Epílogo. (Parte 2).

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La luz del sol ya era más baja cuando Kohaku terminaba de limpiar los platos sucios en el fregadero.
Dejó el último plato en el escurridor y mientras secaba sus manos con una pequeña toalla miró hacia la sala de estar, en donde Rin permanecían sentada en el sofá leyendo un libro, mientras un montón de niños permanecían acostados a su alrededor profundamente dormidos: dos sobre el sofá a sus lados, con sus cabezas sobre sus piernas, uno sobre el sofá individual y los dos ajenos sobre un montón de mantas y cojines que estaban en la alfombra frente a la chimenea.

------- Te ayudo a llevar a los trillii a su habitación? ------ preguntó amablemente el joven cazador.

-------- No deberías llevar a Seth y Amida con tu hermana??? La pobre pensará que los secuestramos.

------- A penas debe de estar saliendo del trabajo. Anda, vamos. Llevaré a los trillizos a la cama, luego llevo a mis sobrinos, bien?

------- Gracias, Kohaku. ------ le expresó Rin con dulzura.

El joven tomó primero a los dos mayores y los llevó a su cuarto, después volvió por el tercero, lo arropó y regreso a la sala...

------- Listo. Iré a llevar a Seth y a Amida. Vuelvo en un momento, lo prometo.

------- Está bien. No te preocupes. ------ lo tranquilizó ella.

Kohaku tomó entonces a los dos hijos se su hermana, Rin le abrió la puerta y así, se marchó.

La joven castaña se quedó sola en la cabaña. Suspiró un tanto pesado y luego se dirigió a la alcoba de sus hijos.
Abrió la puerta con sigilo y entró a paso inaudible...
Se acercó a la primera cama y acarició el cabello de su primer hijo, fue hacia la segunda e hizo lo mismo con el siguiente cachorro, después, fue a la tercera camita y también acarició al pequeño que dormía su siesta ahí.

------- Mis bebés hermosos... ----- murmuró con afecto inmenso.

Salió de la alcoba y volvió a la cocina, justo al lado del fregadero y comenzó a secar los trastes limpios y pese a que estaba muy once tirada en eso, sintió claramente la presencia de quién se aproximaba a la casa, escuchócuando la puerta se abrió y sintió sus pasos cada vez más cerca de ella, sin embargo, continuó con lo que hacía sin siquiera mirar de reojo.

Fue entonces que no tuvo más remedio que dejar todo, cuando él estuvo justo detrás de ella, incluso poniendo un poco de su peso contra su frágil cuerpo, apoyando una de sus manos contra el mueble de la cocina y llevando su otro brazo a rodearla con firmeza, poniendo su mano sobre su vientre redondeado y apretando un poco aquel agarre para sujetarla más hacia sí

------ Huummn... ------ se quejó Rin con regocijo. ----- Mi señor...

Él pegó su cabeza a la de ella, inhalando profundamente para tomar el aroma de su cabello...

------ Apestas a humano.

------ Bueno... ------ sonreía ella. ----- Ya sabes cómo quitarlo...

El recién llegado le dio media vuelta a la mujer oscura, la tomó con fuerza de las piernas y la levantó.
Caminó hasta la barra del desayunador y dejó a su compañera ahí, metiéndose entre su piernas...

------- Ah, dios... ------ Jadeó Rin mientras le permitia a su compañero acercarse a ella. ----- Ya te extrañaba.

------- Perdón por dejarte tanto tiempo.

-------- Descuida... Ya estás aquí.

Él se acercó a ella y tomó sus dulces labios en los suyos...

------- Te amo, Rin...

------- Y yo a ti, Sesshomaru.

El momento fue interrumpido de repente por el cazador que abrió la puerta de la cocina para entrar...

------ Ya volví...!!!!

No pudo hacer nada más.
El gran lobo blanco se reflejó en el rostro de Sesshomaru, lanzando un bramido furioso mientras le mostraba los colmillos al humano...

----- AAAAAHHH!!! POR DIOS! YA ESTA AQUÍ!!!!

El gran macho estuvo a punto de saltar sobre el joven castaño, sin embargo, su hembra lo sujetó y lo pegó hacia su cuerpo para calmarlo mientras Kohaku salía de nuevo de la cabaña y cerraba la puerta...

------ Tranquilo! Tranquilo... ------- Calmaba ella a la bestia furiosa. ------ Gracias por todo, Kohaku!!! ------ Gritó a su amigo para que pudiera oírla.

------- Por nada!!! ------ Respondió el joven cazador mientras ambos lobos podían escucharlo alejarse a toda prisa de la cabaña.

-------- Ya, tranquilo, mi amor...------ calmaba la hembra a su compañero, quién de repente, tiró con fuerza de ella, pegándolo más hacia sí y haciéndola sentir su hombría endurecida. ----- Calma... ------ el macho levantó el vestido de la castaña e hizo razguños superficiales en sus muslos. ------- Por favor... Solo ten cuidado... ------ El lobo blanco comenzó a gruñir bajo y suave, casi en un ronroneo mientras pasaba a levantar más el vestido de Rin, descubriendo al poco tiempo su abdomen para poner suaves y dulces besos en él y caricias con su nariz.

------ Gracias, Rin.

------- Por qué me agradeces?? ----- se rió ella.

------ Por haberte quedado.

------ Humn...---- suspiró acariciando la cabellera platinada de sj compañero. ------ Gracias a ti.




Fin.

MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora