Celo. ( Parte 3)

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Arrancamos ahora con la maratón de Moon Ligth!! Espero lo disfruten mucho ! 🔥🔥🔥🔥

Parte 1/3 maratón.

Jamás se había duchado con agua tan helada.
El recién llegado invierno había traído consigo el agua más gélida del año, pero ella ni siquiera podía sentirla.
Estaba ardiendo.
Su cuerpo parecía no ser capaz de enfriarse.
Estaba desesperada.

Después de haberse acoplado con el Taisho la primera vez, no fueron capaces de detenerse hasta que ella simplemente no pudo más.
Su cuerpo estaba agotado. Se sentía como un trapo; pero a la vez, necesitaba más.
No cabía más duda, su celo había iniciado, y era mucho peor de lo que alguna vez pudo si quiera imaginar.
Su piel se eriza a dolorosamente ante cualquier mínimo contacto. Ni siquiera soportaba su ropa.
Su entrepierna ardía en parte dolorida por su reciente ruptura pero a la vez completamente deseosa... Ni siquiera podía cerrar las piernas sin estar al borde del orgasmo... TODO su cuerpo suplicaba.
Se recargó en la pared con su dos manos y jadeó como si hubiese corrido una maratón... No podía evitarlo...necesitaba más...

Cerró las canillas de la regadera y salió; tomó una toalla limpia y la envolvió alrededor de su cuerpo desnudo y empapado pero a penas la tela tuvo contacto con su piel, ésta se erizó y un choque eléctrico extremadamente placentero la atravesó haciendo endurecer sus pechos y doler sus labios femeninos mientras la obligaba a soltar un quegido...

------Aah! -----Apretó sus labios instintivamente intentando ahogar el placer que escapaba de su boca, pero pronto se dio cuenta de que no tenía escapatoria.-------AAH!------Volví a gemir cuando su cuerpo se tensó en el momento que juntó un poco las piernas para empezar a caminar.
Abrió la puerta de golpe sintiendo que estallaría y a penas se dio cuenta cuando llegó nuevamente a la sala de estar...
Por qué había ido ahí?
Ella quería ir a su habitación pero acabó ahí...
Tal vez el olor del macho blanquecino que había ahí la atrajo por instinto.
Agotada por el esfuerzo de su cuerpo de intentar reprimir aunque fuese un poco sus deseos, se inclinó y apoyó las manos en sus rodillas y ahí pudo olerse claramente... Estaba empapada y su propia esencia caía por sus piernas.
Escuchó entonces un ruido. Fue como una puerta que se abre y se cierra de golpe casi en el mismo instante.
Su instinto la obligó a erguirse y girar para ver qué ocurría y ahí lo vio a él...
Seguro había llegado corriendo al olerla... Estaba también empapado y la desesperación brillaba en sus ojos mientras que todo su propio deseo y necesidad se reflejaban en su erguida entrepierna que solo estaba cubierta por un par de pantalones elativos oscuros...
Las miradas de ambos decían todo.
No hicieron falta permisos.

Prácticamente se lanzó sobre ella y la tendió en la alfombra sobre el suelo frente a la chimenea que permanecía encendida y que daba luz a la habitación oscura, únicamente profanada por la fría luz de la luna llena que permanecía sobre la ventana...

La despojó de la toalla que la envolvía y la recorrió entera con su boca de inmediato.
Ella se retorció y se arqueó bajo de él mientras no podía dejar de gemir .
Devoró su feminidad como el lobo hambriento que era y la hizo gritar de una manera con la que él mismo se deleitó al grado en que podía sentir a su bestia interna surgir.
Volvió a recorrerla esta vez hacia arriba, tomando con su lengua cada rastro de su sabor  hasta llegar a su boca...
La deseaba demasiado.
Mucho más de lo que jamás había deseado a una hembra y mucho más de lo que estaba dispuesto a reconocer.
Se separó de ella momentáneamente para, de forma desesperada, alcanzar con su mano el mueble junto al sillón más grande y tirar de él dejando caer al suelo un cajón del cual salieron disparados lo que parecía ser un millar de preservativos en sobres metalizados.
Tomó uno con la mano casi temblorosa, lo abrió con ayuda de sus dientes, quitó su única prenda del camino y se colocó el preservativo tan rápido como pudo, acto seguido y sin perder un solo segundo de tiempo, de una firme embestida, penetró por completo a la joven mujer.
Ella gritó aún más fuerte y abretó las piernas alrededor de las caderas de él, sintiéndolo llenarla y estirarla placenteramente.
Era tan atrozmente estrecha y pequeña que lo volvía completamente loco. Cada vez que se hallaba en su interior pensaba que iba a explotar... Ella era jodidamente perfecta.

Esta vez no hubo mayores consideraciones; el gran lobo se movió firmemente desde el inicio y fue aumentando su velocidad y fuerza a cada segundo.
Rin luchaba por aferrarse a él y accidentalmente hundía sus frágiles uñas en su carne, pero era casi unutil, él era demasiado fuerte y mucho más grande como para que ella se sostuviera adecuadamente.
La hizo gritar sin que pudiera detenerse.
La hizo mirarlo a los ojos mientras le suplicaba que no se detuviera, que continuará, que lo deseaba y devoró cada parte de su cuerpo que tenía a su alcance como si no hubiese un mañana, dejándola por completo sin aliento.

Cuando el orgasmo llegó a ellos, un tremendo gruñido salió desde el pecho de Sesshomaru mientras que Rin se arqueaba una última vez debajo suyo y gritaba sonoramente.
Jadearon desesperados, luchando por recobrar el aliento.
El peliblanco yacía sobre el pecho de la castaña y ella braza a su cabeza y le acariciaba con suavidad.
El se removió entonces y se separaron para que sus miradas se encontrarán una vez más...

Rin lo miró y supo que era él mismo, pero algo había cambiado... Se veía a sí misma reflejada en sus ojos ambarinos, pero estos eran más bien los ojos de una criatura diferente, una criatura inhumana y salvaje, hambrienta de ella a la vez que indispuesta a hacerle daño... Así que así se sentía ser mirada por un lobo...

------Date vuelta.------Le ordenó el con un tono más ronco que el normal y más profundo...más bestial.

Ella sintió como si su propio cuerpo le diese la misma orden. Todos sus instintos más primitivos eran los que hablaban ahora. Tal vez ella no podía transformarse, pero había algo inhumano dentro de ella también y finalmente, había tomado todo dominio sobre ella.
El peliblanco salió de su interior y le permitió darse vuelta, posándose sobre sus manos y rodillas, dándole la espalda.
No pasó un solo segundo cuando lo sintió montársele ensima; miró sus manos al lado de las suyas y vio surgir afiladas garras en lugar de sus uñas. De repente parecía más grande y más pesado, pero no se atrevió si quiera a mirar sobre su hombro para tratar de verlo, aun así, sabía que de alguna manera, su aspecto sería distinto; el lobo estaba ganando control sobre de éll.
Lo sintió y lo escuchó ponerse otro preservativo y justo después, volvió a su lugar sobre de ella y haciéndola estremecerse placenteramente, la olió a profundidad...
Lo sintió pegar su nariz al costado de su cabeza, justo sobre su abundante cabellera oscura e inhalar su aroma para luego gruñir con algo que parecía ser deleite para después, susurrar algo que la tomó por sorpresa totalmente...

------Te deseo demasiado.

De todas las cosas que habría esperado escuchar alguna vez del peliblanco, jamás esperó algo como aquello y especialmente porque no sonaba como nada más que le hubiese dicho antes; era suave, tenue y con un toque de dulzura. Era sincero.

--------Ya me tienes...------Le respondió ella de la misma manera cálida y sincera, sintiendo que debía reconocer que realmente se sentía acogida por el. Era un completo extraño y la había tratado mejor que nadie después de la muerte de sus padres. Ni siquiera los miembros de su propio clan habían sido considerados con ella una sola vez.
Sesshomaru parecía ser muchas cosas, incluyendo fríbolo y desinteresado, pero Rin podía ver que no era malo. Pensó que, pasar su primer celo con él no había sido para nada mala idea. Realmente no habría querido que fuese de otra forma. -------Soy tuya.

Lo sintió entonces pasar su cálida lengua de manera suave por la piel de su espalda alta, pero de una manera en que nunca lo había hecho, fue cálido, fue dulce, fue amable. Era más como un beso afectuoso que como una señal de posesión. Ella sonrió para sí misma.

Acarició pues sus piernas con sus manos, siendo cuidadoso de las garras que habían aparecido en ellas; tomó las extremidades de la mujer y tirando de ellas suavemente las hizo separarse un poco más, para así, una vez expuesta su feminidad, volver a posarse sobre ella...

--------Déjame escucharlo toda la noche...-------Le susurró la bestia de nuevo y un escalofrío la atravesó por completo de forma placentera justo antes de sentirlo embestirla para penetrarla de lleno nuevamente...

MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora