De vida o muerte...

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Finalmente llegaron a la cabaña del cazador.
Entraron apresuradamente y la anciana cerró la puerta con llave; dio media vuelta en busca de Rin, hallándola de rodillas en el suelo, aferrándose a la mesa central del recibidor...

-------AAAAAAAAAAAAAHHHHH!!!! -----Gritó la joven presa de su inmenso dolor.

-------Rin...------Llamó la anciana arrodillándose a su lado. -------Respira, ya estamos seguras...

-------OOOOOUUUUUUGGGHHHH!!!... YA VIENEN!!

-------Está bien, linda. Es seguro ahora. No los retengas más, van a estar bien. ------La anciana le quitó el abrigo de encima a la joven hembra.-------Quieres comenzar a pujar ahora?

Rin negó con la cabeza...

------No...-----Respondía agitada.-----Aquí no... No me siento cómoda ni segura.------La castaña respiró profundamente y eventualmente, se levantó del suelo de forma lenta y pesada.

La anciana se hizo a un lado, dejando el paso libre para que Rin pudiera ir a donde ella quisiera, sabiendo que sus instintos la llevarían a donde fuera seguro y adecuado para el nacimiento de sus hijos.

Kaede la siguió entonces hasta una habitación un tanto oscura pero cálida al fondo y debajo de la casa. A la anciana le dio la impresión de ser una habitación de pánico.
A penas llegó a la puerta de aquella habitación, la joven fue azotada por el dolor nuevamente, haciéndola caer sobre sus rodillas...

--------OOOOOOOAAAAAAAAHHHHH!!!-----Gritó.------- DIOS!!....YA...YA ES HORA!!! -------Rin se arrastró dentro de la habitación, deteniéndose cerca de una esquina.-------OOOOOOUUUUUGGGHHHH!!!! YA VIENE... VIENE EL PRIMERO!...

------Está bien, cariño...-----Consolaba la anciana acercándose con sigilo a la joven hembra. ------Escucha, debo ir a buscar algunas cosas, de acuerdo? Puedes esperar?

La castaña negó con la cabeza...

------No... Ya viene...OH DIOS!!!...YA VIENE!!!

Antes de que la anciana que la asistía pudiera decir algo más, la joven hembra se tensó con gran fuerza, sujetando sus prendas que caían sobre sus muslos con tanta fuerza que sus dedos palidecieron, dando así un primer empujón con tanta fuerza como podía....

-------Eso es, Rin...tú puedes.-------le animaba la anciana, siendo prudente en su distancia, sabiendo que los instintos de la castaña le impedirían estar demasiado cerca, a menos que algo malo sucediera....

--------NNNNGGAAAAAAAAHHHHH!!-----Soltó Rin finalmente...-------Vi...viene muy rápido...!!!

-------Es normal, cariño. Son muy pequeños y llevas en trabajo de parto un largo tiempo. ------- De la misma forma sigilosa, la anciana se puso de pie y retrocedió sobre sus pasos. ------Iré por algunas cosas necesarias. Voy a dejarte un momento, pero volveré tan rápido como pueda....

-------UUUUUGGGHHH....------Volvió a quejarse Rin, cuando una nueva contracción se acumuló sobre ella...-------Por favor...no tarde...

Kaede asintió y acto seguido, salió corriendo de la habitación, escuchando resonar a sus espaldas un nuevo grito por parte de la parturienta...

La joven humana dio todo lo que tenía en contra de sus atacantes.
Ahora no sólo tenía a un lobo encima, ni a dos, sino a tres.
Tres enormes bestias que luchaban por poseerla a la vez que intentaban llegar a la habitación de baño, en donde sus sentidos les gritaban que se encontraba el joven hijo que la mujer protegía.

Les hizo daño con el cuchillo lo mejor que pudo, haciéndolos sangrar y ser más torpes en sus movimientos, sin embargo, ninguna herida era gravosa y las criaturas seguían intentando terminar de someterla.
La pobre mujer comenzaba a desesperarse y preocuparse; cada vez que se aseguraba de que los lobos no lograran llegar a la puerta del cuarto de baño, acababa por descuidarse a sí misma, siendo, posteriormente, de brutales zarpazos, mordidas y tirones por parte de las despiadadas bestias que la atacaban...

El cuchillo con el que a penas lograba defenderse, le fue arrebatado finalmente y las tres fieras procedieron a lanzarse sobre de ella para someterla de una vez; uno la sujetó por las piernas, clavando sus afiladas garras en sus muslos, otro tomó sus brazos y el tercero se posó sobre su frágil y mal tratado cuerpo, mirándola a los ojos y gruñendo furioso...

-----Basta...------Lloró la agotada y aterrorizada mujer recurriendo a las súplicas...-------Por favor... No lastimen a mis bebés...

El lobo que estaba sobre ella rugió y le mostró los colmillos con furia.
Pasó a olfatearla de manera deliberada, empezando por su cabellera castaña, su cuello, su torso y deteniéndose en su bajo abdomen...

La bestia gruñó entonces y alzó la vista a la mujer con profundo enojo...

------Por favor...------Lloraba la humana, suplicando por la vida de su aún no nacido hijo...--------No lo lastimes...

La bestia volvió a gruñir con ira, haciendo gritar a la mujer presa del miedo; alzó una de sus patas y justo cuando estaba por asestar un zarpazo letal a la frágil humana, un cuarto lobo que apareció de repente, se le lanzó encima, lanzándolo contra una de las paredes de la habitación y haciendo lo mismo con los otros dos intrusos...

Sango se apresuró entonces del otro lado de la habitación, justo en la puerta cerrada del baño privado y observó a los cuatro lobos oscuros empezar a luchar a muerte.

Una de las bestias aprovechó un segundo de descuido y se lanzó nuevamente sobre la mujer, sin embargo, la bestia que la defendía, se apresuró y de una mordida, lo hizo a un lado, pasando a posarse justo frente a ella, actuando como una muralla para protegerla...

-------Eres un maldito y asqueroso traidor, Miroku!------Habló uno de los lobos a aquel que ya resguardaba a su compañera humana. -------Pensamos que estabas muerto!!!

------Nos traicionaste!-----Bramó otro. ------Te apareaste con una humana!!-----Reclamó fúrico.

-------VÁYANSE!!------Ladró la bestia de Miroku mostrando sus fieros dientes. ------- Si se le acercan otra vez, los voy a hacer pedazos!!!

-------Eres un cobarde....-------Gruñó el tercero mal herido. ------- Sabes lo que le hacemos a los cobardes en nuestro clan....

Las cuatro bestias se mostraron los colmillos y ante los ojos de la humana, chocaron nuevamente librando una batalla de tres contra uno y cuya apuesta era la vida misma...

MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora