El rey no podía dormir. Eso era raro en él porque, aunque tendía a acostarse tarde, en cuanto se tumbaba siempre caía enseguida, sobretodo cuando estaba durmiendo entre la cálida presencia de sus esposos. En cada vuelta, el rey miraba a la puerta de la habitación.
- Pareciera que quisieras huir por ahí. - Pronunció Jin sorprendiéndole pero no sobresaltándole. - Es difícil dormir sin JiMinnie, ¿verdad? - Le dijo cuando ya llevaba varios minutos dando vueltas en la cama.
- Lo siento. No paro de moverme y no te dejo dormir. - Se disculpó JungKook.
- No me molesta eso. Sólo me preocupa que no descanses bien. - Aseguró Jin. - Vais a partir a la guerra en un par de días. Debes dormir bien. No creo que sea el momento adecuado para que NamJoon y tú estéis peleando por JiMin.
- No te preocupes por eso, Jinnie. Ese tema se ha zanjado esta noche. - Confirmó.
- Entonces, ¿no estás durmiendo mal por eso? - Le preguntó.
- No... no es eso.
- ¿Y por qué es? - Quiso saber el consorte real. JungKook suspiró.
- Olvídalo. Tienes razón, no debería estar pensando en otra cosa que no sea en la guerra. Estoy muy desconcentrado. - Declaró.
- Sabes que puedes contarme lo que sea, mi querido esposo. - Dijo acurrucándose contra JungKook.
- Jin... - ¿Cómo iba a decírselo? Quizá no se lo tomaba bien. Aunque era cierto que Jin era el más liberal de todos, él también era su primer esposo y tenía derecho a reprenderle y reprocharle más que nadie.
- JungKook, no me escondas nada. - Suplicó. - Lo que sea menos eso. - Era lo único que Jin no podía soportar.
- Hay... hay alguien más. - Dijo sin saber si Jin le entendería. Se sintió como un muchacho traicionando a su pareja de toda la vida.
- ¿Es atractivo? - Le preguntó Jin sonriente. - ¿Podemos compartirlo? - Bromeó. ¿Cómo podía ser así?
- Jin... ¿de verdad a ti no te importa?
- Siempre que no me dejes de lado por alguien más joven y atractivo. - Hizo un puchero infantil.
- Oh, Jin. Él es atractivo y tierno, pero jamás nadie será más atractivo que tú, ni más tierno que nuestro JiMin. - Pronunció acariciándole la mejilla con absoluto cariño. - Nada cambiará nunca entre nosotros. Sabes que te quiero. Eso siempre será así, pero...
- ¿Le amas de veras? - Quiso saber.
- No dejo de pensar en él. Pero quizá sea sólo un capricho. - Formuló.
- ¿Qué te detiene entonces?
- Es... es TaeHyung. - Confesó.
- Comprendo... - Murmuró Jin tras un momento, mientras se quedaba pensativo. - ¿Y el niño te corresponde?
- Es sólo un niño que ni sabe lo que es el amor. Aún sé como conquistar cachorrillos desorientados. Tú y yo ya somos viejos entendidos en esto.
- Vuelve a llamarme viejo y te las verás conmigo, gran rey de Silla. - JungKook rio ante las palabras de su esposo.
- ¿Vas a negarme ahora que tú y yo no somos ya unos entendidos en estas cosas, Jin?
- No lo niego. Tiempo atrás tenías amantes en abundancia. - Recordó.
- Y tú también. - Alegó el rey. - Pero esos tiempos pasaron y, ¿de pronto me he vuelto un celoso controlador? - Bufó. - Ahora que YoonGi se ha casaso, siento que me estoy haciendo mayor. ¿Acaso será por eso que me he encaprichado como un adolescente con TaeHyung? Todo esto no está bien. Es el esposo de mi hijo.
- Bueno, el príncipe YoonGi y yo no hace mucho que también teníamos una relación. - Comentó Jin. - Es casi justia poética.
- Eso era distinto. - Aseguró JungKook. - Sólo era sexo.
- ¿Qué tan seguro estás de que esto no es lo mismo? Tú mismo dices que tal vez sea un capricho pasajero. - Le preguntó Jin. - Quizá sólo estés demasiado ansioso y frustrado. Has estado tan ocupado ultimamente que no hemos podido complacerte adecuadamente.
- ¿Y eso que tiene que ver? - Formuló JungKook mentalmente cansado.
- Tal vez no sea amor verdadero, pero tampoco una simple ansia de sexo porque te resulte atractivo físicamente. - Planteó. - Entendería que tuvieras sentimientos hacia él. Ese chico es el vastago de la inocencia, hermoso y dulce. Yo no tendría nada que reprocharte. Si te satisfago y aún sigues queriendo huir por esa puerta hasta tenerle entre tus brazos descubrirás que no es sólo un capricho. - Propuso.
- Jin... ¿estás seguro?
- ¿Seguro de que puedo satisfacer a mi esposo? Sí. - Rió. - Estoy bastante seguro. - Dijo mientras se deslizaba bajo las sábanas. JungKook rió por el comentaeio y por cosquillas de sentir a Jin manoseándole desordenadamente.
- No me refería a eso. - Pronunció sin poder dejar de reír. - Quería decir que si estás seguro de que con este método voy a averiguar si se trata de un encaprichamiento o si... Ah... - Gimió el rey casi en un grito. - Por los dioses, Jin. No muerdas ahí. - De nuevo Jin rió y su garganta vibró haciendo las delicias del rey. - Oh... Jin... - Echó la cabeza hacia atrás. Tras unos segundos de disfrute tiró del brazo del consorte real y de un movimiento le colocó bajo él. Ambos se sonrieron. JungKook le besó con fuerza y le atrapó entre sus fuertes brazos. Jin correspondió sin dudar y desde entonces se dejó hacer.
- Puedes pensar en él si quieres. - Dijo Jin. JungKook le miró casi ofendido.
- Eso jamás. Eres un consortel real de Silla. No permitiré que se te falte al respeto de esa forma. Por supuesto yo tampoco lo haré. - Se aferró de su cintura atrayéndole. - Mi radiante esposo. Deja que te haga el amor. - Pidió con absoluto afecto. - Voy a tomarte con fuerza y a probar tu teoría. Sólo espero que a pesar de todo seas compasivo con este corazón desvencijado.
- Mi rey... ¡Ah! - Gimió al sentirse penetrado por su esposo. - Mi amor... Mmng... Como sea, siempre me tendrás a tu lado.
Besos, caricias, lamidos, mordicos y sexo bajo las sábanas entre esposos y amantes llenos de lujuria.
Jadeando, ambos se dejaron caer en la cama a plomo. Jin no dudó ni por un instante que JungKook sólo había pensado en él mientras le hacía suyo. Sin embargo, tampoco dudó, que tras su orgasmo, JungKook no había dejado de querer huir hasta donde se encontraba el joven TaeHyung.
- Te conozco. Quizá mejor que nadie en este mundo, JungKook. - Habló. - No puedo decirte que sea amor verdadero, pero está lejos de ser un capricho por frustración o estrés. Lo veo en tu ojos.
- Mas sigue siendo el esposo de mi hijo.
- Por joven que sea el muchacho, ambos sois adultos. - Le recordó. - TaeHyung toma sus propias decisiones. - El rey besó a su esposo y le deseó un dulce noche. Limpió y perfumó su cuerpo y, cuando salió por la puerta de su habitación de camino a su despacho, Jin ya estaba dormido.
Después de mucho esperar....Sabéis, los que sigáis mis otras obras que últimamente me está costando actualizar, pero hago lo que puedo. No significa que vaya a pausar nada.
Espero que os haya gustado este capítulo. Nos leemos en el próximo, que espero no retrasar tanto.
Un besazo!!!
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DINASTÍA [Múltiples shippeos]
FanfictionCorre el año 576 dC y los tres reinos de Corea: Silla, Goguryeo y Baekje parecen muy cansados de luchar. Silla ha ganado una gran fuerza en las últimas décadas y su rey, JungKook, arregla el matrimonio de su único hijo, YoonGi, con los hijos de los...