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┏━━━━━━━━━━━┓ CAPÍTULO O7
"CONSCIENTE" ┗━━━━━━━━━━━┛
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DANAE LEE
Estaba de muy buen humor, ya que hoy nos íbamos a la cabaña los cuatro. Sentía que iba a suceder algo bueno, tenía esperanzas. Sólo quería olvidar todo, y pasar tiempo con Jaeden, y bueno, con Millie y Finn. Ella ya se encontraba en mi casa, con su mochila, ya toda preparada y emocionada al igual que yo. Lo de irnos era para descansar del instituto, sacarnos la frustración ya que en estos últimos días habían sido algo intensos. Allí era un lugar muy tranquilo así que nos vendría muy bien.
— Siento que algo muy bueno sucederá —dice Millie sentada en mi cama.
— Y yo —admito.
— ¿Será que algo va a pasar entre Jaeden y tú? —sonríe pícara.
— Ya, seguro —hablo sarcástica.
— Oh, vamos —me tira la blusa en el rostro —. No seas negativa.
— Me ve como su mejor amiga, él me lo dijo cuando fui a hablar por el beso. Hasta llamó un error y estúpido beso — suspiro —. No puedo ilusionarme.
Luego de decir eso, nos quedamos en silencio mientras yo seguía preparando lo que iba a llevar lo cual no era mucho. Seguramente ella estaba procesando todo lo que le dije, y yo sólo quería olvidarme de eso. No me hacía bien.
— ¿Están seguras de querer ir? —pregunta mi padre, apoyándose en el marco de la puerta.
Peter Lee, mi padre, era alguien muy tranquilo, trabajador por lo que no pasábamos mucho tiempo juntos, pero a pesar de eso nos llevábamos muy bien y le tenía mucha confianza. El poco tiempo que pasábamos juntos lo aprovechaba, hablábamos y bromeabámos, tenía un muy buen sentido del humor por lo que se lleva bien con mis amigos. Era algo celoso de los chicos, más de Jaeden, ya que sabía de mis sentimientos hacia él pero aún así lo aceptaba, aunque sabía que tenía miedo de que me rompa el corazón. Mi padre era un hombre joven, de treinta y ocho años, alto, tez blanca, ojos azules, delgado, cabello negro. Trabajaba en una empresa de bienes y raíces. Luego de que mi mamá nos abandonara hace unos nueve años, a mi padre le había costado muchísimo seguir con su vida, y a mí igual. No había tenido otra relación, ya que seguía esperando a mamá, hasta hace poco que ha decidido seguir su vida, y empezó a conocer a mujeres, pero ninguna había conquistado aún su corazón como para presentármela. Me gustaba saber que había decidido continuar, y superar lo que había pasado.
