DINASTÍA [Múltiples shippeos]

54 Nacimiento

YoonGi daba vueltas nervioso por la habitación. Todo parecía haberse parado en el palacio. Incluso las obligaciones del rey se habían detenido y ahora esperaba junto a los demás en la lujosa habitación próxima a los aposentos de BoRa. Aunque aún no estaban todos allí porque NamJoon había partido en busca de HoSeok y TaeHyung quienes, nada más levantarse, habían ido a visitar a una aclamada modista a la que aún no habían conocido. Los muchísimos trajes que habían obtenido para el recién nacido no eran suficientes.

- Quieres tranquilizarte, hijo. - Le pidió JungKook sentado en uno de los amplios sillones. - Tú tardaste 9 horas en nacer desde que tu madre rompió aguas.

- Y tu padre estaba mucho más nervioso que tú ahora. - Recordó Jin divertido.

- ¿Pero por qué no puedo estar dentro con ella? - Quiso saber YoonGi golpeando el suelo con el pie.

- Porque no tienes idea alguna de como llevar un parto. - Le recordó JiMin.

- Las matronas están ocupándose de ella y tu madre está dentro cuidándola. - Confió JungKook. HyoJin había sido su amiga, confidente y prácticamente su madre desde el momento en que llegó al palacio. - Tu madre y las demás saben lo que hacen. No tienes de que preocuparte.

Todos ellos se alertaron cuando oyeron gritar a la parturienta. YoonGi estaba preocupado.

- BoRa lo resistirá, ¿verdad? - Pronunció a media voz. - Ella es muy menuda y joven.

- Es una gran mujer de Silla. - Mencionó JungKook. - Puede con cualquir cosa.

- Creo que eso lo dices tú, porque nunca has tenido que parir a nadie. - Opinó JiMin sufriendo un escalofrío. - No creo que yo fuera tan fuerte.

- Majestad, vos sois mucho más fuerte de lo que pretendeis hacernos pensar. - Aseguró NamJoon entrando por la puerta. JiMin sonrió con timidez. - Aquí están sus consortes, alteza. - HoSeok y TaeHyung entraron tras el general.

- Había unos tejidos tan hermosos para el bebé, YoonGi. - Comentó TaeHyung. - Unos colores tan bonitos.

- El bebé no tendrá tiempo para ponérselos todos, me temo. - Declaró Jin riendo. - Creo que ya tiene demasiados.

- Lo sé, pero... - Al dirigirse a Jin, sin querer cruzó la mirada con el rey. - Sí, puede ser que me haya excedido un poco. - Corrigió TaeHyung desganado. Su tono de voz había cambiado mucho al ver al rey. Todos lo habían notado, todos sabían por qué y nadie dijo nada. TaeHyung bajó la cabeza y se puso cerca de la esquina más alejada de él.

- ¿Cómo está ella? - Preguntó HoSeok haciendo lo imposible por desviar la atención. Se había encargado de hacer eso cada vez que las cosas se ponían tensas cuando se reunía la familia.

- No me dejan entrar. - Se enfurruñó YoonGi, sentándose cerca de TaeHyung, pero sin tocarle siquiera. Tampoco era necesario provocar al corazón malherido de su padre. Había muchos en palacio que rumoreaban, y no estaban del todo desencaminados, que las dolencias del rey eran debidas a que sufría de mal de amores.

- Claro que no te dejan entrar. - Formuló HoSeok. - No tienes conocimiento alguno para ayudar ahí dentro.

- Eso mismo le dije yo. - Apoyó JiMin. Se oyó de nuevo un grito de BoRa. Sus contracciones parecían ser más recurrentes.

- Deja que se encarguen y pronto podrás cargar a tu hijo en brazos. - HoSeok también se colocó cerca de YoonGi. - O hija. - Suerte que la habitación no era excesivamente grande o se habría notado mucho la forma en la que TaeHyung se distanciaba.

- Y en caso de que sea varón, será tu hijo y el futuro príncipe y rey de Silla. - Les recordó NamJoon orgulloso. A quien se le hinchaba el pecho por el hecho de presenciar un acontecimiento tan honorable como aquel. - Majestad. Agradezco que me permita permanecer junto a su familia en estos momentos. - Se inclinó solemnemente. JungKook no había dicho nada desde que TaeHyung había entrado y, como conocía muy bien al general, se limitó a hacer un gesto informal con la mano. No tenía ganas de más. No se encontraba muy bien en ese momento.