La primavera continuó floreciendo y con ella, la pequeña y "Nada tradicional manada" lo hizo también poco a poco.
Sesshomaru dejó de trabajar todos los días. De hecho trabajaba menos que nunca, solo iba al menos tres veces a la semana y siempre regresaba temprano.
Rin retomó sus paseos diarios con Kohaku y la anciana Kaede, quienes estaban felices de tenerla de regreso finalmente.A pesar de que el lobo peliblanco enloquecía cada vez más por volver a hacer suya a su compañera, fue muy respetuoso de ella durante ese tiempo, y decidió ser paciente y esperar a que ella estuviese lista de nuevo...
Así pues, casi todo había regresado a la normalidad.... Si es que todo aquello podía considerarse normal...Aquella noche de finales de primavera, Rin y Sesshomaru se encontraban durmiendo en la habitación principal a la que ambos habían regresado a dormir finalmente.
El sueño de la joven se vio interrumpido de repente, pero sin ser alarmante; de alguna manera parecía hacer demasiado calor en la habitación.
Se despertó y se quejó mientras se quitaba las sabanas de encima. Se dio cuenta de que estaba sudando y su corazón parecía comenzar a ha celebrarse...esa sensación le resultaba sumamente familiar...------Rin...-----Llamó la voz de Sesshomaru junto a ella...
-----Lo siento...te desperté?-----El negó con la cabeza. ------Pfff... Me...me siento extraña...------Resopló mientras intentaba sentarse, pero su cuerpo parecía dolorido por algún motivo.-----Ah!-----Se quejó bajo, casi en un gemido.
Sesshomaru se incorporó entonces y se acercó más a su compañera; con el dorso de sus dedos, acaricio la piel de su brazo y enseguida ésta se erizó haciendo que Rin se quejara ligeramente de nuevo...
-------Estas...estás por celar de nuevo.------Dijo él.
Rin se mostró sorprendida por un momento, hasta que su razón y conocimientos aparecieron en su cabeza: los lobos solamente celaban una vez al año en circunstancias normales, hubiese un embarazo posterior o no.
Al concebir una sombra, el celo se suspende de inmediato y no vuelve a aparecer sino hasta terminado el periodo de lactancia.
Una hembra que no ha concebido, celará cada año hasta que lo haga, sin embargo, las hembras que sufren abortos, partos prematuros o dan a luz cachorros fallecidos celan nuevamente entre uno o dos meses después de tal acontecimiento...------Oh rayos...----Suspiró ella frotándose el rostro con las manos...
------Rin... Si no te sientes lista todavía...
------No es eso...-----Intervino ella. ------No es eso. Yo... Solo... Tengo miedo... -----Comfesó.------Si...si concibo de nuevo y algo pasa otra vez???
-------No tienes que embarazarte ahora. Podemos evitarlo. Levarlo con calma hasta que lo desees...------Rin pensó por un momento. -----Hasta que te sientas más segura, tendremos cuidado.
Rin finalmente asintió, después, se acercó más a su compañero y juntos se recostaron de nuevo, ella sobre su pecho y el rodeándola con su brazo...
------Gracias, Sesshomaru...
Despertó a la mañana siguiente, justo antes de que el despertador que levantaba a Sesshomaru para ir a trabajar sonara.
Miró a su compañero junto de ella. Dormía tranquilamente.
Su imagen era sobrenatural. Casi como un ángel. Un hermoso ángel que no podía creer haber conocido hacía tan poco tiempo... Habían pasado ya tantas cosas juntos, que podría jurar conocerlo desde hace años.El despertador sobre su mesa de noche sonó entonces, haciéndolo a él removerse para apagarlo, sin embargo, ella se movió más rápido y sin previo aviso, se montó sobre el alcanzando entonces el reloj y apagando la alarma ella misma...
------Humn...-----Gruñó el comenzando a desperezarse, poniendo más atención en la joven sobre él.-----Rin...que estás haciendo?-----Le cuestionó entre desconcertado y molesto.
------Dormiste bien?----Preguntó ella.
-----U...Ujum...----Gruñó el tallándose los ojos para espabilarse....
-------Que bueno...-----Sonrió ella. ------Porque tendrás mucho trabajo hoy.
------Ya lo sé...------Dijo él terminando de apretar el puente de su nariz para luego mirar a su compañera.-------Y se me hará tarde si no te bajas.
-------Yo no estaba hablando de ese trabajo. ------Enfatizó ella. Sesshomaru la miró con desconcierto mientras se inclinaba para llegar a su oído y susurrarle: ------Hoy no iras a ninguna parte... Tienes mucho trabajo que hacer conmigo.
Dicho aquello, Rin volvió a erguirse y por sí sola se quitó la pequeña y ligera blusa satinada de su pijama, dejando su torso completamente desnudo y entonces vio en los ojos de Sesshomaru asomar la lujuriosa y deseosa mirada de la bestia...
-------Solo hay un problema...-----Dijo Sesshomaru. Rin se mostró desconcertada.
Sin previo aviso, el Taisho se dio la vuelta, haciendo caer a su compañera a la cama y rápidamente, se metió entre sus piernas posándose esta vez el sobre ella...----- Así está mejor. ------Sonrió malicioso y Rin hizo lo mismo; sabía que a ese lobo no le gustaba ser montado...Sus bocas se fundieron con todo el deseo que habían estado reprimiendo desde hace mucho tiempo mi,triplicado por mil.... No tenían idea de cuánto se habían estado deseando, de cuán sedientos del otro habían estado ni de cuánto había gritado su cuerpo por su carne...
Era como haber estado en agonía una eternidad y ser repentinamente liberados al fin.
Todo quedó atrás en ese momento. No había más miedos, pesadillas, penas ni pesares. . Nada más importaba. Solo ellos. Ellos y su mutuo amor y deseo.Sus escasas ropas fueron prácticamente arrancadas de sus cuerpos así como sus suspiros y jadeos.
La forma en que se aferraban al otro los hizo sangrar y la manera que se reclamaban los hacía rugir, gemir y gritar.
El inmenso alivio que sintieron al unirse sus cuerpos por completo una vez él estuvo finalmente dentro de ella de nuevo, se hizo escuchar con un quejido que era imposible definir si era de regocijo, dolor o placer... Tal vez todo lo anterior.La embistió con fiereza y fuerza, reclamándola una vez más como suya, haciéndola retorcerse y gritar su nombre, llamando a la bestia en su interior.
Sus garras hicieron pedazos todo debajo de ellas. Sus colmillos se hundieron en la deliciosa carne de su amada y sus ojos bestiales la devoraban con lujuria.
La cama se volvió demasiado pequeña... Pronto también lo fue el suelo y las paredes...
El mundo entero parecía pequeño cuando todo lo que querían era estallar de placer.
El tiempo pareció también una miseria.. Toda la mañana fue insuficiente y toda la tarde también... No podían parar. No querían parar.Con cada orgasmo enloquecían más y más hasta el punto en que ya no hubo control, cordura ni razón. Solo pasión.
Si alguien hubiese encendido una yesca en ese momento, toda la ciudad habría volado en pedazos...La gran bestia blanca había emergido por completo y reclamaba a su hembra insaciablemente una y otra vez sin tregua alguna hasta que la luna creciente desapareció una vez más dejando entrar por la ventana las luces del alba de un nuevo día en el cual ambos finalmente desfallecieron exhaustos en lo poco que quedaba de aquella habitación...