•26• Pagando

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Josh:

1 de Agosto, 23:50

—Josh! Ya fuí a ver a su cuarto! —gritó Zoë corriendo hacia mi.

—Lo encontraste? Lo viste en su cuarto? —pregunté tomándola de los brazos. Ella bajó la mirada y negó con la cabeza mientras suspiraba.

Levanté la cabeza apretando los labios con impotencia. Me sentía terrible, porque sabía que esto, en parte, era culpa mía.

—Josh! No hay nada en el ala este del edificio... —habló Mark llegando detras de nosotros, seguido por Margot, la novia de Chris.

—Buscamos en todos lados... —agregó la pelirroja.

Me llevé las manos a mi cabello emo. Cerré mis ojos y maldije en voz baja.

—Solo nos queda Chris —dije, pero mis espectativas y esperanzas murieron cuando lo vi caminar hacia nosotros totalmente solo.

—Lo siento mucho Josh —dijo cuando estuvo cerca nuestro.

—A ver, a ver... —dije pasando mi mano por toda mi cara— Definitivamente no está dentro del instituto, ni aquí afuera. Le preguntaron a algún guardia?

—Eso era lo que te iba a decir —intervino Chris tomando mi hombro— Hablé con el guardia, el Sr. Boyd ya que tenía turno nocturno, y dijo que vio a Tyler dirigirse a la zona oeste del jardín.

—El gran roble! —exclamó Zoë con una sonrisa, la cual desapareció rapidamente— Como no se me ocurrió antes... Quizás ahí encontremos alguna pista!

De forma casi automatica, todos corrimos hacia el gran arbol al que la chica se refería. Al llegar, como era de esperarse, no vimos nada.

—Mierda! —grité.

—No te desesperes Josh —dijo Margot con voz tranquilizante— Revisemos bien, aquí tengo una linterna —acto seguido, sacó una pequeña lamparilla de su pantalon, la cual encendió al instante. Comenzamos a buscar al rededor del arbol cualquier tipo de objeto, o prueba de que Tyler estuvo aquí antes. Chris, Margot y yo nos rendimos bastante rápido, pero Mark y Zoë parecían detectives analizando cada detalle del césped.

—Chicos... Ya basta. No hay nada —dijo Chris con voz triste. De pronto Zoë se quedó inmovil en un lugar del piso.

—S-si que la hay —habló un tanto tartamuda— A-aqui hay sangre...

—Que?! —exclamamos, lanzandonos sobre ese pequeño pedazo de suelo. Efectivamente el pasto estaba manchado con un palpitante líquido rojo. Sentí como mi cara palideció. Todos cruzamos miradas con la misma expresión de horror.

—Chicos... —dije— Creen que ya sea tarde?

—No! No puede ser tarde... No! —gritó Zoë mientras seguía buscando al rededor de la mancha— Aquí! El césped está aplastado... Quizás lo hirieron y se lo llevaron!

—Como serían tan tontos como para no borrar la evidencia? —preguntó Mark confuso.

—Porque quién se lo llevó era un novato, por eso —respondió una voz que recordaba haber oído antes. Volteé a ver de donde provenía aquella voz, y vi una silueta de un chico de nuestra edad. Este se asomó a la luz, dejando a la vista la mitad de su rostro y cuerpo, y su resplandeciente y envidiable cabellera celeste.

—Tu! Eres el del callejón! Osea... Al que perseguían! —grité emocionado al ver un grano de esperanza en él.

—Hunter! Que haces aquí? —preguntó Mark y me quedé en blanco. Como lo conocen?

Hear Me Now | A Twenty Øne Piløts StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora