41

2.7K 226 9
                                    

Matt no volvió a la habitación durante toda la noche, y yo casi no pude dormir por temor a que quisiera terminar lo que había comenzado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Matt no volvió a la habitación durante toda la noche, y yo casi no pude dormir por temor a que quisiera terminar lo que había comenzado. He tratado de fingir que lo que hizo no me afecta en absoluto, lo que ha sido bastante difícil. Debo mostrarme fuerte ante su sucio juego de poder. Es un hecho que sospecha sobre mis sentimientos y lo único que lo detiene es que no hay nada que me mantenga retenida a su lado... Al menos no de manera legal. Pero, sé que una vez casados las cosas van a ser muy diferentes y yo no podré seguir fingiendo que lo amo como antes.

Sigo recluida en mi habitación, hasta que escucho a un hombre avisar de la llegada de una mujer. Salgo para recibirla, pero Matt sujeta mi hombro y se mueve hacia el hombre, dándole una serie de instrucciones para hacer subir a nuestra invitada.

—¿Todo bien? —se gira para verme y sonríe.

—Tu dime —respondo firme.

—No voy a arriesgarme estando tan cerca —confiesa.

Cruzo los brazos, molesta por su intromisión y su obvia desconfianza. Le doy la espalda, vuelvo a la habitación y me quedo ahí hasta que anuncian a Selene. Matt la reconoce de inmediato, como si la hubiera visto antes y ella sin siquiera inmutarse lo saluda para después dirigirse a mí y felicitarme por mi gran boda.

—Era algo que estabas esperando —anuncia y veo como Matt se relaja—. ¿Ya tienes el vestido? Me encantaría verlo.

—Aún no —respondo.

—¿Qué esperamos? —Toma mi brazo y me jala a su lado—. Podemos caminar, buscar una tienda, dar con el vestido perfecto.

—Quizá Matt tenga algo planeado —añado.

—De hecho... —habla y hace una seña para que sus hombres nos rodeen—. Preparé algunos vestidos, solo que los han dejado en otra habitación.

—Perfecto, entonces vamos —acepta Selene y hace un ademán, indicándole que nos lleve.

Matt toma mi mano y caminamos hasta el elevador. Oímos el timbre que indica la llegada del mismo y justo cuando levanto la vista, me encuentro con mi abuela, que nos mira realmente feliz de que su plan haya salido a la perfección. Sale del elevador junto con mi padre y veo como Selene se introduce para detenerlo, mientras yo termino de asimilar lo que está pasando.

—¿No esperabas verme aquí? —se burla mi abuela—. Matt fue muy amable en invitarnos, desea que todo salga a la perfección.

—Janeth iba a probarse a unos vestidos —anuncia Matt, casi empujándome al elevador—. Pero, regreso para hablar con ustedes.

Ambos asienten con la cabeza, dan media vuelta y caminan hasta la habitación. Yo casi por instinto suelto a Matt y me alejo todo lo que puedo de él, asqueada por lo que ha sido capaz de hacer con tal de tenerme a su lado.

—No debiste invitarlos —escupo enojada.

—Debo hacer negocios —Matt me mira de reojo—. Ese acuerdo entre nuestros padres debe cumplirse.

Las puertas se abren y salgo antes de sentirme completamente asfixiada por la tormenta de emociones que me invade. Quiero salir de este hotel. Necesito aire libre. Necesito alejarme de Matt. Necesito volver a ver a Rick. Siento un tacto cálido en mi mano y veo a Selene acercarse a mí. Me sonríe, señala a Matt y ambas entramos a una habitación llena de vestidos de novia.

—Todo saldrá bien —susurra Selene en mi oído y me hace entrar.

Matt no dice nada. Se queda en la puerta un par de segundos y da media vuelta. Selene cierra la puerta, recorre la habitación buscando cualquier indicio de que podrían estarnos espiando y una vez que todo parece seguro, me abraza.

—Que alivio saber que estás bien —suelta y me derrumbo en sus pecho—. Oh, lo siento. No quería...

Acaricia mi cabello y me hace sentar en la orilla de la cama, encima de los vestidos vaporosos. Deja que llore hasta que no puedo más y suelta una leve risa que me hace sentir algo torpe.

—Ya no soy una novia tan atractiva —suelto sonando mi nariz.

—Estoy segura que a Rick le encantaría verte así —habla y mi corazón se siente menos pesado—. Gracias por llamarme.

—Necesitaba tenerte aquí —confieso—. Matt sospecha y...

Selene hace una seña de silencio. Se levanta de la camina para caminar hacia la puerta, se asoma por la mirilla y regresa hasta donde estoy.

—Hay un hombre afuera —avisa—. Debemos elegir un vestido y decidir que vamos a hacer.

Seco las últimas lágrimas que tenía en mis ojos, me levanto de la cama y empiezo a revisar cada uno de los vestidos. Son tan elegantes y ajustados que ninguno me convence. Necesito uno que me deje correr, alejarme de Matt cuando lo necesite. Selene lee mi mente y empieza a buscar hasta que damos con uno perfecto para nuestro plan no ideado. Lo tomo y voy al baño a cambiarme. Se hace un nudo en mi estómago cuando me veo reflejada con el vestido, sencillo a comparación de los otros que Matt ha mandado a traer debido a que no tiene ni un solo detalle en pedrería en el escote y la falda es lisa sin ningún plisado o vuelo. Suelto mi cabello, trago saliva y salgo de ahí para encontrarme con Selene.

—Vamos a impedir esto —murmura—. No dejaré que te cases con ese cabrón.

Sonrío triste, recordando a la Janeth de hace un año. Me sentía tan ilusionada con la idea de que iba a casarme que ahora, a nada del gran momento, me es difícil creer lo mucho que he cambiado en estos meses. 

Juguemos a que soy tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora