Juguemos a que soy tuya

32

Janeth

Bajo las escaleras tan rápido como mis piernas me lo permiten, y salgo a lo que parece la recepción. La gente apenas si me mira, por lo que salgo con una calma fingida y con prisa sin mirar hacia atrás.  Cuando atravieso la puerta, apenas si me doy tiempo de dar un respiro. Trato de ubicar dónde es que estoy, pero no logro identificar el lugar. No sé por donde caminar, ni si me están esperando por otra salida, así que me quedo ahí hasta que siento como alguien me sujeta del brazo.
—¿Janeth? —dice una voz femenina. 
Cuando giro me encuentro con una mujer que trae unos grandes lentes negros. Tiene el cabello rubio, largo y los labios pintados de un tono piel mate.
—¿Qué haces aquí? —pregunta.
—Sean… Yo…
Siento como toma mi brazo, me jala a su lado y me hace caminar con prisa entre la gente. Intento no mirar atrás, seguirle el paso, mantener la calma, pero me es imposible.
—Sigue caminando —indica con urgencia—. Tenemos que alejarnos de aquí.
Asiento, obligando a mis piernas a moverse. Cuando parece que nos hemos alejado lo bastante, la mujer detiene un taxi y ambas subimos en él. Quita sus lentes negros, haciendo quela reconozca de la gala en la que estuve cuando conocí a Rick.
—Soy Selene —se presenta—. Necesito saber todo lo que sucedió en ese lugar.
Le explicó a grandes rasgos como Sean fue por mí, la llegada de una mujer mayor, como iban a hacer un trato con Matt, que dijeron algo sobre que Rick está muerto, y él como Sean me ayudó a escapar. Selene oculta el gesto de tristeza que atraviesa su rostro cuando le repito la disculpa de Sean, y se pone sus lentes para empezar a teclear algo en su celular.
—¿Qué haremos? —pregunto.
—Seguir con el plan —responde—. Teníamos que protegerte de Matt, no llevarte con él.
—¿Y Rick?
Siento su mirada encima de mí. Abre la boca, para decir algo, pero su teléfono empieza a sonar. Lo contesta, habla con monosílabos, cuelga y le indica al taxista una nueva dirección. Este gruñe por el repentino cambio de ruta, y da media vuelta.
—Te quedarás con Madame hasta nuevo aviso —indica.
—¿Rick de verdad murió?
—No querían que nadie interfiera—responde—. Y él lo estaba haciendo.
Ahogo el sollozo que sale de mi garganta. ¿Por qué quiso arriesgar su vida por mí?
—Quiero verlo —pido.
—No es momento —contesta—. Matt está pisando nuestros talones. Te necesita, Janeth. Eres su boleto de salida.
—No entiendo —la cuestiono—. Se suponía que me casaría con Matt. Él era quien me sacaría de ser dama de compañía.
—Él sólo te quiere por lo que puso a tu nombre para no perderlo todo —me explica Selene, molesta—. Lo metieron a la cárcel por desviación de recursos, Rick era su abogado y se enteró de lo que haría una vez que saliera.
—¿Por eso Madame me obligó a volver?
—Sí. Rick se ofreció a tenerte en su casa para ocultarte de su radar —concluye.
—¿Y Abby?
—Tuvo que irse.
El taxista se detiene frente a lo que parece un hospital. Selene saca un billete para pagarle, ambas salimos del auto y sujeta mi mano para que caminemos con rapidez. Gente viene y va. Otra se nos queda viendo, seguramente por cómo vamos vestidas. Selene se acerca al mostrador, da un nombre que no reconozco y me jala al frente.
—Estamos seguras aquí dentro —murmura—. Será el último lugar donde nos busquen.
—¿Cómo estás tan segura?
—Sean me lo dijo —habla y noto el nudo que se forma en su garganta—. Espero que esté bien.
—Yo también —digo—. Él impidió que me llevarán con Matt.
Selene suelta mis dedos al llegar a una puerta. Da un par de toques, oímos un leve "pase" y la abre. Al tener una vista completa de todo el cuarto, me lanzo sobre él para rectificar que si sea Rick.
—Pensé… —sollozo en su pecho.
Sus dedos se enredan en mi cabello y lo cepillan con ternura. Selene nos observa, melancólica, y nos avisa que hará algunos arreglos para seguir con el nuevo plan.
—Aún está muy débil —me avisa, antes de salir.
—Aún está muy débil —añade, antes de salir.
Me levanto del pecho de Rick para verlo. Tiene la barba crecida, el rostro cansado y sus ojos se ven más azules que de costumbre. Esboza una pequena sonrisa al verme, extiende su mano para tomar mi mejilla y la atrapo con la mía para entrelazar mis dedos con los suyos.
—Pensé que estabas muerto… —murmuro con la voz rota.
—Yo también —habla con la voz rasposa—. Si Selene no hubiera…
—Sean te traicionó —lo interrumpo—. Él me llevó con una anciana que conoce a mi madre, e hicieron todo un plan para que me encontrara con Matt, pero Sean me ayudó a escapar al darse cuenta que te habían herido…
El peso de lo que sucedió sale de mí con un sollozo ahogado. Rick pudo morir. Sean puede estar muerto. Matt me uso. Mi madre, la que pensé me había abandonado, seguramente también murió a manos de esas personas. Pienso en Madame. En las demás chicas. En el peligro que soy para todos.
—Tranquila —susurra Rick, limpiando mis lágrimas—. Vamos a arreglarlo.
—¿Cómo? —cuestiono asustada—. Estás herido. Y si saben que sigues vivo van a querer matarte. No quiero que te pase nada.
—Lo prometo —afirma, mirándome con intensidad—. Eres lo mejor que me ha pasado y no quiero perderte. Te amo, Janeth.
Su confesión me hincha el pecho. Vuelvo a lanzarme sobre él, y le doy un profundo beso. Sus labios se mueven con fervor sobre los míos. Siento sus manos pasearse por mi espalda, enredarse en mi cabello y sostenerme con fuerza para que no me aleje de su lado.
—Yo también te amo —respondo y lo abrazo, decidida a no dejar que nada le suceda.

***

Hola

Les pido una disculpa por la tardanza, pero tuve una serie de cuestionamientos sobre mis proyectos y JAQST entró en ese debate sobre si debía seguirla aunque ya no me gustará tanto el contexto de la historia o reeescribirla con los cambios que quería hacerle.

Dado las circunstancias actuales, voy a acabar la historia antes de que alguien decida continuarla o hacer adaptaciones sin mi permiso. Seguiré la línea original, y una vez que la termine volveré a subirla con una versión diferente para inscribirla a los Wattys.

Agradezco mucho su paciencia, sus ganas de seguir con la historia y el apoyo que le dan.

Trataré de subir un capítulo a la semana. 💜