Sempiterno

4. A todos los cafés que quieras

–[...] voy a hacer pública mi homosexualidad.

–¿Lo has pensado bien? ¿Por qué ahora? –preguntó Ana queriendo asegurarse de que su amiga estaba completamente segura de lo que iba a hacer.

–Llevo mucho tiempo pensándolo y lo hago ahora porque nunca habrá un buen momento para contarlo y porque no me quiero esconder si alguna vez salgo en serio con alguien, que ya voy teniendo una edad. Así por lo menos tengo la excusa de usar el argumento de mi obra para sacar el tema.

–Eres muy valiente, Amelia. Siempre tendrás mi apoyo –Ana cogió la mano de su amiga entre las suyas, queriendo transmitirle su fuerza y apoyo de alguna manera más allá de las palabras.

–Gracias, Ana. La verdad que estoy aterrada de perder todo esto que he construido, pero quiero poder hacer lo que me gusta siendo yo misma, si no ¿de qué serviría? –Ana asintió con cara de comprensión y ambas amigas se dieron un abrazo–. En realidad –prosiguió Amelia cuando se separaron del abrazo–, no tendría por qué decir nada y si alguna vez la prensa me pilla con una chica solo tendría que aguantarles un par de días, pero de esta forma soy yo quien toma el control de cuándo y cómo contarlo.

–Lo cual me parece totalmente válido –Ana la apoyó una vez más.

*****

La función salió a las mil maravillas, durante toda la representación Amelia fue olvidándose de los nervios de lo que contaría después y pasó a disfrutar del escenario, de sus compañeros y de todo el ambiente que les rodeaba.

Cuando llegó el momento, todos los actores y actrices salieron a saludar y dar las gracias, con Amelia en medio de todos ellos. Una de sus compañeras le entregó en nombre de todos un ramo de flores y fue ese el momento en el que Amelia decidió dar su discurso de agradecimiento.

Después de haber agradecido la asistencia del público, la ayuda recibida por parte de todo el que hizo posible el musical y a sus compañeros de reparto, Amelia quiso recalcar la importancia de que en el argumento de la obra se trataran historias entre personas del mismo sexo con la misma naturalidad que entre un hombre y una mujer. Fue entonces cuando llevó el discurso a lo personal, contando lo importante que era, no sólo para otra mucha gente sino para ella, que hubiera historias así ya que ella también formaba parte del colectivo LGTBI porque era lesbiana, tras un par de segundos continuó con normalidad agradeciendo al público de nuevo por su presencia e indicó el camino a la sala donde les esperaba un catering a las personas que tenían invitación.

Tras la celebración, en la que Amelia recibió la felicitación de algunos, especialmente por el éxito que parecía haber tenido el musical, se fue a su casa a descansar, decidiendo no mirar ni redes sociales ni prensa hasta el día siguiente.

*****

Luisita había superado satisfactoriamente el ajetreado día del estreno, todo le había salido como lo había planeado e incluso recibió la visita de Amelia para felicitarla porque todo estaba de su gusto y sus invitados parecían estar disfrutando. Por su parte, la cocinera le preguntó qué tal había ido la función, aunque por la felicidad que parecía transmitir la cara de Amelia ya se imaginaba la respuesta.

–Ha ido todo de maravilla, puede incluso que mejor de lo que pensaba –respondió la actriz con un brillo especial en los ojos–. Aún estoy que no me lo creo.

–Bueno, mujer, con el talento que debes tener a mí no me sorprende que haya ido genial.

–También ha sido en parte gracias a ti.

–¿A mí por qué? –preguntó Luisita extrañada, pero sonriendo, algo que no podía parar de hacer cada vez que tenía a Amelia cerca y de lo que se había percatado en una de las visitas de ésta al hotel.