✧ Después de experimentar el sentimiento de la felicidad con Jungkook, le daba igual como fueran sus tratos hacía él.
Porque después de todo, con Jungkook, siempre sería feliz, o al menos eso era lo que le había prometido.
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Un débil quejido salió de sus labios, abriendo sus ojos lentamente intentando enfocarlos, humedeció sus labios secos así como su garganta, notó que estaba en un colchón grande y limpio en el suelo.
Y al creer que todo se trataba de una pesadilla, supo que no estaba en su hogar, sino en una habitación grande, vacía y fría.
—¿Qué? –susurró asustado y horrorizado.
Se volvió a quejar por el fuerte dolor en su cuello y espalda por la mala posición en la que estaba, quiso levantar sus manos para poder sobar la zona pero hizo una mueca asustado cuando encontró a estás atadas con unas esposas, también sus tobillos y de ahí la cadena se enganchaba al suelo.
Movió sus muñecas con las esposas unidas y comprobó que eran fuertes y por más que intentará jamás lograría quitar. Tampoco hablar de las que sujetaban sus tobillos, estaban firmes y apretaban con fuerza impidiendo que la sangre circulará en aquella zona provocando un fuerte picazón y dolor insoportable.
Quiso fallecer al verse en aquella situación. Forzó las esposas a qué soltaran sus muñecas pero su cuerpo al estar débil resultó cero imposible. Comenzó a sollozar frustrado sin saber que hacer, removiendo su cuerpo bruscamente sobre el colchón intentando liberar sus extremidades, dejando todo el dolor en su cuerpo.
Levantó la mirada sin importarle el dolor en su cuello y el fuerte e insoportable dolor de cabeza, comenzando a buscar algo desesperadamente con mirada.
Notó una silueta parecida a la de Jungkook recargada en el contorno de la puerta. Su labio inferior tembló, —A-alfa... –le llamo sollozando. —Kookie, q-quítame esto...
El tipo azabache rápidamente levantó la mirada guardando su teléfono, mirando hacia el Omega quien estaba temblando sobre el colchón sollozando. —¡Jaehyun! –le gritó fuerte a su compañero. —Dile al jefe que el Omega ha despertado.
TaeHyung intento patalear pero sus tobillos estaban unidos por igual dos esposas impidiendo cualquier movimiento.
Seojoon llegó después con Jaehyun a pasos lentos, palmeo la espalda del tipo azabache dando a entender que cerrarán la puerta, por lo que obedeció.
Se acercó lentamente, poniéndose de cuclillas mirando con una corta sonrisa al chico sobre el colchón, quien al notar su presencia rápidamente se tenso y sus lágrimas pararon, intentando retroceder inmediatamente, luciendo asustado.
—¿Cómo te sientes?– preguntó el Alfa tranquilamente.
TaeHyung se quedó en silencio sin poder verlo a los ojos, ignorado su pregunta.
—Ahora mismo traerán tu medicamento, –susurró tomándose la confianza para acariciar la mejilla de Kim quien gruño bajito.
—¿Cuánto tiempo llevo aquí?– preguntó el morenito con su voz rota.
