Juntos otra vez.

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Mientras Sesshomaru tomaba una ducha, Rin preparó algo de comer y cuando él estuvo listo, ambos comieron juntos.

El Taisho limpió los platos mientras Rin se sentó en el sofá y usaba el teléfono de su compañero para enviar un texto...

------Que haces?----Le preguntó el peliblanco pasando a sentarse a su lado.

------Le escribo a Kohaku. -----Respondió.-----Fue por comida, pero se le atravesaron imprevistos y está demorándose.

-------Está bien?

------Sip. Incluso mandó audios para que esté segura de que no lo secuestraron o algo.

-------Bien... ------Sesshomaru suspiró pesado, casi en un gruñido...-------Aún así... Mi lobo tiene muchas ganas de hacer pedazos a ese niño.

------Que?! Por qué?!-----Exclamó Rin dejando el teléfono a un lado y mirando a su compañero.

-------Porque...-------El Taisho se acercó a su compañera de tal forma que ella tuvo que recostarse por completo en el sillón, teniéndolo justo sobre si...------- Apestas a él.

Rin alzó el ceño...

------De verdad?! Yo no huelo nada...tal vez me acostumbré.

Él volvió a gruñir...

-------Es horrible...------Siseó pasando a hundir su rostro en el cuello de la joven poniendo cálidos y deseosos besos en el y después permitiendo que su lengua tomara parte...

-------Espera...Sessshomaru...------Lo detuvo ella haciéndolo mirarla.------- Si Kohaku regresa...

Sesshomaru entorno los ojos y gruñó de nuevo, se levantó y sin decir una palabra, tomó a Rin cargándola sobre su hombro h comenzó a caminar hacia las escaleras...

-------Que haces?!?-----Reía ella.

-------Te voy a quitar ese olor a humano.------Dijo el tajante.

Llegaron a la planta alta y el peliblanco entró con su compañera a la habitación principal; cerró la puerta con seguro y luego tendió a la mujer sobre la mullida cama posándose sobre ella sin perder un segundo y tomando lugar entre sus piernas.

La besó apasionadamente; prácticamente devorándola.
Estaba hambriento y sediento de ella. Como si en aquellas dos semanas que estuvo ausente, su cuerpo también hubiese sufrido la falta de su carne, de su aroma, de su sabor igual que el de la comida y el agua.
Podía sentir a su bestia interna completamente desesperado por reclamarla de nuevo, por sentirla suya después de tanto tiempo, como aquellas veces cuando su sed de sangre y hambre de carne pura lo hacían saltar implacable y sin piedad sobre los animales en el bosque...

Ella realmente se sentía igual...
Después de haber estado tan poco deseosa los últimos días en la cabaña, toda esa necesidad y deseo habían regresado en el transcurso de aquellas semanas...
Había esperado ese momento lo que le parecía una eternidad. Cada noche había soñado con volver a unirse a él nuevamente, con estar entre sus brazos y que volviera a hacerla suya...que volviera a hacerla estremecer.
Su cuerpo y su alma lo habían extrañado tanto y finalmente la espera había terminado.

Ni siquiera fueron lentos para deshacerse de sus ropas.
Prácticamente arrancaron cada una de sus prendas como si estuviesen en llamas, ansiosos por sentir la carne del otro.

Jadeos y quejidos se hicieron presentes pronto, cuando se robaban el aliento mutuamente con cada beso desesperado y cuando se arañaban, mordían y chupaban todo lo que había a su alcance y ciertamente no dejaron ni un solo rincón sin probar.

La gran bestia blanca surgía poco a poco y dedicaba a la mujer miradas de inmenso deseo y de placer así como con lujuria y hambre...
La sentía retorcerse debajo suyo, la escuchaba llamarlo por su nombre, suplicando; como una presa entre sus garras.

No pudo contenerse un segundo más.
Tiró de ella por sus piernas, ajustándolas a su alrededor y de una embestida firme, entró de lleno en ella de una sola vez sonriendo para sí mismo al encontrarla nuevamente flexible y dispuesta a él...

------Aaah!------Se quejó ella en un gemido...-------Cariño...------Hablaba justo cuando el comenzaba a estocarla...------T...ten cuidado...recuerda...recuerda al bebé...

------Descuida...------Siseaba el a su oído...------Va a estar bien.-----Le aseguró.

Volvieron a fundir sus bocas en un sediento beso que buscaba beber del otro desesperadamente.
Rin podía sentir los colmillos de la bestia emerger cada vez más y más grandes e inhumanos mientras lo sentía crecer sobre y dentro de ella aumentando también su fuerza.
La hizo gemir y gritar descontroladamente mientras se aferraba a su carne lo mejor que podía con sus frágiles uñas y entre ella más pedía, el más quería también.
La sujetó por la espalda y la cabeza y la levantó sorpresivamente manteniendo sus piernas a su alrededor y a sí mismo dentro de ella.
Se lanzó prácticamente sobre la pared a la cabeza de la cama, haciendo rasguños profundos con sus garras en ella mientras continuaba estocando a la hembra con fuerza y firmeza.

Ella luchaba por respirar pero cada escasa bocanada de aire que conseguía, se esfumaba de inmediato en un grito o un gemido.
El placer que la recorría no tenía presedentes; era casi tan doloroso como estruendoso.
Quería más. Mucho, mucho más.

Apretaba las piernas al ritmo de cada estocada y le seguía también el paso a sus furibundos besos.
La mordió infinidad de veces, pero todo su placer disolvió cada sensación de dolor.
Ambos estaban perdidos en un infinito de deseo, lujuria y placer...

El orgasmo que se acumuló sobre ellos era monumental; amenazaba con quitarles todo aliento y toda fuerza...
Ella se aferró a él con tanta fuerza como pudo y después de embestirla con más fuerza un par de veces más, se hundió en ella y destruyendo la pared con sus garras finalmente se corrió por completo llenando de calor su interior y su exterior por entre sus piernas.

Se quedaron entonces quietos un momento. Intentando recobrar algo de aliento mientras permanecían aferrados al otro.
Rin sintió como sus párpados comenzaban a pesar junto en el resto de su cuerpo, pero parecía que su compañero tenía otros planes.
A penas se dio cuenta cuando le había dado vuelta, dejándola sobre sus rodillas apoyada en el cabezal contra la pared.
Escuchó a la bestia gruñir detrás de ella y lo sintió acercarse, tomando lugar para montarla mientras volvía a aferrar sus garras a la pared...
Sintió su lengua ardiente recorrer su espalda entera, con gruñidos que eran más como ronroneos de puro deleite, llegando a su cuello, sus oídos y sus sienes.
Besó una de sus mejillas con inmenso cariño y afecto y poniendo su frente contra su cabeza, de una nueva y fuerte estocada, volvió a penetrarla...

------AAH! Dios!...Sesshomaru... ------Gimió ella. El sonrió para sí mismo con satisfacción, mostrando sus largos colmillos y entonces comenzó a embestirla...------Aaah!!... Por dios!... No...OH!...no te detengas...no pares, mi amor...Dios!

-------Dime que eres mía!-----Bramó la voz bestial del lobo...

-----Dios...!!...soy...Ah!...soy tuya!!...soy tuya, mi vida...! Oh dios!! Toda tuya!!-----Escuchó al lobo gruñir con satisfacción justo antes de ver sus manos soltar la pared e ir directamente a aferrarse a sus senos...-----AAH! Dios!------Gritó al sentirse tan sensible ante su toque y es que ciertamente ahora se sentía aún más sensible que cuando había celado. El parecía notarlo y parecía ser de su agrado.

La soltó justo cuando un nuevo y mucho más terrible orgasmo se lanzó sobre ellos, aplastándolos como una avalancha de nieve ardiente como lava de un volcán.
Ella gritó una vez más y él bramó como la bestia que era, llenándola nuevamente desde adentro y escurriendo hacia afuera mientras notaba como su propio aroma nuevamente había impregnado todo su cuerpo...

MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora