi mamá y a mi papá igual. mis hermanos no importan pero seguro también les caes bien.

-reí. -eso espero, no quisiera que me odien.

-bueno, nos vemos mañana. vengo por ti a la tarde ¿si?

-está bien, me escribes cuando ya hayas llegado a casa.

nos dimos un corto beso de despedida y se subió al taxi. me miró por última vez y me sonrió.

caminé lentamente de vuelta a casa mirando cada casa con mucho detenimiento, todas parecían muy diferentes a cómo las recordaba.

miré a la casa de camila, no había hablado con ella en mucho tiempo. al inicio sí pero luego dejamos de hacerlo porque no teníamos mucho tiempo y así. la casa se veía exactamente igual a cómo la recordaba aunque no sabía si ella aún vivía ahí.

me confirmó totalmente que ella aún vivía ahí cuando ví a dario salir de casa con una bolsa de basura en la mano y un cartón en la otra. sabía que era él porque estaba idéntico, solo se veía un poco mayor y estaba más alto. él ni siquiera se percató de mi existencia, solo dejó la bolsa ahí y caminó de vuelta a casa.

dudé en si acercarme a saludar o si no debería, no sabía si me haría sentir incómoda el hecho de solo decir hola y después no tener de qué más hablar, no quería que me pasara eso. tomé todo el valor que tenía, respiré profundo y crucé la calle. caminé hacia la puerta y la toqué tres veces.

-¿en serio? ¡acabo de sentarme! -escuché la voz de dario.

la puerta se abrió y estaba él ahí, me miró algo extrañado.

-¿hola?

-¿he cambiado mucho? ¿ya no te acuerdas de mí?

-¡sofi! -dijo dario sonriendo y rápidamente me envolvió en un abrazo, no pensé que lo haría.

su abrazo me hizo sentir nostálgica, dario siempre fue como un hermano mayor para mí también.

-¿cómo estás? ¿cuándo volviste? -preguntó soltándome.

-sonreí. -llegué hoy.

-¿en serio? ¿por qué no avisaste? justo hoy estábamos hablando de ti cami y yo.

-¿en serio? ¿dónde está cami?

-adentro, pasa.

eastside ☽ ; bnetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora