51 Sin esperanza

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- Majestad. - Un mesajero llamó a la puerta. - Traigo un mensaje de Goguryeo.

- Adelante. - El rey miró a su general con preocupación. El rey de Goguryeo ya debía saber que su hijo mayor había caído en batalla a manos del rey de Silla. Ignoraría el hecho de que lo había hecho por proteger a su hijo. Eso no importaba. En la guerra todo valía y JungKook estaba seguro de que el rey de Goguryeo no se rendiría y cedería para dejar sus redencillas a un lado. El rey tomó la carta de manos del mensajero y este se retiró con una inclinación.

- ¿Crees que parará? - Preguntó NamJoon su opinión.

- Sinceramente no. - Reconoció mientras abría la carta. - Rescatará lo que queda de sus tropas. Reclutará a todo hombre de su reino que pueda empuñar un arma y regresará más fuerte que nunca. Eso es lo que creo. Es capaz de destrozar su hogar por venganza. Diría que es esa clase de hombre. - Habló con rabia y pena. Abrió la carta finalmente y leyó. NamJoon guardó silencio mientras tanto. Tras un momento, JungKook tiró la carta sobre la mesa. Se frotó los ojos, parecía agotado.

- ¿Y bien? - Quiso saber NamJoon.

- No deja nada en claro. - Declaró el rey. - Por supuesto no iba a revelar sus planes con todo detalle. De hecho, ni siquiera creo que haya pensado en un plan aún. De momento sólo está enfadado. - Opinó JungKook. - Eso es lo único que queda claro en su carta llena de insultos y amenazas alocadas. - Se frotó los ojos de nuevo. - No sé qué hacer. - Confesó.

- Eso no te suele pasar. - Anunció NamJoon.

- Sólo quiero acabar con esto. Quiero vivir en paz. Llevo toda la vida luchando. Toda la vida en constante batalla con un reino y otro. Desde antes de ser rey, es el legado que me dejó mi padre antes de morir y es el que yo le he dejado a YoonGi. - Suspiró. - No es el que quiero para mi nieto. - Formuló. - No más.

- Lo comprendo.

- Pero ya no se me ocurre cómo pararlo. He intentado la diplomacia y la guerra. ¿Qué más puedo hacer? - Preguntó a su amigo.

- No quieres oír mi respuesta. - Pronunció NamJoon.

- Prueba. - Le insistió.

- Propuso un casamiento. Con su hija. - Le recordó. - Eso quizá apaciguaría...

- Él sólo quiere el reino. No quiere una unión, quiere un heredero. Los reyes de Silla han sido, son y serán siempre hijos de mujeres de Silla. De otro modo, ¿qué nos queda? - Planteó.

- Así ha sido siempre y ahora estás diciendo que siempre ha habido guerras también. - Expuso. - Dices que las cosas deben cambiar. Quizá si se unen los reinos...

- HoSeok y TaeHyung vinieron aquí para formar esa unión. ¿Lo has olvidado? - Pronunció el rey.

- Yo hablo de una unión real. Una unión bajo lazos de sangre. Un mismo rey para Silla y Goguryeo. - Pronunció NamJoon.

- Tendríamos el mismo problema con Baekje. - Señaló NamJoon.

- El rey de Baekje es más paciente y es mayor que el rey de Goguryeo y mucho más que tú. Tiene nietos ya. - Formuló. - Si sus nietos y los tuyos...

- Basta. Es una locura. - Le pidió que se detuviera alzando la mano entre ellos.  - Además, ya nada de eso importa. La concubina de YoonGi ya está embarazada. No puedo quitarle el derecho de gobernar a su primogénito. Y tampoco quiero. - Añadió.

- Sabía que no querrías oírlo. - Levantó las manos en son de paz y de nuevo JungKook se frotó los ojos debido al dolor de cabeza.

- No puedo permitir que más de mi gente muera. Tengo que hacer algo.

DINASTÍA  [Múltiples shippeos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora