- Majestad. - Un mesajero llamó a la puerta. - Traigo un mensaje de Goguryeo.
- Adelante. - El rey miró a su general con preocupación. El rey de Goguryeo ya debía saber que su hijo mayor había caído en batalla a manos del rey de Silla. Ignoraría el hecho de que lo había hecho por proteger a su hijo. Eso no importaba. En la guerra todo valía y JungKook estaba seguro de que el rey de Goguryeo no se rendiría y cedería para dejar sus redencillas a un lado. El rey tomó la carta de manos del mensajero y este se retiró con una inclinación.
- ¿Crees que parará? - Preguntó NamJoon su opinión.
- Sinceramente no. - Reconoció mientras abría la carta. - Rescatará lo que queda de sus tropas. Reclutará a todo hombre de su reino que pueda empuñar un arma y regresará más fuerte que nunca. Eso es lo que creo. Es capaz de destrozar su hogar por venganza. Diría que es esa clase de hombre. - Habló con rabia y pena. Abrió la carta finalmente y leyó. NamJoon guardó silencio mientras tanto. Tras un momento, JungKook tiró la carta sobre la mesa. Se frotó los ojos, parecía agotado.
- ¿Y bien? - Quiso saber NamJoon.
- No deja nada en claro. - Declaró el rey. - Por supuesto no iba a revelar sus planes con todo detalle. De hecho, ni siquiera creo que haya pensado en un plan aún. De momento sólo está enfadado. - Opinó JungKook. - Eso es lo único que queda claro en su carta llena de insultos y amenazas alocadas. - Se frotó los ojos de nuevo. - No sé qué hacer. - Confesó.
- Eso no te suele pasar. - Anunció NamJoon.
- Sólo quiero acabar con esto. Quiero vivir en paz. Llevo toda la vida luchando. Toda la vida en constante batalla con un reino y otro. Desde antes de ser rey, es el legado que me dejó mi padre antes de morir y es el que yo le he dejado a YoonGi. - Suspiró. - No es el que quiero para mi nieto. - Formuló. - No más.
- Lo comprendo.
- Pero ya no se me ocurre cómo pararlo. He intentado la diplomacia y la guerra. ¿Qué más puedo hacer? - Preguntó a su amigo.
- No quieres oír mi respuesta. - Pronunció NamJoon.
- Prueba. - Le insistió.
- Propuso un casamiento. Con su hija. - Le recordó. - Eso quizá apaciguaría...
- Él sólo quiere el reino. No quiere una unión, quiere un heredero. Los reyes de Silla han sido, son y serán siempre hijos de mujeres de Silla. De otro modo, ¿qué nos queda? - Planteó.
- Así ha sido siempre y ahora estás diciendo que siempre ha habido guerras también. - Expuso. - Dices que las cosas deben cambiar. Quizá si se unen los reinos...
- HoSeok y TaeHyung vinieron aquí para formar esa unión. ¿Lo has olvidado? - Pronunció el rey.
- Yo hablo de una unión real. Una unión bajo lazos de sangre. Un mismo rey para Silla y Goguryeo. - Pronunció NamJoon.
- Tendríamos el mismo problema con Baekje. - Señaló NamJoon.
- El rey de Baekje es más paciente y es mayor que el rey de Goguryeo y mucho más que tú. Tiene nietos ya. - Formuló. - Si sus nietos y los tuyos...
- Basta. Es una locura. - Le pidió que se detuviera alzando la mano entre ellos. - Además, ya nada de eso importa. La concubina de YoonGi ya está embarazada. No puedo quitarle el derecho de gobernar a su primogénito. Y tampoco quiero. - Añadió.
- Sabía que no querrías oírlo. - Levantó las manos en son de paz y de nuevo JungKook se frotó los ojos debido al dolor de cabeza.
- No puedo permitir que más de mi gente muera. Tengo que hacer algo.
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DINASTÍA [Múltiples shippeos]
FanfictionCorre el año 576 dC y los tres reinos de Corea: Silla, Goguryeo y Baekje parecen muy cansados de luchar. Silla ha ganado una gran fuerza en las últimas décadas y su rey, JungKook, arregla el matrimonio de su único hijo, YoonGi, con los hijos de los...