Despertar, desprovisto de ropa, sobre el cuerpo desnudo del hombre al que amas es lo más cerca que puede estar alguien de la felicidad plena. Así despertó HoSeok esa mañana. Con los fuertes brazos de YoonGi rodeándole. Y a su otro lado, justo en frente del suyo, el rostro amable, relajado y hermoso de TaeHyung. HoSeok acarició con el dorso del dedo su suave mejilla esculpida en delicada porcelana. El menor se removió muy ligeramente.
- Jung... - El susurro escapó de sus dormidos labios creando un nudo en la boca del estómago de HoSeok. Sólo había un nombre en el que pudiera estar soñando TaeHyung. Rezaba porque YoonGi siguiera dormido y no lo hubiera oído. Levantó la cabeza y le miró, parecía dormir plácidamente. Se incorporó suavemente y de igual forma le besó en los labios. Tan sútil, que prácticamente sólo le rozó. Tampoco despertó, y eso que YoonGi era de fácil despertar, así que estaba profundamente dormido. La noche anterior habían estado jugando hasta tarde bajo las sábanas. Después de complacer con creces a dos jóvenes sedientos de su afecto, habría quedado agotado. Suspiró aliviado. Por un instante pensó que TaeHyung tenía que encontrar la forma de evitar decir esas cosas, pero para eso debía dejar de estar enamorado del rey. Cómo si eso fuera algo que se pudiera cambiar voluntariamente.
Se levantó silenciosamente con esos pensamientos y empezó a vestirse. Por vez primera, sintió lástima por Tae. Había sido duro con él en el pasado, cuando debió ser compasivo. Había hecho cosas que no estaban bien, entregándose a deseos prohibidos, pero su amor por el rey era sincero. Estaba claro que también tenía sentimientos por YoonGi. Lo suficientemente intensos como para entregarse a él con gusto y mil pasiones, pero no para pronunciar su nombre en sueños. Pobre TaeHyung, pobre YoonGi, pobre rey...
Unos golpes en la puerta le sorprendieron. Pero más sorprendieron a YoonGi y a TaeHyung, que se abrazó a su esposo, asustado.
- ¿Quién...? - Pronunció YoonGi adormilado.
- YoonGi. Soy yo. - Sonó la voz del rey al otro lado de la puerta. - Voy a entrar.
- Espere, padre... - Dijo atontado. Gracias a los dioses, HoSeok estaba ya despierto y actuó con la rapidez suficiente como para echarles una de las sábanas por encima y cubrir su desnudez justo antes de que el rey entrara. - ¡Padre! - Exclamó YoonGi. - Le dije que no entrara.
- ¡Oh! - Expresó. Y observó la situación desde la puerta por un incómodo instante creando un largo silencio. - No creí que aún estaríais en la cama. - TaeHyung se encogió. Quería que la tierra se lo tragara. Por respeto a su padre y por vergüenza, se separaron todo lo que les daba la cama.
- Es cierto que se nos han pegado un poco las sábanas, pero lo que me extraña es que sea usted quien esté tan vital tan temprano. - Era cierto que últimamente se había estado sintiendo mejor, desde que habían nacido los pequeños, de hecho. Le habían dado fuerzas renovadas. Hasta hacía poco era YoonGi quien tenía que ir a levantar a su padre de la cama.
- Supongo que estoy mejorando últimamente. - El rey se vio con una expresión jovial al encogerse de hombros de forma desenfadada. Aunque si seguía viendo al hombre al que amaba en la cama de su hijo iba a sufrir una de sus bajadas de tensión y ánimo. - Dáos prisa en alistaros e ir a mi despacho. - Dijo con severidad. - Tengo algo importante que comentaros. - Los tres se miraron unos a otro.
- ¿Todos? - Preguntó YoonGi.
- Sí, a los tres. - Afirmó. - Y no tengo todo el día. No son horas de estar en la cama para un príncipe. - Formuló con firmeza justo antes de dar media vuelta y marcharse.
- Eso ha sido... incómodo. - Pronunció YoonGi tras unos pocos segundos de silencio. TaeHyung gimoteó encogiéndose. Aún no se había librado del susto. Una cosa era saber que el hombre al que quieres tiene un esposo con el que se acuesta y otra muy diferente es tener que ver escenas de esa índole. YoonGi vio su gesto angustiado, pero lo ignoró para no hacerse más daño.
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DINASTÍA [Múltiples shippeos]
FanfictionCorre el año 576 dC y los tres reinos de Corea: Silla, Goguryeo y Baekje parecen muy cansados de luchar. Silla ha ganado una gran fuerza en las últimas décadas y su rey, JungKook, arregla el matrimonio de su único hijo, YoonGi, con los hijos de los...