I need you//Jos Canela y tú//2da temporada [EN EDICIÓN]

Eighteen

–¿Otra vez tuviste esa pesadilla? -con mi mano acaricie su cabello mientras él asintió con la cabeza- No te preocupes, yo estoy bien

–¿Puedo dormir aquí contigo? Juro que no me voy a mover para no lastimarte -reí levemente por el tono en el que lo dijo, parecía un niño pequeño- ¿Si?

–Ándale, súbete a la cama - me miro y beso mis manos. Me ayudo a acostarme acción seguida, él también se acostó. Quedamos acomodados de cucharita, podía sentir su respiración en mi espalda y solo sonreí de saber que por mas que estuviera cansado, siempre se iba a preocupar por mi, aunque también se me hacía muy raro que soñara de nuevo eso. 

No tuve noción de cuanto tiempo estuve sin poder dormir pero por los pequeños sonidos que emitía Jos, pude saber que estaba ya dormido. Me gire para tenerlo de frente se veía tan tranquilo que un nudo se hizo en mi garganta.

Un bebé iba a llegar a cambiar, específicamente, su estilo de vida. Se supone que era responsabilidad de ambos cuidarnos pero no recuerdo realmente cuando fue la ultima vez que tuvimos relaciones.

Con mi dedo indice, recorrí suavemente para no despertarlo, cada espacio de su rostro. Suspire y con mi otra mano toque mi vientre.

–Vamos a ser papas... pero no tengo el valor para decírtelo pues me da temor como vallas a reaccionar. -Lágrimas salían por mis ojos y terminaban en la almohada, era tan cobarde que tenía que confesar las cosas mientras dormía. Sentí como me tomaban de la muñeca y entre en pánico. Abrió sus ojos con una expresión de asombro, no me decía nada pero estaba esperando que le dijera algo. 

–¿es verdad lo que dijiste? -mis labios se sellaron como puertas, no tenía ni siquiera valor para verlo a los ojos- te estoy hablando_______, ¿vamos a tener un bebé?

– perdón, enserio... -desvié la mirada para no ver su expresión, se había enterado de mi embarazo de la manera más inesperada posible- 

–¿porque pides perdón? -me obligo a conectar nuestras miradas y me sonrió, tan cálido como siempre y me consterne. - ¿no estás feliz? haber amor, entiende .... vamos a ser papas!

–¿no estas molesto por la noticia? -me extrañaba totalmente su  reacción, ¿como era posible que estuviera tan feliz? -

–No, ¿porque debería estar enojado? -se levanto de la cama y camino a mi lado para quedar incado con los codos sobre la cama- Me hiciste el hombre más feliz, voy a ser papá! 

Su sonrisa se hizo más grande cada vez que repetía esa palabra: "papá" .

–Eso quiere decir que... -se levanto y se acercó a mi vientre- hay una cosita hermosa dentro de ti, que es fruto de nuestro amor. -dentro de  mi sentí la mejor combinación de todas; me daba emoción que su reacción haya sido esa pero al mismo tiempo me sentía extraña de esta situación. - ¿cuándo te enteraste? ¿cuanto tiempo tienes? ¿ya sabes que es? 

–Me enteré hoy, no se cuanto tiempo tengo y no se que es -el tono de mi voz era algo neutral, no tenía sentimiento especifico en ese momento- 

–¿como te enteraste? - la mitad de su cuerpo estaba volando fuera de la cama, mientras su cabeza estaba recargada aun en mi vientre, sin dejar todos su peso en el -

–¿podemos hablar de esto mañana que regreses del trabajo? tengo sueño y tu debes descansar -hizo un puchero y por fin acepto, se acostó  pero ahora aun mas cerca de mi, me reí poco y deje que me abrazara- 

–Ni ganas me dan de ir mañana al trabajo, debería quedarme con mi novia y mi bebé -tal vez no hubiera sido tan malo después de todo haberle dicho.

–Debes ir, por favor. Créeme que ni él ni yo nos iremos a ninguna parte. -me fui quedando dormida y al sentir el cuerpo de Jos junto al mío, recordé lo feliz que me hacía sentir.

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 –Dame una buena razón para ir -llevábamos casi 15 minutos con lo mismo, al parecer hablaba enserio cuando dijo que se quería quedar conmigo en la casa- soy el jefe

–Por eso, porque eres el jefe debes ir. Aparte te necesitan en la empresa. -me siguió haciendo puchero pero no cedí- daddy tiene que ir... ¿no?

–Usaste el apodo en mi contra... -hace mucho tiempo que no le decía así, desde la última vez que fue en nuestro viaje a Amsterdam. - Tú también me necesitas y no pienso dejarte sola. 

–Jos, por favor ve al trabajo. No me quedare sola, si quieres dile a Fer y a tu mamá que vengan. Las esperas hasta que lleguen y juntos les damos la noticia, ¿te parece? -yo seguía diciendo que  este bebé le cambiaría el mundo totalmente a Jos. Tal vez a mi no tanto, porque yo podía estar con él sin problema, pero Jos es un importante hombre de negocios; se le iba a complicar ser papá y a la vez, seguir siendo él.

–Esta bien, les diré que vengan. -tomo su celular y les llamo diciéndoles que les tenía que decir una gran noticia, obvio ellas dos se emocionaron y se apresuraron en venir. Cosa que no teníamos planeada es que también mis papás me irían a visitar, papa antes de ir a su trabajo me quería preguntar si ya le había contado a Jos, para saber si él iba a responder o no.

Y ahí estábamos, Jos y yo sentados frente a nuestras familias. Me temblaban las manos de los nervios, volteaba a ver a Jos como esperando que les dijera a su familia porque la mía ya sabía.

–Bueno, no tenía esperado que ustedes vinieran, pero siempre serán bien recibidos en esta casa. -el ambiente no se relajo ni tantito- Bueno, como les dije, les tenemos una noticia. 

–Mis papas ya saben Jos -me miro con la boca abierta y solo asintió- 

–________ y yo, vamos a ser papas. -su mamá le sonrio demasiado y se vio como se le cristalizaron los ojos, de inmediato se levanto y fue a abrazarlo e incluso a llenarlo de besos, al final del día, era amor de madre. Fer también se levanto y lo abrazo, después ambas se acercaron a mi, me sonrieron y de la misma manera me abrazaron. Mis padres aun mantenían la mirada sobre Jos y sobre mí, mi papá se levanto y le ofreció su mano en señal de felicitación.

–En la empresa podrá ser mi jefe, pero ahorita eres el novio de mi niña, así que puede que suene duro, pero cuídala. Es lo más valioso que tenemos y sigue siendo difícil entender que ya es una mujer a su corta edad -pensé que le diría otra cosa, pero me equivoque. Después sonrio y abrazo a Jos. 

–No se preocupe, yo voy a responder a todas mis acciones con mucho una gran satisfacción. -se tuvo que  ir al igual que mi papá, entonces en la casa solo quedamos puras mujeres.

–¿y ya pensaron en algunos nombres?- fer hizo una pregunta al azar pero no se dio cuenta que había desatado una pelea de abuelas: mi mamá y la mamá de Jos. Cada una quería que fueran nombres de sus familias correspondientes, ellas solas se contestaban mientras fer y yo solo las mirábamos con cierto asombro.