I need you//Jos Canela y tú//2da temporada [EN EDICIÓN]

Nine

-Desde hoy, ese anillo, es el compromiso que tengo contigo, para ser mejor persona por y para nosotros. No te pude bajar una estrella, pero nombre mi constelación permanente con tú nombre. Solo... Espero tu respuesta - abrí la caja y mire a Jos con el corazón en la garganta, leí la pequeña nota que había ahí y me levante para ir a sus brazos donde me aceptó con tanto amor.-

-Si, siempre será si mi respuesta - oficialmente novios, junte nuestras frentes y le di un beso en los labios, me abrazo de la cintura y sentí como respiro de alivio. Me recargo en su pecho y se rehusó a soltarme-

- Cada vez que veas tu dulce y tierna mano, quiero que recuerdes que tienes a un hombre que cada día se enamora más de todos tus detalles, de tus virtudes, de tus defectos, de tus sueños, de tus deseos, de ti. Y ojala me dejes enseñarte todo lo que tengo para hacerte feliz y veré que nada te falte, porque te amare hasta mi ultimo día e incluso después de eso. Porque tú... Eres más que mi compañera, eres el amor de mi vida, eres mi mundo. - tomo el anillo de la caja y lo coloco en mi dedo anular-

-Jos.. - no quería llorar pero con lo que me decía era inevitable- No tengo que hice para merecer te, pero sea lo que sea, valiste la pena. Y valio la pena tantas veces que me cuestione, pues se que hice lo correcto - algo dijo en alemán y todos aplaudieron- ¿que dijiste amor?

-Solo dije "me dijo que sí, oficialmente soy hombre unido a ella" y por lógica todos aplaudiran. Quien no quisiera que su amor dijera que sí.

-No tienes idea de lo feliz que estoy, jamás creí que me lo pedirías - me quede abrazada a él, escuchando sus latidos del corazón. Por primera vez en 18 años, me sentía completa. Apesar de que me falta aun bastante por vivir, se que este se convirtió en uno de los mejores momentos de mi vida. El tiempo se hizo nulo, las personas invisibles y el mundo chiquito, no necesitaba a nadie ni nada.

-Sabes porque seguimos juntos? Y no hablo del momento, sino de todo en general - me levanto la mirada con su dedo índice haciendo que lo viera directamente a los ojos- Porque nuestras almas están destinadas, son dos almas unidas. - le di un beso, tan tierno y delicado que los fuegos artificiales comenzaron a aparecer dentro de mi

Después de comer, pagó y salimos agarrados de la mano, cada vez que se movían sentía el roce de mi anillo y la sonrisa en mi rostro crecía lentamente. Me cargo en su espalda y me llevó a varios lugares donde nos tomamos fotos, tanto chistosas como románticas. El me prometió el mundo, y lo cumplió.

Cuando ya comenzó a anochecer, nos encaminamos al hotel. Cuando entramos, Jos dejo su actitud de empresario serio para convertirse en mi cómplice, un adolescente. Pidió la tarjeta del cuarto entre risas y empujones míos, cuando la tuvimos en nuestro poder, caminamos al elevador y subímos en cuanto llegó.

Lo acorrale en una esquina y lo comencé a besar, poniendo mis manos en su cuello, él las coloco en li cintura pero entre risas nos besabamos. Agradecí que nadie entrará al elevador, llegamos a nuestro piso y salimos sin parar de reír por lo bajo para mo despertar a nadie.

Un intento, dos intentos, hasta que la llave del cuarto por fin cedió, cerré la puerta con el pie y Jos me encerró en una esquina de la habitación, sus besos fueron bajando a mi cuello donde yo ya había perdido los estribos y solo cerré los ojos para dejar que todo fluyera. Me tomo de los muslos y me cargo, pude ver cierta necesidad en sus ojos y me dejó lentamente acostada en la cama. Él arriba de mí, con la respiración agitada, solo sonrió.

Le ayude a quitar su camisa botón por botón mientras el se quitaba los zapatos y desprendía mi ropa, ambos ya estábamos en ropa interior y me dio un beso en la comisura de los labios.

–Hoy no quiero tener sexo contigo -me quede viendo a Jos, no entendía que quería exactamente- quiero hacerte el amor... -me quede sin palabras y solo asenti con la mirada-

Desde ese momento, Jos fue más lento y cuidadoso conmigo. Cuando me quito la ropa interior, se quedó admirando mi cuerpo por un momento, me puse roja y supe que esa la única mirada que necesitaba para saber que era el hombre correcto.

Sus besos eran lentos y suaves en mi piel, sabía que estaba más que lista para dejar que entrará en mi, no vi si se puso algún preservativo. Vio mi "necesidad" de que se adentrara en mi, así que se coloco entre mis piernas e hizo su magia.

Enterre mi cabeza en su cuello, mordisqueandolo mientras el movía las caderas al ritmo de nuestras palpitaciones, abrí mis ojos para ver su hermoso rostro, podría decir que es perfecto.

Cambiamos de posición y me coloqué encima de él, sus manos viajaron por las curvas de mi cuerpo hasta llegar a mis muslos. Comencé a moverme yo sobre él, sin acelerar el ritmo que teníamos, poco a poco esa bola de fuego en mi estómago se comenzó a sentír más y empeze a apretar mas el miembro de Jos. En ese momento, él aceleró su ritmo y antes de que se corriera salió de mi, se macho todo su abdomen y parte del mío. Me acostó a su lado y puso mi espalda recargado en su abdomen.

–Amor...? -sentí su respiración sobre mi cuello- Jos... Te amo. -se alejo de mi y me volteo la mirada con su mano

–Yo también te amo, y te amo como a nadie - me abrazo de la cintura, mientras sonreía contra mi hombro-

Bajo sus besos desde mi hombro y accedí totalmente, simplemente eramos dos locos haciendo el amor una tras otra, sin necesidad de pedirle permiso a nadie. Ese día me entregue sin hacer el esfuerzo de retener mis necesidades de , nos aclopabamos tan bien que nuestros cuerpos ya se conocían, eran uno mismo al compás de los movimientos y mientras mis manos recorrían su espalda, las de él conocían todos los rincones de mi ser.