I need you//Jos Canela y tú//2da temporada [EN EDICIÓN]

Seven

Maldita puerta.

Justo cuando Jos se iba a agachar, alguien toco la puerta así que nos vimos en la necesidad, por segunda vez en el día, de arreglar nuestras ropas y fingir demencia.

Era su secretaria que quería saber si los de un departamento irían con recursos humanos o algo así, sinceramente me estaba riendo de como Jos trataba de tapar que aún seguía prendido. Fui por lo que había dejado en la mesa de centro y lo acerque a Jos, cuando la secretaria se fue yo comencé a comer porque tenía aún hambre.

Sentí que me quería decir algo pero no sabía cómo, así que lo tomé de la mano y le sonreí. No fue necesario pedirle que me dijera porque lo soltó todo.

– Te contrarare un guardaespaldas. - mi expresión dio un cambio muy drástico, me encontraba tratando de entender porque su decisión-

– ¿Por? Me puedo cuidar Jos - intente no sonar grosera o algo así ante su propuesta, pero no me agradaba la idea de tener a alguien que me siguiera todo el día-

–No es por eso, simplemente que como daremos a conocer nuestra relación formalmente, no quiero que nadie te haga daño o algo parecido. Y con el guardaespaldas estarás segura

–¿Y contigo no? Porque yo me siento más que protegida contigo - empecé a subir el tono de mi voz, porque parecía que me quería tener vigilada-

– Lo sé, y yo estare par protegerte siempre. Pero ahorita en mi estado no te puedo cuidar como se debe. Entiende. - ahí lo sone como orden y lo mire retante- No me veas así. Es por tu bien y al parecer no lo comprendes.

– ¿Quien quisiera hacerme daño eh? ¿Acaso tienes algo oculto y no quieres que me entere?. O tienes muchos enemigos? - No se porque llegue a pensar eso, pero estaba ya enojada.-

–No digas tonterias. Sabes absolutamente todo de mi y simplemente es prevención, así nada más. - me levante molesta del escritorio y camine un par de pasos a la sala. Me quede cruzada de brazos dándole la espalda y cuando menos, sentí sus manos en mis brazos, sin poner fuerza solo me giro para verlo a sus imponentes y preciosos ojos miel- Se que no te gusta la idea, porque el te tendrá que seguir a todos lados, pero tienes que comprender porque es, me muero si te pasa algo. Y sin ti, sin un desastre, así que eres mi mayor tesoro y por eso debo cuidarte demasiado.

–Parece que me quieres tener vigilada. - mi mirada por fin cedió ante su toque y su sinceridad-

–Si te vieras a través de mis ojos, te darías cuenta que no hay cosa que adore más que a ti. Y me tengo que asegurar que estés totalmente bien, si hay algo que te preocupe, y si esta en mis posibilidades, hacer que no te dañe.

– ¿desde cuando lo tendré? - Comprendí qué su responsabilidad de novio, el cuál aún no era, le decía que me tenía que cuidar.

– En cuanto regresemos del viaje, tú tranquila - me tomó del mentón y repartió una línea de tiernos besos desde ahí hasta mi frente

– ¿Que viaje?

– Nos iremos a Alemania amor, como ya puedes salir del país sin problemas, quiero empezar a recorrer el mundo a tu lado - Lo abrace y conecte mis ojos con los suyos- Por lo visto, te gusto la idea

– Como no me gustaría amor, si contigo me voy con los ojos cerrados a donde me digas tú. Mientras sea contigo. - me quede pegada a él un buen rato, hasta que entendí que jamás me respondió si hay alguna persona que lo quiera lastimar - ¿Jos?

– Los detalles del viaje te los digo en el avión, salimos pasado mañana. Así que salimos temprano mañana para que vallas a ver lo de tu nueva ropa y te la lleves al viaje, será una semana ¿sale?

–No te iba a preguntar eso, lo que pasa es que no respondiste mi pregunta - empezaba a darme cuenta de que también necesito lentes, ya me habían dicho hace tiempo pero no hice caso-

– ¿Que pregunta? - se alejo de mí poquito pero jamas me soltó de la cintura-

– ¿Hay alguien que te quiera hacer daño? Y espero no me tomes a mal pero dime que no andas en malos pasos, o teniendo tratos con gente que no debes

– Cariño, claro que no. No ando en malos pasos... - pero solo respondió una pregunta-

– No sólo te pregunté eso.

– Es complicado explicarte eso, Gustavo y Mariale siguen allá afuera. Y como daremos a conocer lo nuestro, pues eso puede ser un gran motivo para hacerte daño

–También a ti te pueden dañar ¿no crees? - Había olvidado por completo la existencia de esos dos, y no me había dado cuenta que ellos nos podían lastimar. Quien sabe que tan desquiciada este más ella que él- Me muero si te lastiman, una vez estuve a nada de perderte y no soportaría una segunda

–No te preocupes, yo no también tendré guardaespaldas. Se que conmigo te asusta más con Mariale, pero no dejaré que nada nos pase si?

– Promete que siempre tomaras la mejor decisión, aunque sea dividirnos - me acerque a él y coloque mis manos en sus mejillas-

–No, eso no. - tenso la mandíbula y evitaba mi mirada- Jamás nos separaria. - Cuando lo "obligue" a verme a los ojos, me trasmitió ese sentimiento de angustia y me abrace de él-

– Por cierto, ¿no tienes miedo que dando a conocer lo nuestro pueden criticarnos? Más a ti que a mi

– Ellos jamás sabrán que tan especial eres, ni lo que hiciste con mi vida, y pueden decir lo que quieran porque ellos no saben de nosotros. No saben las cosas que hacemos, ni cuanto te amo pero si lo supieran estarían celosos de nosotros. No saben lo que están hablando porque gracias a eso, nos hacen más fuerte y solo quiero gritarle al mundo que eres mía y que cada átomo de mi existencia te pertenece.

– ¿Enserio estarías dispuesto a soportar todo eso por mí? - Yo no quería llorar pero afortunadamente mi primer amor fue el correcto, y nunca nadie me había dicho algo tan bonito-

–Por ti daría hasta la vida, aunque te tendría que dejar sola. Bajaría cualquier constelación solo por verte sonreír y le pediría a la Luna que aprenda de ti como se brilla... - Mi corazón comenzó a latir muy rápido y lo llene de besos sentandolo en el escritorio-

–Ahora no tengo duda que fuiste, eres y serás siempre el hombre de mi vida -Junte nuestras frentes y ambos cerramos nuestros ojos. - Te amo.

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Narrador omnisciente:

– ¡Jos tranquilo! - Bryan grito ante el insensate movimiento de su amigo a través de toda la oficina