✧ Después de experimentar el sentimiento de la felicidad con Jungkook, le daba igual como fueran sus tratos hacía él.
Porque después de todo, con Jungkook, siempre sería feliz, o al menos eso era lo que le había prometido.
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Ese día su ánimo era el mejor, ya que el día anterior había pasado la mejor tarde y noche de madre e hijo. Y su progenitora por supuesto que le había dado esos típicos consejos, algo que le hizo sentir mejor porque eso era lo que necesitaba.
Por la tarde, algo fría, pero calurosa en la repostería para Kim, por lo solía usar ropa corta, como por ejemplo un short color café, nada corto, le llegaba a las rodillas, ya que no podían usar ropa "provocadora" en el restaurante.
La hora de la comida se estaba acercando por lo que rápidamente lavo los utensilios sucios manchados de glaseado de colores, aquel día si tenía mucho apetito, demasiado, secó sus manos y se quitó el mantel que estaba en su cintura, tomando los charolas que estaban en la encimera y que uno de sus compañeros había olvidado ahí.
Le ánimo un poco el poder entablar una perfecta conversación con uno de sus compañeros y que este le haya respondido amablemente y con una sonrisa, por lo menos unas sincera. Aunque el no pensaba dirigirle la palabra a nadie ya que con sus malas miradas era suficiente como para dejarle en claro que ni siquiera les diera los buenos días. No era como si se sintiera tan mal por eso, no, no se iba a morir, maldición, podía estar solo y podía estar perfectamente feliz, ya que solo necesitaba a su familia.
O era cuestión de que su corazón atrapará a la persona indicada como para no dejarle dormir o traer el estómago lleno de mariposas y su lobo interno feliz porque le gustaba alguien. Pero lo chistoso era que, no le llamaba nadie la atención, resultaba que HoSeok le quitó las ganas de todo, y sobre todo las ganas de una relación, porque seguramente sería como la que tuvo que él. Y pues no estaba para eso, se descuido demasiado en aquel tiempo y creía que era de tiempo cuidar su físico y aspecto y no estarse comiendo de los nervios y aquellos pensamientos hasta las cuatro de la madrugada.
Tomo con una mano la charola que habían olvidado, para con la otra abrir la repostería, dispuesto a pasar, pero frente a él paso un Jungkook concentrado con unos lentes leyendo en sus manos un puñado de papeles.
Hace varias semanas que no veía al Alfa y estaba ansioso por saludarlo. Con una sonrisa estuvo dispuesto a salir de la repostería pero un empujón le hizo caer fuera.
—Deberías tener más cuidado –rió su compañero dentro de la repostería.
Al momento de caer su tobillo se doblo haciéndole caer instantáneamente, las charolas cayeron al suelo resonando con fuerza así como su cuerpo caer en el suelo, llamando rápidamente la atención de Jungkook, quien volteo con las cejas arqueadas. TaeHyung soltó una risita nerviosa por haber hecho contacto visual con el otro, para después soltar un gemido de dolor al intentar apoyar su pie para pararse, fallando en el intento.
Jeon dejó caer los papeles que estaban en sus manos para ir hasta el Omega quien intento volver a pararse, y cuando estuvo cerca TaeHyung intento retroceder. —¿Qué sucedió?– preguntó preocupado extendiendo ambas manos para que el otro las tomará. —¿Qué pasó?– cuestionó mirando al chico que estaba en la respondería.
