Celo. (Parte 1)

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Hola! Aquí está la actualización que les debía desde ayer, solo que hubo un corto y no tuve luz hasta hoy 😅. Disfrútenlo mucho y estén pendientes, recuerden que hoy tocan actualizaciones en Teach Love y Te veo. ❤️

El agua caliente caía a travez de su cuerpo suavemente mientras el vapor impregnaba todo.
Intentaba desesperadamente relajarse; una tensión extraña persistía en todo su cuerpo y era imposible si quiera olvidarse de ella. Pensó que no era extraño, después de todo, estaba en un sitio totalmente ajeno, en una casa extraña con un completo desconocido que además de todo acababa de tocarla como nadie jamás había hecho... Qué tan tranquila podía estar??
Las cosas no mejoraban al tener en cuenta el hecho de que, aquello que prácticamente pudo haberse considerado como abuso, había sido en realidad aterradora mente excitante... No comprendía por qué al pensar en aquel "incidente" sentía el tremendo deseo de que volviera a suceder... Por algún motivo, las imágenes de aquel momento recorrían su mente una y otra vez de forma tan nítida que casi sentía estarlo viviendo de nuevo. Las sensaciones que había tenido recorrían también su cuerpo como si estuviesen frescas.
Jamás había experimentado nada remotamente similar...
Un calor tremendo recorría su cuerpo entero de adentro hacia afuera, dándole una sensación de cosquilleo en el estómago y erizando su piel sin que ella pudiera controlarlo...
Que le estaba pasando?!?

El agua caliente de repente parecía insoportable; fue cerrándola de poco en poco conforme el bochorno en su cuerpo iba creciendo, hasta que antes de que ella misma peores darse cuenta, toda el agua que salía de la regadera era helada.
Solo de esa forma, todas esas sensaciones extrañas y apremiantes parecieron apaciguarse al menos por un rato...

Pasó la suave esponja enjabonada por su cuerpo, siendo minuciosa y sin mayor prisa, dedicándose solo a gozar de ese momento consigo misma hasta que de repente y de la nada, la imagen del peliblanco se hizo presente sin que ella tuviera si quiera la oportunidad de consentirlo; el simplemente se coló en sus pensamientos y una sensación de mariposeo invadió todo su interior de una forma tan placentera que ni ella pudo oponerse...
Pensando en aquella imagen y dedicándose inconscientemente a gozar de sus efectos, la joven castaña no se percató del momento en que sus propias manos comenzaron a recorrer su propio cuerpo pero esta vez de forma muy distinta...
Toda su piel parecía necesitar con urgencia ser tocada... Esa palabra era justamente la que describía todo lo que sentía: Necesidad.
Sentía que necesitaba algo que solo su ser más oculto y primario dentro de ella comprendía a la perfección y parecía estarlo gritando... Lo pedía desesperadamente, pero aquello era tan nuevo para ella que la hacía sentir asustada. No sabía que le ocurría o por qué le ocurría...no tenía idea de nada, solo quería que se terminara...

Un jadeo propio la hizo aterrizar de repente de entra todos sus pensamientos y sensaciones, para darse cuenta de que estaba tocándose a sí misma...
Se apoyaba en la pared empapada con una de sus manos, mientras que la otra estaba hundida entre sus piernas...
El agua que corría por su cuerpo estaba helada, pero aquello que ahora impregnaba su mano era mucho más cálido, casi ardiente y pudo distinguir su aroma de entre todos los que había en esa habitación de baño.... Ese era su olor...su propio olor de una manera que jamás había percibido...era mucho más fuerte, mucho más crudo. Casi como un grito desesperado de su propio cuerpo...

Cerró las canillas de la regadera cortando el flujo de agua, se envolvió en una toalla limpia y comenzó a secarse... Se detuvo casi abruptamente al sentir como cada toque, por mínimo que fuese, tenía un efecto en ella que jamás había sentido...era como una especie de dolor...un dolor electrizante similar al que se tiene cuando los escalofríos invaden tu cuerpo, erizando tu piel hasta el que parece ser su limite y resulta doloroso... Así se sentía.
No podía pasar la toalla si quiera por sus brazos porque parecía sufrir choques eléctricos con cada ocasión... Sentía incluso la necesidad de quejarse sonoramente cada vez que aquel pedazo de tela pasaba por su piel...

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