61 Uno u otro

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- ¡Maldito caballo! - Expresó el rey enfurecido. - Pienso ejecutarlo de inmediato.

- ¡No! - Exclamó TaeHyung. - Sólo se asustó. - Disculpó al pobre animal. - Una roca de la montaña se deslizó ladera abajo y cayó a sus pies asustándole.

- Como sea... - Gruñó JungKook. - No volverás a subirte a ese animal. - TaeHyung bajó la cabeza enfurruñado. El caballo no tenía la culpa de lo que había ocurrido. Había sido sólo suya. No debió marcharse de esa forma. Y para colmo de males, aquello no sólo no había despejado sus dudas, sino que seguía igual de confundido, YoonGi y JungKook debían estar aún más molestos con él y entre ellos y, para empeorarlo todo, se había roto la pierna. Ahora sí que no sabía que hacer. Se encontraba en medio de una pelea de titanes, entre un padre y un hijo, entre un príncipe y un rey. Una pelea que él mismo había provocado sin quererlo.

De momento se sentía a salvo. Iban de vuelta al palacio y, aunque algunos pocos habían visto la enternecedora escena que había peotagonizado en los brazos del rey, delante de la mayoría de la gente debían guardar las apariencias. Por eso, YoonGi le llevaba en su caballo ahora y, por ello, el rey estaba más molesto aún, razón por la que le había dado por echarle las culpas de todo aquello al pobre animal a sabiendas de que la culpa era sólo de ellos tres. El caballo iba despacio con una gran escolta. La pierna de TaeHyung entablillada y cuerpo muy tieso. En otras circunstancias, TaeHyung se habría recostado en el pecho de su esposo cómodamente, pero el rey estaba mirando y él ya no sabía a quien estaba traicionando su corazón. Él sentía algo por los dos. De forma distinta, los amaba a ambos, así que concluyó que simplemente se estaba traicionando a sí mismo al obligarse a pensar en querer estar sólo con uno de los dos. Pero, igualmente, YoonGi era su esposo. Le debía ese respeto, esa lealtad.

La mirada huidiza del rey al salir de los aposentos del príncipe, donde sólo quedaron TaeHyung, YoonGi y HoSeok, fue muy doloroso para el menor. Se obligó a no llorar.

Si antes era ciego, YoonGi ahora veía más claro que nunca. Durante un bastante tiempo, había querido ignorar la verdad. De momento todo se había inclinado a su favor porque, durante y tras su convalecencia por la herida sufrida en batalla, TaeHyung se había mantenido a su lado, dando de lado al rey. Pero ahora él se había recuperado y sabía que había sido el rey quien había sufrido por la ausencia de TaeHyung. Ahora estaban bien, más o menos. La balanza estaba equilibrada y TaeHyung no lo aguantaba más. YoonGi ahora veía esas cosas. Ya era inevitable. El príncipe apretó los dientes sabiendo que, si decía algo, su propio corazón acabaría partiéndose en pedazos. Pero si callaba más tiempo, habría más corazones rotos que el suyo. ¿Podía ser egoísta, callar, aguantar para mantener a TaeHyung a su lado? YoonGi podía ser fiero, podía ser un poco torpe socialmente a veces, quizá por haberse criado en un palacio con centenares de personas que le bailaban el agua desde bebé, pero no haría nada que pudiera dañar a aquellos a quien amaba. No intencionadamente, al menos.

- Deberías descansar, Tae. - Fue HoSeok el que habló primero. Él ya había optado por finjir que no se enteraba de nada. Al descubrir la verdad sobre el rey y TaeHyung, se había enfadado mucho, lo había sentido como una traición al hombre que él amaba. Seguramente lo era, pero ahora que sabía que lo que sentía TaeHyung era amor de verdad y no un capricho pasajero, no se sentía con derecho a reprocharle nada. Nadie elige de quien se enamora. - Con lo que te ha dado el sanador seguro que pronto sientes menos dolor.

- Sí, eso suena bien. - Dijo hundiéndose entre la multitud de mullidos cojines.

- Cámbiate la ropa primero. - Formuló YoonGi. - Estarás más cómodo.

- Bueno... si me ayudas. - Pronunció con una sonrisa melosa. No sólo necesitaba ayuda de verdad por la pierna rota, sino que, ya que estaba, podía aprovechar para que YoonGi le mimara y, además, así comprobaba cuán molesto podía estar.

DINASTÍA  [Múltiples shippeos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora