39

3.5K 258 4
                                    

Janeth me ha dicho que va a casarse con Matt

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Janeth me ha dicho que va a casarse con Matt. 

La besé antes de que se fuera y supe al instante que lo está haciendo para ponerme a salvo, lo que me preocupa. Matt no es tonto, y sí liberarme es la única forma de mantener a Janeth a su lado lo hará. Después, cuando ella ya sea su esposa, vendrá a matarme. Lo conozco. Él no perdona traiciones.

Llevo rato esperando alguna señal desde que Janeth se fue. Pasa un poco de tiempo antes de que los hombres que me cuidaban regresen y me levanten para sacarme de ahí. Miro a mi alrededor buscando a Janeth, pero la cabaña está sola.

—¿De verdad lo dejaremos ir? —pregunta uno mientras salimos.

—El jefe dijo que sí, quince minutos.

Quince minutos, repito en mi cabeza. Sonrío divertido por la astucia de Matt y preparo mis piernas para correr lo más rápido que pueda. Tengo quince minutos de ventaja, luego vendrán tras de mi como dos perros cazando un zorro.

—¿Y luego?

—Si no se ha escondido... —Me mira y hace con la mano una pistola que apunta a mi frente—. Muere.

—De todas formas lo hará —dice el otro y salimos de la cabaña—. No entiendo porque hacemos esto.

—La chica pidió que lo soltara, y eso vamos a hacer —suelta el hombre bastante molesto—. Así que deja de hablar y ponte a contar.

El otro hombre mira su reloj, hace una seña y me liberan. Me quedó estático un par de segundos hasta que mis reaccionan y corro directo al bosque con la esperanza de que los árboles me cubran. No sé cuánto tiempo ha pasado, pero escucho un disparo que me hace tropezar. La adrenalina sigue en mis venas, por lo que no siento el frío ni el dolor de mis heridas. Pienso en alguna forma de esconderme, pero mis piernas solo quieren seguir corriendo. Llego a un punto donde he atravesado el bosque y llegado a un camino que cruzo. Ya no escucho ningún disparo, así que mi cuerpo se relaja, lo queme hace sentir la calidez de la sangre que ha salido de mis heridas. Caigo de rodillas justo a la orilla del camino y me siento pesado, tanto que no puedo moverme.

—¡Rick! —oigo y veo una silueta acercarse—. ¡Rick!

Sean me mira y aunque quisiera golpearlo mi falta de fuerzas me impide hacerlo. Lo abrazo, agradecido de que este ahí y cierro los ojos para permitirme descansar.

Una intensa luz es lo primero que veo. Mi cuerpo se siente adormecido, como cuando tienes un brazo acalambrado. Intento sentarme, pero una punzada de dolor recorre toda mi espalda. Oigo un grito, que identifico como mío y una mujer vestida de blanco se aproxima.

—¡Ya despertó! —grita—. Tranquilo, todo va a estar bien.

Sus ojos azules me miran fijamente. Siento su mano ponerse sobre mi hombro para recostarme lentamente y una vez que me ve más calmado, deja la habitación. Parpadeo lentamente para enfocar lo que tengo alrededor. Un cuadro de arte viejo, un espejo pequeño, muebles necesarios para una habitación personal y una ventana cubierta por una espesa cortina que apenas si deja entrar la luz del sol.

—Rick —me llaman. Giro la cabeza y veo a Sean—. ¿Cómo te sientes?

—Prefiría estar muerto —contesto—. ¿Cómo me encontraste?

—Selene —murmura y da un paso al frente—. Madame la llamó y le dijo que estabas en peligro.

—¿Y ella cómo supo eso?

—Janeth la llamó —avisa—. Y Selene sabía que estaba cerca de Matt, así que me llamó para avisarme. Iba camino a verlo cuando te vi salir del bosque...

—Me dejo ir —respondo—. Janeth va a casarse con él. No puedo permitirlo...

—Lo sé —dice y se sienta en la cama—. Aún hay tiempo, pero necesito que no te mueras.

Suelto una pequeña risa que alivia la tensión del momento y veo a la mujer de ojos azules entrar a la habitación. Me extiende algunas pastillas que tomo sin dudar y me siento en la cama.

—¿Por qué sigues con Matt? —le pregunto.

—Era la única forma de saber que sucedería con Janeth. —Sean suspira y me mira—. Tenía que redimir mis errores.

—Selene...

—Ella fue la que me lo pidió —me explica—. Me contó el plan que Janeth propuso y sabía que irías tras de ella, así que me dijo que volviera a ser socio de Matt.

—No la mereces, hermano —suelto, sorprendido de que Selene siempre está un paso por delante de todos nosotros.

—Me lo ha dejado bastante claro —ríe—. Voy a dejarte descansar.

Se pone de pie, mucho más relajado y deja la habitación junto con la mujer. Observo las heridas en mi torso, pienso en lo que estará pensando Janeth en este momento y me acomodo en la pequeña cama para soñar con ella.

Me siento mucho mejor. Mi cuerpo aún está un poco resentido debido a los golpes, pero mi voluntad de poner fin a esto es mucho más fuerte. Tener a Sean cerca también me ha sido de mucha ayuda. Sé que no estoy solo en esta misión de rescate y faltan un par de horas antes de que Selene se nos una.

—¿Nervioso por verla? —me burlo de mi amigo que no para de mirar por la ventana.

—Siempre lo estoy —suelta malhumorado—. Es Selene, la mujer de mi vida.

—Que traicionaste... Dos veces —le recuerdo.

Sean está a punto de decirme algo cuando lo veo bajar del carro. Yo me escondo detrás del asiento para que nadie me reconozca y lo veo alzar el brazo como cuando quieres llamar la atención de alguien. Lo pierdo de mi campo de visión durante un par de minutos hasta que lo veo caminar junto con Selene. Los dos suben, Sean prende el motor y se aleja rapidamente de ahí.

—¿Los viste? —la cuestiona.

—Sí, no se dieron cuenta de que estaba ahí—responde con toda la naturalidad del mundo—. Al parecer Matt se entero de la llamada.

—¿Janeth está bien? —pregunto en voz alta.

—Fue bastante lista. Le dijo a Matt que llamó a Madame para pedirle consejos sobre su matrimonio y que me avisara de la ceremonia. —Sonrie y me mira por el retrovisor—. La boda será mañana, justo al atardecer.

—Parece demasiado bueno para ser verdad —murmura Sean—. Hay gato encerrado.

—Con Matt no es de extrañar —afirmo—. ¿Qué haremos?

—Me dejan en el hotel, iré a hablar con Janeth y les aviso cualquier cosa —dice Selene—. Ustedes terminen el plan.

Sean asiente y maneja hasta el hotel donde Selene va a hospedarse. Ella baja, no sin antes darnos un celular que usaremos para comunicarnos y esperamos que entre al hotel para poder irnos. Estamos a punto de irnos cuando veo a la señora Perkins salir de ahí.

—Parece que Matt invitó a toda la familia —se mofa Sean y lo miro, preocupado por Janeth.

Juguemos a que soy tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora