✧ Después de experimentar el sentimiento de la felicidad con Jungkook, le daba igual como fueran sus tratos hacía él.
Porque después de todo, con Jungkook, siempre sería feliz, o al menos eso era lo que le había prometido.
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La madre del Omega, estaba eternamente agradecida con el buen Alfa que le había ayudado con el incidente de su pequeño hijo, le pedía a su hijo que lo invitará a cenar pero TaeHyung le dijo que era un tipo ocupado y no tendría tiempo de hablar con él, su madre le entendió agradeciéndole a la diosa luna porque aún haya gente buena.
TaeHyung junto con sus mamá hicieron las cuentas de lo que tenía que pagar el rubio, buscaron los medicamentos y notaron que estos no estaban a la venta libre y su costo era elevado, sumo ese resultado más el dinero que debía pagar porque le hayan atendido en un lugar privado, los colores se le vinieron a la cara, y su madre le dijo derecha que le debía pagar cada centavo, aún que tardara, que debía pagarle todo al Alfa.
La señora Kim cuido bien de su tesoro, de su hijo, ayudándolo a cada cosa para que su lesión mejorará, llegaba puntual su madre para darle su medicamento, para después ayudarlo con las vendas, con el hielo sobre la hinchazón, y TaeHyung por la noche se encargaba de los masajes y la elevación, el hacia la cena, sobre una silla, con la ayuda de sus muletas, hacia la cena, con algo de dificultad claro.
El Omega quedó pensando en que habría pasado con su puesto en la repostería, si le esperarían, o se aburrieron de esperarlo y contrataron alguien más para el trabajo, alguien que no fuera torpe como él. Quizá habían contratado alguien más, pensó cada noche soportando el dolor en su tobillo los primeros días.
Era la segunda semana desde su lesión y todo parecía estar mejorando, pero aún no soportaba apoyar su peso sobre su pie, por lo que usaba las muletas, era para el incómodo usarlas que le llegaba a lastimar bajo sus hombros. Entonces aquella noche estaba en la cocina por la noche, apenas había oscurecido y se encontraba solo en su casa, porque los demás miembros de la familia habían salido. Picando la verdura fresca, después de haber terminado se levantó para echar estás a la olla con agua hirviendo, estaba apunto de terminar cuando escucho el timbre sonar, suspiro cubriendo la olla con la tapadera que le correspondía.
Tomo las muletas usando a estás para salir de la cocina e ir por la sala y después pasar por el pequeño patio delantero de su hogar, donde exhausto por haber caminado tanto abrió la puerta, quedándose petrificado al ver a Jungkook...
Quiso decir algo, quizá saludarlo, pero de su boca no salió nada, solo una mueca de sorpresa.
—Hey, hola, –le saludo apenado el Alfa, rascando su nuca, nervioso. —Te atrapé en pijama, –dijo soltando una risita después de haberlo escaneando.
TaeHyung bajo la mirada a su vestimenta, notando su pijama de short y camisa de tono amarillo suave con un lindo estampado. Le sonrió avergonzado, queriendo cubrirse con sus manos pero estaba estás ocupadas sosteniendo las muletas. Así que solo atino a reír agachado.
—¿Todo va bien?–preguntó el Alfa, mirando el tobillo del contrario, este asintió rápidamente.
—Mamá me ha ayudado bastante, todo está bien, solo que aún no logro apoyarme o soportar el peso, –le informó haciendo una triste mueca.
