Cortas llegadas y largas despedidas. (Parte 1).

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------ Por favor, hermana. Solo quédense aquí. Estarán a salvo, no tardaré.------ Suplicaba el joven cazador a su hermana mayor mientras está se mantenía aferrada a su hijo y era oculta por su hermano en un sitio un tanto apartado dentro del bosque.

------- No, Kohaku, por favor no te vayas!! No nos dejes!! ------ Suplicó la mujer castaña mientras las lágrimas no dejaban de empapar su rostro sucio y rojizo.

-------- Tengo que ir a buscar al señor Sesshomaru y a Rin. Te prometo volver pronto, hermana...

-------- Harás que te maten!! No lo entiendes??! No quiero perderte! No a ti!!

------ Sssht... Hermana...------- Consolaba el muchacho arrodillándose frente a su hermana y tomando su rostro entre sus manos. ------ Tranquila... No va a pasarme nada, de acuerdo?? Te lo prometo. Te juro que voy a regresar y cuidare de ti y de mis sobrinos, lo prometo. Solo... Por favor, quédense aquí y no hagan ruido. Te juro que volveré.

Sango miró a los ojos a su amado hermano. Sus ojos ya desbordantes de lágrimas derramaron muchas más.
Soltó un sollozo y se aferró a Kohaku en un fuerte abrazo mientras su pequeño hijo permanecía en medio de ambos, llorando igualmente desconsolado sin saber que era lo que ocurría.

------- Lo siento...------- expresaba Kohaku finalmente llorando también. ------ Lo lamento mucho, hermana...

------- No tardes, por favor... ------ Suplicó ella.

------- No lo haré...----- aseguró él separándose de su hermana y mirándola al rostro. ------- Volveré pronto, hermana, te lo prometo. ------ El joven miró al bebé que su hermana sostenía, acarició su joven rostro lloroso y se inclinó para besar su cabecita.------- Tranquilo, Seth. Ya vuelvo.

Dicho aquello, el cazador tomó su arma y acto seguido, salió corriendo por el bosque, perdiéndose entre las luces y las sombras.

-------- OOOOOOOOOAAAAAAAAAAAHHHH!!!!!!!

Resonó en lo profundo de aquella cabaña en las entrañas del bosque y casi al mismo tiempo, el pequeño y acuoso llanto de un recién nacido se hizo oír también....

------ Lo hiciste. Lo hiciste, hermosa Rin!! ------ Sonreía la anciana Kaede, mientras asistía a la cría que la joven castaña acababa de parir. ------- Es otro hermoso niño! Es un varón idéntico al primero!

La joven hembra soltó un gran suspiro y mientras permanecía apoyada por sus manos en la pared, se dejó caer de rodillas completamente exhausta, incluso para siquiera voltear a sus espaldas, en donde la matrona atendía al recién nacido niño...

------- Es... Está bien? ------ Preguntó Rin a penas capaz de si quiera respirar.

-------- Está perfectamente, mi niña. Es un niño muy fuerte. ------ Le aseguró la vieja Kaede.

------- Oh, dios...------ suspiró la joven lobo, intentando entonces tomar algo de fuerza para darse media vuelta y al poco rato así lo hizo...------- Oh, dios! ----- expresó en un suspiro al ver finalmente a su segundo hijo.

La anciana entregó al recién nacido en brazos de su joven y exhausta madre y ésta lo recibió de inmediato, pegándolo a su cuerpo desnudo...

------- Hola... Hola bebé... ------ Saludó Rin al recién nacido, quién empezaba a dejar de llorar mientas su madre lo acariciaba.  -------- Bienvenido. Gracias al cielo estás bien... Me asustaste mucho. ------- El llanto del primer cachorro que había dado a luz se hizo escuchar entonces.
Rin miró al lugar donde yacía su primogénito y vio a la anciana Kaede tomarlo para finalmente entregárselo en su otro brazo mientras cubría al segundo con una pequeña sábana.

------- Tranquilos, mis niños...----- Consolaba la madre a sus hijos mientras pasaba a recargarse en una de las orillas del nido improvisado. ------- Tranquilos... ------ la joven contempló atentamente a sus dos pequeños, confirmando por si mismas que, tal como la anciana le había dicho, eran idénticos.
Ambos de escaso y plumoso cabello platinado, con una pequeña mancha oscura en el flequillo, hermosos ojos ámbar rasgados y facciones afinadas... -------- Muchas gracias, anciana Kaede... ------ expresó la joven mirando a la anciana, quién se lavaba las manos en un balde con agua a un par de metros.

-------- No fue nada, linda... Deben tener hambre, no vas a alimentarlos antes de que venga el tercero?

-------- Preferiría esperar un poco... Amamantarlos podría acelerar la llegada del tercero y quiero esperar a que Sesshomaru vuelva para que lo vea nacer.

------ Entiendo...------- expresó la anciana. -------- Que los cielos lo ayuden y pueda venir pronto...----- deseó.

Rin soltó un suspiro al tiempo que no pudo evitar llorar.
Una sensación extraña comenzaba a invadir su corazón y no llevaba consigo precisamente un buen augurio...

------ Sesshomaru...------- Llamaba en voz baja mientras sus lágrimas caían por sus mejillas. ------- Regresa, por favor...

Una terrible mordida esparció su sangre roja sobre el firmamento del mismo color de su pelaje.

El gran lobo blanco se soltó de entre las fauces de su feroz oponente y a penas logro darle un zarpazo antes de desplomarse al suelo completamente debilitado y mal herido...

--------- Mocoso insolente...------ Murmuraba la conciencia del también mal herido y exhausto macho oscuro, quién a penas permanecía de pié y cojeaba acercándose al macho blanco caído. -------- Mira nada más lo que has hecho... Mira cómo terminaste. Éste es el "gran linaje" de los lobos blancos??? Que patético. ------- Sesshomaru luchaba por ponerse de pie nuevamente, pero era inútil... ------- Traicionaste a tu clan en más de una manera, Sesshomaru. No solo te apareaste con hembra y le engendraste tus cachorros, sino que ahora, has venido aquí a morir en mis garras... En las garras del alpha enemigo y de quién también mató a tu "grandioso" padre. Dime, puede haber algo más patético y deshonroso?? ------ Onigumo puso una de sus patas delanteras sobre la parte de atrás de las orejas del moribundo macho blanco para evitar que se moviera más. ------- No te preocupes. Prometo enojarte a tus engendros pronto. Y descuida... Voy a cuidar muy bien a mi hermosa Rin.

Un lastímero chillido escapó desde el pecho del macho blanco justo antes de que el oscuro se alzara ligeramente, dispuesto a lanzarse sobre su cuello para dar el gran golpe que daría fin a aquella trágica batalla, sin embargo, al mismo tiempo, el estruendo terrible de un arma disparándose resonó en las cercanías y creó un eco que parecía infinito a través de las entrañas del gran bosque...

MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora