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Para suerte de TaeHyung había entrado un chico amigable como su compañero de repostería, un pequeño Alfa alto y de piel blanca, con su cabello castaño, decía que era pequeño porque era mucho menor que Kim. Su nombre era Soobin y era la persona más amable del restaurante con la que había hablado, o la que había conocido.
No era como los demás empleados que había, jamás le escucho decir malas palabras o hablar sobre un tema de doble sentido. En la hora del descanso siempre se sentaba a su lado, y hablaban sobre cosas divertidas.
Pero recordaba que una vez estuvo demasiado pegado al chico y llegó Jungkook repentinamente, mirándolos seriamente y con unos celos que se notaron en sus ojos y como apretó sus puños. Se había asustado aquella vez y esperaba que jamás volviera a suceder porque le daba miedo la fría mirada que le daba y el tono de voz que usaba cuando hacía algo que no le gustaba.
Cambiando de tema, ya era una costumbre que Jungkook siempre llegará a la hora de la salida por el Omega para llevarlo a su casa.
—Ve a el auto, allá te espero, –le dijo pasando a su lado envolviendo su brazo en su cintura haciendo al otro sonrojarse fugazmente. —Voy por unos papeles a mi oficina.
TaeHyung obedeció simplemente con una sonrisa dándose la vuelta saliendo del restaurante yendo hasta el auto, tomando asiento y poniendo su bolso encima de su regazo, esperando pacientemente a el azabache, tarareando o simplemente olfateando todo el lugar porque estaba lleno del excitante aroma del hombre.
Miro atentamente a la persona que se puso enfrente de la camioneta con una expresión de enojó. Rodó los ojos cuando le vio acercarse.
—Que descarado, –soltó la Omega pelirroja apretando la mandíbula.
TaeHyung levantó una ceja, pidiendo una explicación. —¿Se te ofrece algo?
La chica le miro con una rara mueca, poniendo su mano sobre su cintura marcada.
—Resulta que tengo un grave problema contigo.El pelirubio parpadeo confundido.
—¿Que problema? Si jamás he conversado contigo...La mujer negó sin poder creerlo, con una sonrisa molesta. —Sabias perfectamente que Jungkook tenía atracción por mí, e interferiste, entre nosotros, lo que teníamos.
Entrecerró sus ojos sin poder creerlo.
—¿De que estás hablando? No tiene una lógica, –rió fastidiando a la otra.—Jeon tenía atracción por mi y todos lo sabían, era más que obvio. Todo estaba resultando tan bien pero solo llegaste a meterte tú, gracias por arruinarlo, todo por tu tonta casta que causa lastima.
«Somos de la misma casta» pensó TaeHyung queriendo reír, aunque el era varón y pues ella era hembra. Pero seguían siendo de la misma casta.
—¿Arruinar qué?
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𝑹𝒆𝒑𝒐𝒔𝒕𝒆𝒓𝒐 ✧ ᴋᴏᴏᴋᴛᴀᴇ
Random✧ Después de experimentar el sentimiento de la felicidad con Jungkook, le daba igual como fueran sus tratos hacía él. Porque después de todo, con Jungkook, siempre sería feliz, o al menos eso era lo que le había prometido.