71 Beso en el campo de batalla

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JiMin, al fin a salvo, corrió con la pequeña en brazos hasta NamJoon. JungKook también se colocó a su lado, asistiéndole.

- Majestad. - Susurró el general herido. - ¿Qué hacéis aquí? - Pronunció débilmente intentando un tono de reproche.

- Hemos venido a salvarte. ¿No lo ves? - Formuló JungKook mientras le ayudaba a sentarse. - Normalmente yo diría "gracias". - Bromeó.

- Habéis puesto la vida de su familia en peligro por un simple soldado como yo. - Parecía casi molesto mientras dejaba caer su peso inevitablemente sobre el cuerpo de su amante que le abrazaba.

- ¿Un simple soldado, dices? - Proclamó JiMin ofendido. Nadie tenía permitido hablar así de su amor, ni siquiera él mismo.

- ¿Por qué no habéis traido al ejercito? - Preguntó. - Ellos podrían...

- Este es el bosque del rey. - Le interrumpió. - Mi bosque. Nadie conoce este bosque como la familia real.

- Por mis ancestros. ¡Qué disparate! - Tosió al exaltarse, pero continuó con la reprimenda. - ¿En qué estábais pensando, mi rey?

- No lo pensamos demasiado, en realidad. - Alegó JungKook. - Es lo que pasa cuando alguien de tu familia está en peligro. - NamJoon tuvo que callar. Era su rey, pero también era su mejor amigo, el hombre con el que se había criado, su hermano. - Vamos a casa. Estas hecho un asco. - Volvió a bromear, pues a JungKook no se le daba bien ser demasiado intenso demostrando sus sentimientos. JiMin, que quizá era todo lo contrario, sonrió a los dos amores de su vida.

- Sí, Nam. Vamos a casa. - Sonó casi como una súplica. JungKook cogió al bebé y JiMin pudo avalanzarse a llorar en los brazos de NamJoon. Había pasado un miedo atroz al pensar que podía perderle.

- Tranquilo, mi vida. Ya ha pasado. - NamJoon acarició su mejilla y el consorte real alzó el rostro hasta besarle. Era extraño de ver. Un beso en medio de la lucha, con un enemigo aún vivo. Pero la vida nos lleva por situaciones extrañas y aquel beso debía de ser dado. Debía de ser recibido y entregado con la solemnidad y el amor que sólo dos amantes como ellos podían dar.

YoonGi consiguió alcanzar al grupo pocos segundos después de que la pelea terminase, tras descender rápidamente de aquel denso árbol. Mientras JungKook iba hacia el general, contempló como HoSeok sostenía la espada con firmeza contra el cuello del derrotado. Pero YoonGi no permitiría que HoSeok asestase un golpe mortal y quitara una vida. No quería ese peso para el dulce corazón de su esposo. Sabiendo como era, le evitaría mucho sufrimiento.

- HoSeok. - Le llamó cuando estaba ya muy cerca de él. - Ya ha acabado. Aparta la espada. Hemos vencido. - Le hablaba con calma, pues sabía que su esposo tenía una lucha interna ahora. Parecía no poder mover ni un músculo y tener los pies anclados al suelo. YoonGi había tenido, tiempo atrás, que pasar por lo mismo que estaba pasando ahora su esposo. La indecisión y el miedo de quitar una vida, de matar por primera vez. Sólo que él no tuvo tanto tiempo para pensárselo y tuvo que matar primero para no acabar muerto él. Después de esa primera vez, mató a muchos más en la guerra, y cada vez dolía menos. - Yo lo haré. - Dijo alcanzando la muñeca de su esposo y haciendo que apartara su espada. HoSeok finalmente le miró algo conmocionado, el príncipe le devolvió una sonrisa serena. - No quiero que tengas que pasar por esto, mi amor. - Declaró. HoSeok consiguió salir del trance de sus pensamientos y dar un paso atrás. Al hacerlo, puso un gesto de dolor por su pierna herida. - ¿Estás bien? - Dijo el príncipe preocupado.

- No es nada. - Aseguró. YoonGi desenvainó entonces su propia espada y la puso contra el cuello del hombre arrodillado.

- Se acabó. Tu compañero ha caído por mi flecha y es tu turno. Has perdido y te torturaría durante horas si no estuviera cansado de todo esto y quisiera volver a casa. - Formuló el príncipe con un tono radicalmente distinto al que había usado para dirigirse a su esposo.

- En realidad, yo tengo otros planes. Vivirás. - Proclamó el rey sorprendiendo a todos. - Y le enviarás a tu señor, el rey de Goguryeo, un mensaje de mi parte. Sé lo que significará esta derrota para él, nada. Porque ni tú ni tu compañero sois nada para él. - Concluyó. - No parará. Nunca dejará de buscar la guerra que yo llevo tanto tiempo tratando de evitar. Quiere mi territorio, mi trono y el poder de mi pueblo y sólo parará cuando se encuentre totalmente derrotado o más bien muerto. Yo también estoy cansado de todos sus juegos y trampas. Primero intentó matar a mi hijo, que una vez fue el suyo. - Dijo refiriéndose a HoSeok. - Arriesgó y perdió a su primogénito en la batalla para herir al mío. Y ahora secuestra a mi general para intentar llevarse a mi nieta que no es más que un bebé. Estoy harto de aguantar sus cobardes ataques. - Pronunció enfadado. - ¡Se acabó! ¿Quiere guerra? Pues eso es lo que tendrá.

- Padre... - Se sorprendió el príncipe.

- JungKook... - JiMin no podía creerlo, pero sabía bien que el rey no tenía otra alternativa. Ya lo había intentado todo y nada había detenido al salvaje rey de Goguryeo. Aún sentados en el frío y húmedo suelo del bosque, porque NamJoon no podía ponerse de pie, le abrazó con tristeza para ser consolado.

- Con BaekJe del lado de Silla reduciremos Goguryeo a una montaña de cenizas. - Sostenía a su nieta en brazos mientras hablaba y cada palabra que decía lo hacía por ella. Por doloroso que fuese, un hombre como JungKook debe tomar horribles decisiones y haría lo que tuviera que hacer para proteger a su familia y a su pueblo. Cuando colmas la paciencia de un poderoso rey, las consecuencias puedes ser devastadoras.

- Bien. Entonces he cumplido mi misión. - Pronunció el secuestrador. - Eso es lo que mi rey quiere.

- ¿Estás seguro? Él lo que quiere es vencerme. Y eso es algo que no conseguirá jamás. - Declaró furioso. Sacó de su cinturón un cuchillo y se acercó al hombre haciéndole un profundo y largo corte en la mejilla. - Así cada vez que te mires al espejo sólo podrás pensar en mí y en que yo te perdoné la vida, si es que no te la quita tu rey cuando llegues a Goguryeo. - Pronunció con un tremendo desprecio. - Y ahora largo de aquí. Fuera de mi bosque. Ve a entregarle el mensaje a tu rey. Márchate de mi reino y si te vuelvo a ver, juro por todos los reyes de Silla, mis antepasados, que sufrirás el peor de los tormentos inimaginado.

Se acaba!!!! Queda únicamente un capítulo final que voy a publicar en unos momentos!!

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Se acaba!!!! Queda únicamente un capítulo final que voy a publicar en unos momentos!!

Y también, en unos minutos voy a publicar el capítulo de mi nueva obra que será.......

¡¡¡¡SEDUCCIÓN DE SIRENA!!!!

Sí, esta ha sido la obra ganadora. Espero que os guste mucho y que nadie se decepcione. A los que votasteis otra obras, que nadie se preocupes, las publicaré más adelante!!!

Vamos a por el siguiente y último capítulo. También queda un pequeño epílogo, que es más bien una refoexión propia jejejej

DINASTÍA  [Múltiples shippeos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora