Capítulo 36

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Hoy nos toca el control del segundo mes de embarazo, estoy tan emocionada, Chris me acompañará hoy. El lugar se ve muy lujoso y a decir verdad no me gusta, pero a Christopher le impusieron que debía controlar mi embarazo aquí ya que es más discreto, mientras mi hermoso novio me acompañe lo demás me da igual. Escuchar su corazoncito latiendo hace que mi corazón lata a mil, nuestro bebé está sanito y sigue creciendo como debe. Observo a Chris y está serio, no tiene ninguna expresión en su rostro. Todo el camino vamos en silencio y me tiene de los nervios.
-¿Pasa algo?- le pregunto a penas entramos a su departamento.
-No, ¿porqué?- responde sin mirarme.
-Christopher...- llamo la atención de él y al fin me mira, trago el nudo que tengo en mi garganta- tu cara dice lo contrario, estás callado y en el control estuviste serio todo momento, entiendo que sea todo tan repentino pero si no querías ir o no te agrada algo es mejor que vaya sola.
-¿Prefieres ir con tu amiguito?- pregunta de mala gana y sonríe sarcástico, se refiere a Alexander.
-No estoy diciendo eso, lo digo porque vas de mala gana y..- digo pero me interrumpe.
-Yo soy tu novio, debo acompañarte ¿no?- dice y mira su teléfono. Esa fué la gota que rebalsó el vaso.
-No- respondo y vuelve su mirada a mi- no es tu maldita obligación... y si voy o no con mi amigo, es mi problema- cae una lágrima por mi mejilla pero la limpio de inmediato, odio ser tan llorona pero esto me supera, camino hacia la puerta porque ya no aguanto ni un puto minuto aquí.
-¿A donde v...- habla pero lo interrumpo, ya no quiero escucharlo.
-No preguntes si nisiquiera te importa- escupo con ira- o quizás lo único que te importa saber es si iré con Alexander o no pero ese es problema mío a donde vaya- se pone tenso, lo veo que dirá algo pero no lo dejo- prefiero ir con mi amigo que seguir aquí con mi novio que lo único que hace cuando estoy a su lado es comportarse como un idiota- termino por decir y cierro la puerta fuerte. Hago parar un taxi, nisiquiera quiero caminar a casa, abro la puerta para subir pero unos brazos me rodean por la espalda.
-Porfavor no te vayas, lo siento amor, nosé que me pasa, perdóname- dice en un susurro. Saco sus manos suavemente y me giro para mirarlo, ya no tiene esa mirada de molestia, acaricio su rostro y cierra sus ojos, me da una media sonrisa como si disfrutara mi caricia.
-Ya fué suficiente Christopher- hablo suavemente, abre sus ojos de golpe y su sonrisa se borra- esto fué demasiado- subo al taxi y arranca el auto. Aunque me duela debo alejarme de él, sino nunca reaccionará.

Dos semanas han pasado desde la discusión. Dos semanas sin verlo. La primera semana fué difícil porque lo extrañaba, extrañaba sus abrazos, sus besos, su olor, hasta escuchar su voz extrañaba. La segunda semana decidí buscar trabajo, sabía que en mi condición no me contratarían en ningún lugar, pero en una pequeña librería me aceptaron por un tiempo, necesito ocupar mi tiempo libre en algo que no sea extrañar a ese idiota y llorar en mi cama. Quién me dió trabajo es una abuelita muy amable y trabajaba sola asique me recibió feliz, me encargo de ordenar los libros que desordena la gente y los nuevos libros que van llegando, ayudo a la gente a encontrar lo que buscan y cuando no está la señora Marie atiendo también en la caja. Cuando le conté a Alex casi me mató, o bueno eso quizo hasta que yo casi lo maté.
Flashback hace algunos días...
-¡Amigooo!- le grito a Alex cuando lo veo y me lanzo a abrazarlo.
-Oye, oye cálmate, le puedes hacer daño al bebé- me regaña pero me abraza de igual manera.
-Lo siento, te extrañaba y la emoción reaccionó por mí- ambos reímos. Después de mi entrevista de trabajo y haber conseguido el empleo en la librería le pedí que nos juntaramos en mi restaurante favorito para contarle.
-¿Y a qué se debe tanta felicidad?, ¿al fin desechaste a la mascota que tienes por novio?- ríe burlón y golpeo su brazo.
-No bobo, adivina quién consiguió trabajo- le digo con emoción y su rostro cambia a serio- ¿qué sucede?, ¿porqué me miras así?
-¿Necesitas realmente trabajar?, puede ser peligroso para el bebé tn, debes cuidarte, no creo que sea buena idea- me mira casi que con miedo, debe ser por mi cara de odio que tengo en este momento.
-Yo creo que sí es buena idea- digo desafiante- nosé porqué crees que porque llevo un bebé a bordo significa que no puedo hacer nada, mi bebé está bien y yo también, nada me impide trabajar, y sí lo necesito, necesito hacer otras cosas que me mantengan ocupada aparte de estudiar, solo trabajaré por las tardes, tampoco es un trabajo exigente asique aunque no te guste trabajaré igual.
-¿Christopher lo sabe?- me pregunta, lo fulmino con la mirada y entiende de inmediato- ok, ok, perdóname, esque me preocupa que pueda pasarles algo tn, entiendeme un poquito- hace muecas que me hacen reír.
-Te odio, nunca me puedo enojar contigo- golpeo suave su brazo- vamos a comer, el bebé y yo morimos de hambre- le hago un puchero y él ríe.
-Manipuladora, nadie se puede negar a ese puchero- aprieta mis mejillas y yo las de él, parecemos niños chiquitos peliando, por eso es mi mejor amigo.
Fin flashback

Llevo 4 días trabajando y me encanta. Hoy la señora Marie debía irse temprano y me encargó cerrar el local a mí, asique desde temprano eh estado ordenando los nuevos libros que llegaron para no irme tan tarde, pero mi celular me interrumpe, un mensaje "Hola pequeña, te eh extrañado mucho, en un par de horas llego a Miami y pasaré a tu departamento, espero no te moleste" Christopher. Le escribo que hoy llegaré tarde a casa, le daré enviar y el bendito teléfono se me apaga ¡mierda!, nisiquiera traje mi cargador.
La tarde pasa más rápido de lo que creí. Subo las escaleras hacia mi departamento lentamente, estoy tan cansada, hoy fué un día muy movido.
-¿Donde carajo estabas?- dice una voz haciéndome brincar del susto. Lo observo y creo que está enojado, muy enojado.

Decisiones ~ Christopher Vélez ● TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora