número dos

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Después de haber pasado por tantos trabajos, y reconocer que no había una buena paga por tanto, y tampoco el tiempo adecuado para descansar, termino saliendo de su último trabajo para después proponerse a buscar uno que realmente le gustará y clar...

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Después de haber pasado por tantos trabajos, y reconocer que no había una buena paga por tanto, y tampoco el tiempo adecuado para descansar, termino saliendo de su último trabajo para después proponerse a buscar uno que realmente le gustará y claro que no era su pasión, pero sin embargo prefería trabajar en eso que en otra cosa, lo que era la repostería, claro que lo sabía. Su madre le había enseñado.

Había hecho una cita dos días después virtualmente, para después ser llamado igual dos días después, fue a la cuidad donde se introdujo a un hotel lujoso y caro, lo noto, al ver los candelabros por el techo, y las tantas cosas de apariencia costosa.

Fue con uno de los sirvientes, acercándose tímidamente, susurrando que tenía una cita con el gerente de cocina, el cual lo observó unos segundos para después llevarlo a dónde pidió, dejándolo en frente de una puerta, en un pasillo oscuro.

Se quedó tenso por unos segundos, tomando aire, para después tocar la puerta suavemente, donde escucho un suave pero a la vez grave el consentimiento para que entrara.
Tomo el pomo de la puerta, dándole la vuelta lentamente, torturando su labio, con los nervios a flote, abrió la puerta, adentrándose, avergonzado, para cerrar detrás de él la puerta, dio unos cortos pasos, con sus manos jugando nerviosamente detrás de su espalda. Unos cuantos segundos se quedó en silencio, escuchando la respiración de la persona detrás del escritorio, el cual le miraba de una manera realmente extraña, al punto de ser incómodo. Levanto una ceja, dudoso.

Miro de arriba abajo al hombre, observándolo confundido. Pues al parecer lo estaba escaneando por completo, o quizá juzgando, lo que le hizo sentir quizá un poco molesto. Porque ya conocía ese tipo de miradas, y juraba que molestaban.

—¿Qué trabajo viniste a solicitar ?– dudo levantando ambas cejas, con sus manos entrelazadas, por encima de su impecable escritorio.

TaeHyung emocionado levantó la mirada, rápidamente sonriendo.
—Principalmente por el puesto de repostero, –mencionó eufórico, pero desvío la mirada tan pronto hizo contacto visual con el hombre.

—Ese puesto está ocupado, –informó fingiendo lástima, para después en sus labios formarse una mueca de malicia en sus labios. —Aunque también hay más puestos libres.

Él rubio hizo una pequeña mueca extraña, mirando fijamente sus zapatos sobre la alfombra que se notaba ser costosa. Bufó bajo
—Solo estoy interesado en el puesto de repostero, –respondió.

Él hombre chasqueo la lengua, haciendo sus labios una línea, mientras seguía mirando a el contrario, para después suspirar fastidiado, —Toma asiento –le ordenó.

TaeHyung obedeció rápidamente, sentándose despreocupado en la silla frente al escritorio, para dejar sus manos sobre su regazo, jugando con el delgado brazalete en su muñeca.

—¿Por qué razón dejaste tu último trabajo?– cuestionó, dejando descansar su mentón sobre su mano, para después levantar sus cejas al no recibir respuesta.

 𝑹𝒆𝒑𝒐𝒔𝒕𝒆𝒓𝒐 ✧ ᴋᴏᴏᴋᴛᴀᴇ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora