Nuevos motivos.

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--------NNNNNNNNGGGGGAAAAAHHHHHHH!!!! ------Resonó en el sótano de la pequeña cabaña...

------Dioses, Rin...-----Expresó la angustiada anciana que estaba a una distancia prudente al lado de la joven lobo en parto.------ Tu puedes, nena...

------OOOOOOOUUUUGGGHHHH!! YA...YA CASI...SOLO...SOLO OOOOOOOOOOHHH DIOS!!!!!

La joven yacía en un rincón apartado y un tanto más oscuro del sótano.
La anciana que la acompañaba le había llevado mantas y toallas y ella misma las había acomodado debajo suyo y a su alrededor, creando un pequeño pero cálido y mullido nido en el qué entregar a sus bebés.

La joven hembra no había querido recibir mayor ayuda de la anciana humana. Sus instintos le indicaban que todo estaba bien y que podía dar a luz sola perfectamente por el momento, por lo que la anciana mantuvo su distancia en todo momento pero también su atención a cualquier indicador de que Rin necesitara su ayuda.

No llevaba en aquella dura tarea demasiado tiempo. A lo mucho una media hora desde que había dado el primer empujón y a pesar de que sus gritos, chillidos y gruñidos casi parecían sacudir la pequeña habitación subterránea, ambas mujeres sabían que todo estaba progresando debidamente...

-------OOOOOOOOAAAAAAAAAAHHHHHHH!!!------Bramó la hembra parturienta, soltando su último esfuerzo y jadeando al fin con algo de alivio mientras permanecía apoyada en sus rodillas y una mano, mientras la otra permanecía entre sus piernas... --------Dios...-----Jadeó.-------Ya viene... Su...su cabecita está afuera...

------Estas haciendo un excelente trabajo, Rin.----Sonrió la anciana...------ No olvides revisar su cuello. Ve que el cordón no esté enredado en el.

------Está bien... Está perfectamente. ------La joven hizo entonces un nuevo gesto de dolor...-------OH DIOS...!------Se quejó. -------Aquí viene...

------Vamos, linda. Tú puedes.

Rin volvió a tensarse con gran fuerza, gruñendo y llorando estruendosamente, víctima de todo su dolor hasta que al cabo de unos segundos, soltó aquel empuje dando una enorme bocanada de aire con inmenso alivio permitiendo así que el silencio reinara por unos segundos hasta que un diminuto y adorable llanto se hizo oír...

-----Oh dios!-----Sonrió la anciana con amplitud ante aquel sonido. ------Lo hiciste Rin... Lo lograste. -----Felicitó aún sin acercarse para no perturbar a la nueva madre, pero al poco tiempo, pudo ver con deleite como la joven hembra sacaba de entre sus piernas al bebé que acababa de dar a luz, sosteniéndolo firmemente con sus dos fragiles manos...

-------Es... Es un niño. ------Sonrió Rin en un sollozo. ------Es un varón...

La hembra oscura acunó al recién nacido con sus brazos y lo acercó a su pecho desnudo para abrazarlo y acariciarlo con dulzura...

----- Por dios!!----- lloraba la joven.------ Hola... Hola bebé... Soy mamá. ------- Acarició suavemente la cabeza, los bracitos y las piernas del infante, prestando minuciosa atención a cada centímetro y detalle de su pequeño cuerpo: Su pelo era platinado, como el de su padre, pero justo en el plumoso y escaso flequillo tenía un mechón oscuro, cosa que la hizo sonreír. Era la criatura más adorable que jamás había visto.

El bebé abrió los ojos un momento, queriendo contemplar a su madre y está sonrió aún más al ver los hermosos ojitos ambarinos del pequeño bebé... Era perfecto...

----- Te pareces a papá. ------ sonrió en un pequeño sollozo.

En ese momento, la atención de las dos mujeres fue captada por un estruendoso ruido que venía de la parte de arriba de la casa; un sonido similar al de una puerta siendo derribada...

------ Oh dios...---- expresó la anciana poniéndose de pié...

------ Dios... Nos encontraron??---- lloraba Rin pasando a cubrir a su bebé con una manta y sujetándolo contra su pecho de forma protectora intentando hacer que dejara de llorar...

La anciana tomó un tubo de metal que estaba en el lugar, dispuesta a recibir a quien fuera que llegara, sin embargo, sus ojos se abrieron inmensos cuando frente a ella, llendo hacia la entrada del sótano, apareció un enorme lobo color blanco...

------Sesshomaru!!----- llamó Rin una vez que sus aturdidos sentidos le indicaron que quien estaba cerca era nadie menos que su compañero y padre de los cachorros...

La anciana se hizo a un lado entonces, dejando pasar al apresurado lobo..

------Gracias al cielo..---- suspiró la anciana con alivio inmenso.

La bestia corrió pues al lado de su hembra, quien en brazos sostenía a su recién nacido primogénito...

------- Sesshomaru...----- lloraba la hembra aliviada, acercándose a su amado y acariciándolo con una de sus manos ensangrentadas y temblorosas.

El lobo se deleitó con las caricias de la castaña y luego pasó a mimarla a ella, besando su mano, sus mejillas y su frente...

------ Tranquilo... Estoy bien... Estoy bien...----- le aseguraba ella. ----- Oye...-------Le llamó...------ Mira...------- quitó la manta con la que había cubierto al bebé en su brazo izquierdo. ------ Es tu primer hijo...----- le sonrió mostrándole al pequeño recién nacido.

Los ojos de la bestia parecieron inmensos entonces, contempló a la diminuta criatura completamente petrificado; pasó a olfatearlo y su contacto hizo que el niño calmara su llanto; con su lengua lo limpió y lo besó al tiempo que parecía revisarlo minuciosamente como si quisiera asegurarse de que estaba perfectamente bien...

------ Esta bien...----- le aseguró Rin. ----- Ya viste? Es niño. ----- sonrió. ------ Un niño hermoso y sano.

Ella pudo ver claramente como el lobo le sonrió con la mirada. Vio todo su orgullo en sus ojos ambarinos.

La bestia hurgó entonces sobre la pancita del bebé, con cuidado, tomó el cordón umbilical entre sus dientes y de un tajo lo cortó, permitiéndole a Rin atarlo después...

MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora