Decisiones ~ Christopher Vélez ● TERMINADA.

Capítulo 44

Narra tn:
-¿Hoy sabremos que es?- me pregunta mi lindo novio desesperado. Creo que le eh respondido unas 10 veces la misma pregunta esta semana.
-No lo sé amor, está muy pequeño aún, solo tiene 3 meses y depende si se deja ver o no- le digo intentando guardar la calma y no abofetearlo. La secretaria del doctor me llama y pasamos a la consulta.
-Tn no has subido nada de peso... ¿estás haciendo alguna dieta o mucho ejercicio?- me pregunta el doctor, Christopher me mira con el ceño fruncido.
-No estoy haciendo ni dieta, ni ejercicio, solo que a veces me dan náuseas los olores de la comida y no puedo comer... o en ciertas ocasiones luego de comer me vienen las náuseas y vomito todo lo que comí- respondo.
-Te daré algunas vitaminas que es muy importante que te las tomes ya que no te estás alimentando bien, debes subir al menos 1 kilo por mes, tienes 3 meses de gestación y no has subido nada de peso, al menos te mantienes pero por nada del mundo puedes bajar de peso, puede afectarle al bebé- dice y me hace sentir la peor- vamos a ver como a crecido ese bebé, recuéstate en la camilla y levanta tu camisa- dice el doctor y hago caso de inmediato. Por lo que dice el doctor todo está bien, está creciendo normal, aún no podemos saber el sexo del bebé ya que es muy pequeño aún y no se ve con claridad.

De camino a casa todo va en silencio, solo puedo escuchar nuestras respiraciones, pero al llegar a mi departamento el ambiente se puso tenso.
-Debes alimentarte bien tn, asique cocinaré yo hoy- dice Christopher en tono de reproche y ruedo los ojos, estoy cansada, tengo mucho sueño y por la tarde debo ir a trabajar, asique no gastaré energías en discutir con él para hacerle entender que no es porque yo no quiera comer bien, que son las malditas náuseas. Me recuesto en el sofá y solo me dedico a dormir.
-Amor... ya despierta, está listo el almuerzo- escucho decir a Christopher pero no quiero levantarme asique me acomodo y vuelvo a cerrar los ojos- ey, ey... ven acá- me abraza y llena mi rostro de besos, amo que me despierte así. Almorzamos entre risas, a pesar de que no era la comida muy deliciosa, comí todo, Christopher se esforzó en cocinar para mí y es algo que valoro mucho. Me arreglo para irme al trabajo pero unos brazos alrededor de mi cintura me desconcentran.
-¿Tienes que ir?- me pregunta apoyando su cabeza en mi hombro y haciendo un puchero.
-Sabes que sí, es mi trabajo amor- le respondo y dejo un beso en sus exquisitos labios.
-Me quedan solo algunos días aquí y tendré que viajar, ¿no puedes hacer una excepción?, ya ni tiempo tienes para mi- dice molesto. Me volteo para mirarlo a la cara, está enojado.
-Christopher pareces niño chiquito, tengo poco tiempo porque estudio y trabajo, cada vez que puedo estoy contigo y...- digo pero me interrumpe.
-Y te quedas dormida de lo cansada que siempre estás, con suerte alcanzamos a cenar y ya te estás quedando dormida- dice en tono de reproche, mi paciencia llegó al límite.
-Pues entonces deberías buscarte otra novia, una que no haga nada en todo el maldito día y que cuando a ti se te antoje esté para ti- digo furiosa.
-Sí, quizás eso debería hacer- escupe furioso, toma su chaqueta y se va dando un portazo que me hizo brincar. ¿De verdad se buscará a otra?... tiene a cientos de chicas tras el, de seguro no le costará nada. Intento calmarme para irme al trabajo, luego iré a su departamento para arreglar las cosas con él.
La tarde pasa lenta y aburrida, hoy no hubieron muchos clientes asique tuve poco trabajo.
Abro la puerta del departamento de Christopher y está todo oscuro y en silencio, debe haber salido. Cocino lasaña para regalonearlo y que me disculpe por mi mal genio, el embarazo me tiene con un carácter del demonio, por todo me enojo, sino, por todo lloro.
Son las 12 de la noche y aún no llega a casa. Lo eh llamado un par de veces y me corta las llamadas, al menos sé que está vivo... y enojado aún.
Si no hago algo terminaré quedándome dormida, asique limpio un poco el departamento, sinceramente está hecho un asco, si no fuese porque amo a este hombre, nisiquiera recogería un calcetín.
Luego de una hora terminé agotada asique me acomodo en el sofá a ver una película mientras acariocio mi pequeña barriga, pero poco a poco mis ojos comenzaron a cerrarse.