Epílogo. (Parte 1)

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Aquella primavera estaba llena de calidéz.

Los árboles revisaban de un vivo color verde, el cielo era azul brillante, el sol resplandecía dando calor a todo lo que acariciaba con gentileza, mientras la brisa fresca le impedía ser demasiado tosco...

Las montañas revisaban de verde y los llanos de alegres colores que le daban las flores que crecían de manera silvestre.

Por dónde fuera de respiraba la paz, la tranquilidad y el orden...

Varios años habían tenido que pasar para eso.
Algunos años llenos de hostilidad y de conflicto entre los tres clanes habían tenido que suceder para que, finalmente pudieran convivir al menos en fría paz.
Acordaron compartir un solo líder como les era la ley, que ore y cundo no estuvieran obligados a relacionarse de alguna forma unos con otros y así, encontraron tranquilidad.
Los forasteros se quedaron en su sitio en aquella aldea en medio de las montañas y el bosque, los oscuros volvieron a su aldea cerca de las ciudades y los blancos conservaron su lugar en los valles boscosos.

Pese a estar geográficamente un tentó separados, se mantenían en contacto como un solo clan y atendían a la orden y permanecían bajo el cuidado de su único líder...

Aquel era un hermoso día soleado aunque para nada caluroso.
A penas había nubes navegantes en el cielo y una joven hembra de cabellera oscura y rostro dulce, miraba desde la ventana de su cocina hacia el amplio campo verde, donde sus cachorros jugaban...

-------- De acuerdo, ya es suficiente!!! ------- Regañaba el joven cazador a los cuatro jóvenes cachorros con los que luchaba: dos lo sujetaban de las piernas y otros dos jalaba con sus dientes una cuerda que el cazador jalaba del otro extremo con sus manos. ------ Seth, Amida, Eizan, Erzan!!! BASTA!!!

------- Tienes problemas? ------ Preguntó la dulce voz de Rin, quién salía de la cabaña por la puerta trasera de la cocina acercándose a ellos caminando descalza por la planicie verde, mientras con una mano sostenía suavemente su ligeramente crecido vientre.

--------- No, tranquila. Yo puedo solo...

------- Mami, tengo hambre!! ------- Llamó uno de los niños que sujetaba una de las piernas del cazador cuya apariencia era idéntica a la del que sujetaba la otra pierna: cabello platinado con un mechón negro al frente y ojos color ámbar.

------- Lo sé, cariño, la comida está casi lista, pero por favor, no se coman a Kohaku, bien? Ya suéltenlo.

Los cuatro niños soltaron entonces al cazador, quedándose sentados sobre la fina hierba.

------ Por qué a tí si te hacen caso??!! ------- Se quejó Kohaku.

------- Son lobosz Kohaku! ------ rió Rin. ------ Incluso tus sobrinos son más de acá que de allá. ------ afirmó, volteando a mirar a los de pequeños que le eran ajenos, uno castaño y de ojos pardos y el otro de cabellera y ojos negros. ------ Amida es igual a su papá... ----- observó con nostalgia.

------ Solo físicamente. Pero es muy tranquilo. Cómo mi hermana.

------- Que bueno...----- expresó Rin para justo después, mirar hacia su abdomen, acariciándolo frágilmente con una mano. ------- Espero que ellas sean tranquilas también. ------ Expresó casi en un suspiro.

------ Puf! Yo también. ------- Rió Kohaku mirando también el abdomen de la castaña. ------- No sé si voy a poder con siete cachorros mordelones.

Rin rió.

------ Pues tendrás que. O si quieres...------ la joven tomó una de las manos del cazador y suavemente la posó sobre su vientre. -------- Tú puedes cuidar a las gemelas y yo me encargo de las cinco pirañas.

------- Me parece una buena idea... pero solo si son tranquilas como tú.

------- Bueno... en algo tendrán que parecerse a su padre. ------- Le sonrió ella. Kohaku sonrió también. ------ Oye... ------- expresó, soltando la mano del cazador y pasando a mirar alrededor...------- En dónde está Azan???

-------- Pensé que estaba en la casa contigo...

------- Mejor voy a buscarlo. ------ Indicó la joven madre disponiéndose a ir de regreso a la cabaña.

------- Quieres que te ayude?

------- No. Descuida. Lo encontraré rápido...


La joven madre entró a la cabaña para buscar a su cachorro.
Usó su fino olfato para rastrearlo y finalmente decidió salir a la entrada delantera de la casa.
Abrió la puerta y justo ahí se hallaba el gran bosque...

------ Azan??! ------ llamó la hembra oscura y casi de inmediato, el menor de sus cachorros salió de serás de un árbol. ------ Que haces, cariño?------ Preguntaba Rin acercándose a su hijo.-----  Por qué no estás con tus hermanos y tus primos?

------- Sabes que no me gusta jugar con ellos. ------ Respondió el niño peliblanco con tono y mirada sumamente seria.

------- Ni con ellos ni con nadie. ------ Rió la joven madre inclinándose lo mejor que pudo para acariciar el rostro de su hijo. -------- Eres idéntico a tu padre incluso en eso...

El niño apartó un poco la vista...

------- Por qué un humano tiene que cuidarnos? Erzan, Eizan y te cuidamos bien.

Rin sonrió.

-------  Se que si, mi amor. Pero aún son pequeños. Mi trabajo es cuidarlos a ustedes.

------- Pero ya cumplí seis! Ya alcanzó los picaportes y...

-------- Eres un bebé. -------- expresó ella de forma maternal mientras se arrodillaba frente a su hijo y pasaba a abrazarlo con fuerza. ------- Siempre vas a ser mi bebé. Y aún jando lleguen tus hermanas no dejaras de serlo, Azan. Ni tú ni tus hermanos, no me importa que tan duro seas. ------ Se separó del niño y lo miró a los ojos. ------ Tu padre también era un irremediable lobo solitario. ----- Se rió. ------ Pero sabes qué descubrió?

------- Qué?

------- Que tener una manada te hace más fuerte.



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