–¡NOO! -el grito ahogado de Jos me sacó de mis sueños y me hizo despertar de golpe.
–Amor??.. - en cuanto cobro la noción de la realidad me abrazo, podía sentir el latido muy acelerado del corazón de Jos. Puse mis manos sobre sus hombros y acaricie su cabello- Tranquilo, fue un sueño - note que estaba bañado en sudor y escuche como ¿sollozaba? Me intente alejar de él para observar su rostro pero no me dejó- ¿Todo bien amor?
–¿Estás bien tú? - sentí como limpio algo de su cara y me soltó, levemente me tomo de los brazos y con una mano quito el cabello que tenía tapando mi vista-
–Sí, estoy bien pero ¿tú?- medio frunci el ceño tratando de ver con claridad que tenía pero aún estaba oscuro entonces prendí la lámpara del buro junto a la cama, vi la hora en mi celular y decía: 2:48 am.
Su respiración seguía muy agitada, se recostó con los brazos a sus costados y la mirada clavada en el techo de la habitación. Me recosté a su lado, colocando mi cabeza en su pecho y sentí como me abrazo.
–¿Que soñaste?. - la curiosidad me comenzó a dar pues no cualquier sueño te hace despertar de esa manera y menos bañado en sudor.
–Nada. - lo mire extrañada pero jamas me observó simplemente hacia sobre mi espalda con su dedo un signo de infinito. El sueño me fue ganando hasta que caí rendida al costado de Jos, de ahí ya no supe si se durmió.
Desperté primero.
Tenía al ser más maravilloso y dulce a mi lado, permanecía dormido y se veía sumamente tranquilo a comparación de lo que sucedió en la madrugada, seguía intrigada sobre cuál fue el sueño que tuvo.
Me levante de la cama y me puse una camisa de Jos, aunque no fuera una idea muy original hacerlo, me sentía bien teniendo una de sus prendas sobre mi cuerpo. Tomé la carta de comida y ordene el desayuno para los dos, tardo aproximadamente 5 minutos. La recibí y tenía la intención de despertar a Jos con el desayuno en la cama.
– ______?! - al parecer me había ganado y se había despertado antes de entrar a la habitación. Me acerque y lo vi desde el marco de la entrada- Pensé que... Me habías dejado -trato de hacer que sonará como risa pero se escuchaba angustiado.-
–Claro que no te dejare - me acerque a él y a gatas sobre la cama me senté en sus piernas- Ayer me asustaste, no sabía que te pasaba y no me quisiste decir.
– Prefiero no hablar del tema por favor - se levanto de la cama y se coloco el pantalón. Camino fuera de la habitación e ignoro lo que le dije, tomo la charola de comida y se sentó en la pequeña mesa que había. Se asomó levemente buscándome con la mirada, para que lo acompañara a desayunar, negué con la cabeza rodando los ojos y me senté frente a él. - Gracias por haber pedido el desayuno.
No contesté. Si se supone que ahora somos una pareja, debe haber confianza y esa actitud de Jos me molesto. Comencé a desayunar sin siquiera dirigirle la mirada, hasta que sentí que chocó levemente su pie contra mi pierna.
–¿Qué tienes? - levante la mirada y lo observe sin expresión en mi rostro- ¿No me vas a hablar? - mire a ambos lados y volví a bajar la mirada a mi plato. Escuche el sonido de la cuchara cayendo sobre la cerámica del plato pero no vi que hizo. De la nada mire en el suelo a Jos de rodillas ante mis pies buscando la conexión entre su mirada y la mía, cuando lo consiguió tomo mi mano y alzo las cejas. - No estés molesta conmigo.
–Haber Jos, si me molesto es porque se supone que nos tendríamos confianza, te pregunto que te paso anoche cuando despertaste bañado en sudor, todo agitado y gritando y simplemente me ignoras.
–No es que te ignore, solo que no quiero hablar tema, así que no necesito que me presiones. -me levante aun molesta con él-
–Pues espero que no te molestes cuando así yo te oculte las cosas Miguel. - aunque fuera algo "insignificante", vamos empezando esta relación formal y si no nos tenemos confianza ¿que nos espera más adelante?. Me metí al baño y abrí la llave, necesitaba que se me enfriara la cabeza para razonar bien lo que estaba haciendo. Antes de que me quitara la camisa de Jos, la puerta se abrió dejandome ver a su masculina y sexy silueta acorralarme en una pared. - ¿que quieres?
–Decirte entonces que soñé -parandome derecha, mi rostro quedaba exactamente en su cuello, así que no subi la mirada para no mantener contacto visual con él, al no obtener respuesta de mi parte se comenzó a molestar y lo sé porque observe sus puños y los tenía cerrados.
Del tiempo que llevo conociendo a Jos, se que en esta vida hay varias situaciones que lo sacan de sus casillas: #1 que no le salgan las cosas como las tenia planeadas, #2 que no le respondan, #3 que lo manipulen.
–Pues ya no quiero saber, si las cosas van a der así entonces cada quien con sus problemas y listo. - del enojo azotó ambas manos contra la pared a un lado de mi cuerpo, a lo que solo cerré los ojos del susto. - Te sales, me voy a bañar.
–Maldita sea ______, te estoy dando la maldita oportunidad de hacer conmigo lo que se te plazca y manipularme a tu antojo a lo que solo obtengo tu estupida respuesta de cada quien por su lado.
–Cuida tu vocabulario Miguel.
–Eso no dices cuando te follo o si?. - ahí entendí que no sólo era cuestión del sueño.
–A qué viene tu comentario idiota?. –ahora sí, lo vi directo a los ojos pero no eran los color miel, estaban distintos. Mantuvimos ese contacto por aproximadamente 15 segundos hasta que al parecer ambos lo necesitábamos, me lance a sus labios cosa que él accedió, acto seguido tomarme entre sus brazos y levantarme para enredar mis piernas en su cintura. Era una extraña combinación de necesidad y desquite de algo que era una minúscula discusión. Me recargo en la pared y nos seguimos besando de una manera que jamás había sucedido, cuando comenzó a bajar no sólo eran besos sino también leves mordiscos hasta llegar a los primeros botones de su camisa.
Me miró de diferente manera a la de noche: ayer era mi novio, hoy era mi daddy.
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I need you//Jos Canela y tú//2da temporada [EN EDICIÓN]
FanfictionPara entenderle necesitas leer la 1ra temporada [Daddy Please] Dónde todos tienen un futuro incierto, las reglas han cambiado, pero el juego es el mismo. No es culpa de quien se enamora, sino de quien sabe el peligro y aún así necesita el veneno de...