Celo. (Parte 2)

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Despertó temprano,muero no se atrevió a salir si quiera de la cama en varias horas.
Se armo de valor cuando no pudo escuchar nada. Cuando la casa parecía estar vacía.

Se levantó y fue hacia la puerta; su corazón dio un vuelco al verla casi destruida... Tenía grietas por todos lados y se había astillado; incluso había un agujero en el medio y marcas de rasguños lo rodeaban.
Tragó pesado y abrió la puerta casi infartándome nuevamente al percatarse de que el cerrojo estaba prácticamente destruido...
Si la bestia hubiese insistido un poco más, habría entrado después de todo.

Suspiró con alivio y después, a paso sigiloso y lento, en parte también porque su herida no había sanado del todo, comenzó a recorrer la casa en busca de algún rastro del peliblanco.
No había nadie.
Sentimientos encontrados vinieron a ella nuevamente. En parte estaba aliviada de no tener que encontrárselo ya que temía que estuviera en un estado tan bestial como el de la noche anterior, pero por otra parte, había esperado con todas sus fuerzas encontrarlo a penas salió de la recámara.
Su cuerpo y sus instintos seguían pidiéndolo con gran fuerza y algo en el interior de ella le decía que no iba a soportar mucho más tiempo.

Decidió tomar una ducha, sintiéndose algo sucia después de la mala pasada que su cuerpo le hizo a noche.
A penas estuvo limpia, se cambió de ropa, nuevamente con algo holgado, cómodo y abrigador, después fue directamente a la cocina, dispuesta a desayunar.
Moría de hambre y se puso manos a la obra cocinando todo lo que su exigente estómago le pedía.
La duda de si el Taisho habría desayunado antes de marcharse a donde sea que se hubiese ido surcó su cabeza... Probablemente no; así que optó por cocinar para el también, después de todo y a pesar de que él no había sido precisamente hospitalario con ella, había sido ella misma la que prácticamente había irrumpido en su casa y en su vida misma... Él había sido tan tolerante como había podido y era obvio que no era precisamente una persona tolerante.

Terminó de cocinar y se sentó a la mesa para desayunar en solitario mientras esperaba que su anfitrión volviera y justo cuando comenzaba a preocuparse por su paradero, escuchó un ruido que identificó como el del auto entrando a la cochera.
Se levantó de la mesa y se asomó por el ventilan cerca de la puerta, el cual tenía las persianas abajo; vio al peliblanco bajar de su auto y a penas lo vio, notó que estaba lleno de sangre.
Había sangre en su rostro, principalmente en su boca y pese a estar dentro de la casa, podía olerla impregnar sus ropas.
El miedo la recorrió por un momento hasta que lo vio sacar varas bolsas de tela gigantescas de la cajuela para después meterlas a un cobertizo cerca de la casa. Pudo identificar el olor del contenido de aquellas bolsas como venados; el Taisho había salido de cacería.

Se retiró de la ventana y entonces lo escuchó llegando a la puerta, ésta se abrió al poco tiempo y ambos se encontraron frente a frente de manera seria...

------Ho..hola...-----Saludó Rin rompiendo al fin aquel profundo silencio.-------Es...estás bien?

-----Si. -----Respondió el cerrando la puerta con seguro y luego volviendo a mirarla. -------Desayunaste?

-------Si... Preparé algo para ti también...No sabía si habrías desayunado antes de irte...

------No tengo hambre. -----Dijo el tajante y descortés, pasando a la joven para empezar a salir de la sala de estar...

-------Oye, aguarda!-----Pidió ella y él atendió, deteniendo su paso y mirándola por encima del hombro...------Yo solo... Quiero decirte que lo siento. Lo he estamos pensando y...Seguramente te he causado muchas molestias... Juro que no era mi intención meterme en tu territorio y además de todo quedarme en tu casa, pero...no sabía que más hacer y...como sabes...nunca he celado en mi vida...estoy muy confundida y muy asustada...------La joven confesaba con la cabeza baja y lágrimas ácidas comenzaron a bajar los su rostro. ------En verdad lamento darte tantos problemas... Sé que no querías esto, yo tampoco lo hubiese si quiera pensado... Pero ahora estoy aquí y.., te prometo hacer todo lo posible para no darte problemas...no saldré mi habitación más que...más que para...ya sabes...acoplarme contigo, si eso es lo que quieres... Solo...solo quisiera pedirte un último favor...por favor...si no es mucho pedirte, podrías ser gentil la primera vez? Sé que suena tonto y patético, pero no era así como esperaba acoplarme la primera vez...ni siquiera sabía que tendría que hacerlo pronto, pensé que podría elegir el cuando y con quién y ahora estoy asustada. No sé qué hacer. No sé como será ni que esperar... Por favor... Solo por esta ocasión, se considerado, si? Es lo único que te pido...

MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora