Corría tan rápido como sus piernas le permitían.
El clima frío lastimaba su nariz y su garganta a cada bocanada de aire que daba.
Iba cuesta arriba por el gran bosque, cosa que le exigía mucha más fuerza.
Parecia no haber escapatoria.
El sonido de las hojas secas bajo sus pies a cada paso, su aroma, su jadear, todo la delataba y ponía a sus cazadores mucho más cerca a cada segundo.
Vio entonces un árbol inmenso y con él una esperanza.
Se lanzó sobre su tronco y se aferró a él de manera salvaje luchando por treparlo rápidamente.
Podía escuchar los pasos de sus perseguidores cerca.
Los escuchaba.
Los olía.
Los sentia.
Rama tras rama subió por el árbol intentando llegar a una altura que la pusiera lo suficientemente a salvo, pero de repente, sintió claramente como con gran fuerza era tirada por la pierna izquierda.
Gritó y luchó por safarse, intentando patear a su captor pero era inútil.
Calló al suelo y rodó un par de metros dejos de aquel árbol y a penas miró sobre su espalda, vio como una de las fieras que la perseguía se lanzaba sobre ella con las fauces abiertas y las garras afiladas.
No pudo hacer más que cerrar los ojos y aceptar su destino.
Escuchó un golpe seguido de un chillido.
A rió los ojos de nuevo y se encontró con un desastre...
Una fiera mucho más grande y de hermoso pelaje blanco destrozaba uno a uno a aquellos que hace un momento la habían estado cazando...
El mido se apoderó de ella con aún más fuerza...
Había tanta sangre...
Solo escuchaba gruñidos, bramidos, gritos desesperados y el sonido de los colmillos haciendo pedazos lo que encontraba...
Se arrastró apresuradamente intentando alejarse de aquella masacre pero algo la tomó por la nota nuevamente, arrastrándola cuesta a bajo.
Luchó con toda la fuerza que tenía y con una patada acertada logró safarse. Se dio media vuelta sobre su espalda para enfrentar a su captor y justo cuando lo vio dispuesto a saltarle encima, la misma criatura blanquecina, esta vez pinta en carmín saltó frente a ella interponiéndose entre el cazador y su presa...
No podía recordar nada más.
Lo siguiente en su memoria fue que luchaba por despertar.
Sus párpados parecía. Pesar una inmensa tonelada al igual que el resto de su cuerpo...
Con todas sus energías, abrió los ojos poco a poco luchando también por despertar sus sentidos...
Miro a su alrededor y desconoció todo...
Olfateo el aire y tampoco le era familiar...
En donde estaba??
El pánico se apoderó de ella dando una descarga de adrenalina que hizo reaccionar a su cuerpo entero.
Se levantó de golpe de donde estaba y se encontró en una habitación relativamente pequeña, con una chimenea y una cama en la que yacía además de un pequeño baúl al pie de esta en donde había mantas dobladas, una jarra con agua, un vaso de vidrio y algunos artículos de curación basicos....
Estaba a punto de entrar aún más en pánico cuando la puerta de la habitación se abrió de golpe haciéndola soltar un grito ahogado y dar un salto.
Miro a quien había entrado a la habitación y luchó por encontrar algo familiar en el... Nada.
Jamás lo había visto y solo se le quedó viendo esperando que dijera algo pero eso no sucedió...
Sin embargo, no cabía duda que era el hombre más terriblemente aterrador que hubiese visto: su mirada era fría como el hielo, aún cuando sus ojos eran de un color cálido como el ámbar; era por mucho más grande y corpulento que ella. Cabello platinado, facciones perfectas y piel helada...
Se sintió temblar con su sola presencia...
-------Q...qui...quien es usted?-----Preguntó a penas capaz de articular palabra.-----Q...que estoy haciendo aquí??
--------Yo, soy Taisho Sesshomaru...-----Respondió el hombre y su voz era tan profunda que a ella le dieron escalofríos. ------Y no tienes nada que hacer aquí. ------Sentenció.
A la memoria de la joven llegaron las imágenes de lo acontecido hacia no sabía cuánto tiempo.
Recordó a aquella criatura blanca que había evitado que fuese devorada... Recordó su aspecto, su presencia, su aroma... Se dio cuenta de que lo tenía enfrente.
------Usted...usted me salvó la vida...
-------No. No lo hice. ------Respondió tajante. -------Esos bastardos estaban en mi territorio.
-------Igual que yo. Y aún así sigo viva....
------No pierdo mi tiempo matando débiles.
--------Débiles?! Piensa que soy débil?!
-------Cierra la boca!!-----Le reprendió. -------Ya tuve suficiente. Lárgate de una vez.
La joven tragó pesado y un escalofrío recorrió su cuerpo...
------Q...que me vaya?
-------Eres sorda?! Si!! Lárgate de aquí antes de que se me acabe la paciencia y te mate como a tus compañeros!
-------Ellos estaban cazándome!
------No es mi problema! No puedes estar aquí. Estás MUY lejos de tu territorio y lo que es peor para ti, estás en el mío.
------S...su...su territorio?? Entonces... Estoy..estoy en el territorio de los lobos blancos?!
-------Tu qué crees?!
------Dioses...------Expresó y luego miro con suplica en los ojos al peliblanco frente a ella. ------Por favor, no puedo volver... Me matarán.
-------No me importa...
------Por favor!! Se lo suplico!! No lo entiende...
------Ya cállate! Así como lo veo, tienes dos opciones: largarte de aquí y morir a manos de tu propio clan ó quedarte, joderme y morir por mis propias manos.
------Hágalo!! Adelante, máteme!!! Prefiero que lo haga usted!a, a fin de cuentas, nuestros clanes siempre se matan entre sí, pero no voy a morir a manos de mi propio clan!!
------Por qué te perseguían? Que es lo que hiciste??
------Nada! Yo no hice nada...
------Mientes....
------Claro que no! -----La joven comenzó a llorar. Se hizo orilló acercando sus piernas a su cuerpo mientras permanecía sentada.------ Mataron a mis padres... Ellos sólo querían protegerme...querían matarme...
-------Por qué?-----Exigió saber él.
------Porque...porque soy una no cambiante. -----El rostro del peliblanco mostró asombro por un instante y luego volvió a su estado serio...------Así que si, soy débil. Soy un lobo que no puede cambiar de forma. Para mi clan valgo nada. Eso era o que quería escuchar?? Quiere matarme? Hágalo. Que más da?
Lo escuchó comenzar a gruñir mientras empezaba a caminar hacia ella.
Sintió un profundo miedo y se replegó más hacia atrás sobre la cama hasta topar con la cabecera, el la siguio de cerca y la acorraló al final, mirándola a los ojos fijamente con expresión severa...
-------Fuera de aquí. -----Le sentenció levantándose de golpe y saliendo de la recámara dando un portazo.
