número diez

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Algunas veces su madre le decía a Jungkook que consiguiera una linda Omega y formara una gran y fuerte familia con ella. Pero Jeon se negaba, el estaba demasiado concentrado en su trabajo, no tendría nada de tiempo para una pareja, y sobre todo si está se ponía espacial al no darle atención.

Su última relación fue bastante mal que no le quedaron más ganas de otra.
Pero eso se podía arreglar, pensaba cuando miraba aquellos ojos rasgados color miel que veía de vez en cuando.

Había conseguido una nueva encargada, era una señora, anciana como la otra, solo que con más años, pero era bastante amable, y le hablaba con cariño a todas las personas que le respondieran bien. Le había que se encargará sobre ciertas cosas, pero sobre todo que cuidara a TaeHyung, el Omega, porque era especial, que le cuidara de su ausencia porque siempre estaba metido en problemas con sus demás compañeros.

La anciana gustosa dijo que el lo cuidaría, que también ella tenía un pequeño Omega varón, solo que se había ido a estudiar a otro país.

Ya tenía la señora una semana de encargada y ella manejaba todo a la perfección, le tomo cariño a cada uno de los empleados a quienes les hablaba como si fueran sus hijos.

—Oye, ya es la tercera vez que comes en esta hora, –se burló un chico de TaeHyung, riéndose con sus compañeros.

El Omega frunció el ceño, era mentira, solo habían sido dos veces porque en la mañana no había desayunado, más que un vaso de leche. Bajo su mirada triste por el comentario.

—Debes intentar adelgazar, o nadie se fijará en ti, –rió Han pasando a su lado solo para desordenar su cabello bruscamente.

Y después todos comenzaron a hacer horribles comentarios sobre TaeHyung, su casta, su peso, su físico, su apariencia...

—¿Que les pasa? –preguntó molesta una voz. La nueva encargada, con el entrecejo fruncido —Son un par de chicos groseros.

Con más razón se quedaron en silencio y un chico hizo una mueca de sorpresa, y otro también notandose ardido.

La señora se sentó frente a TaeHyung regalándole una bonita sonrisa.
—Hola cariño, ¿Todo está bien?

El Omega le sonrió con tristeza, asintiendo. Aunque también alcanzo a ver las lágrimas que se estaba conteniendo. —Gracias, no tenía porque hacer eso– le dijo. —Sé defenderme...

La anciana le observó, —Lo siento cielo, no lo volveré hacer.

TaeHyung comenzó a jugar con los cubiertos sobre su plato, dudando si comer por el comentario que había hecho el chico. Algo que la encargaba notó rápidamente.

—No le des importancia a los comentarios tontos de los demás. Todos aquí son una bola de tontos que no se detienen a pensar el daño mental que les causarán a los demás con sus comentarios inmaduros.

 𝑹𝒆𝒑𝒐𝒔𝒕𝒆𝒓𝒐 ✧ ᴋᴏᴏᴋᴛᴀᴇ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora