CAPITULO 10

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Abril.

Después de otra semana en el hospital, por fin estaba en casa, tenía que estar en reposo por cuatro días y luego empezar a caminar de a poco.

-¿Te quedas conmigo y miramos pelis?- le pregunté a Tomas.

-Obvio reina- se acostó a mi lado y pusimos “La masacre de texas”

A la mitad de la película me dormí, no servía para esto.

Tomas.

Estaba viéndola dormir, no daba más de hermosa esta chica.

En eso entró Lucas y nos vió.

-Shh, se re durmió- dije en susurro, respondió con un “Okey, venía para ver cómo estaba, nos vemos” y se fue.

Me quedé mirando la película yo solo y después miré dos películas más.

Después de dos horas y media de películas se despertó.

-Hola morocha- hablé besando su frente.

-Holi- dijo como nena chiquita.

Me enamoré más todavía.

Me quedé con ella toda la noche ya que se aburría sola, si es por mi me quedo toda la vida con ella.

[... Tres semanas después...]

Abril.

-¿Pueden callarse un toque chabon? Gracias- dije enojada, se me terminaba la paciencia y estos están gritando como locos y corriendo por toda mi casa.

-Bueno amargada- dijo Duki, lo miré mal.

-Anda tarado- dije para después subir a mi pieza.

Si, me enojé, desde que empecé a poder pararme y no estar en reposo, me enojo por todo, hasta a mi me molesta eso.

-Vas vos a pedir perdón- le gritó Lucas a Mauro, desde la pieza de él.

-Callate bobo, ya voy- Devolvió el gritó y escuché como subía las escaleras

Golpeó mi puerta y no respondí.

-Eu gorda, no sos una amargada, perdón- dijo triste, yo reía por dentro como toda mala persona.

No respondí nuevamente.

-Dale boluda, perdoname- se me ocurrió una idea.

Agarré mi mochila y metí mis aerosoles, mi celular, mis auriculares, un buzo y un barbijo.

Abrí las ventanas del balcón y miré la altura, hace mucho no hacía esto, pensé en como conocí a Tomi y sonreí.

Sin pensarlo más, salté.

Caí casi de rodillas, una puntada invadió mi abdomen, puse una mano en mi herida y suspiré.

Me levanté y caminé tranquila sin rumbo alguno, estaba perdida en mi música, escuchaba "get you the moon" de Kina.

Mirando a lo lejos, unas 3 cuadras más, vi una plaza, capaz tenía alguna pared en blanco o algo.

Eran las 20:33 p.m., busqué en mi mochila el barbijo negro y me lo puse.

Cuando llegué, para mi suerte había media pared Blanca, suficientemente grande como para un grafiti piola.

Saque mis latas y empecé a hacer mi arte, se sentía bien hacer de nuevo esto.

Cuando terminé di unos pasos atrás y miraba el murciélago color negro con detalles verdes y violeta.

Me acerqué de nuevo y firmé.

"AG"

Pensaba en volver a casa, pero recorrí con la mirada el lugar y me acordé de cuando era más chiquita, cuando empecé a hacer grafitis, cuando mi papá buscaba conmigo lugares en la ciudad para poder pintar las paredes.

Empecé a caminar, quería volver a casa.

En el camino pensé en mamá, en como se fue a la casa de su nuevo novio, descubrí que engañaba a papá.

Cuando llegué vi a todos los pibes afuera, preocupados.

Cuando me vieron corrieron hacía mi y me abrazaron.

-¿Dónde estabas?- gritó Mauro, alterado.

-Haciendo grafitis- respondí neutral, no era gran cosa irme por unas horas.

-¿Por qué no respondías las llamadas?- los miré extrañada, miré mi celular y estaba en modo avión.

-Modo avión- le dije a Tomas.

Entramos a casa y todos estaban en el living, yo fui a la cocina.

-Ay- me quejé al sentir más puntadas en mi abdomen, miré y tenía sangre- se me abrió la panza- grité llendo al living.

Todos me miraron y se empezaron a desesperar al ver mi abdomen.

-Neo prende el auto- gritó Lucas, Sebas salió corriendo por el auto y los otros me llevaron hacía afuera para subirme.

Yo en vez de estar asustada me reía por su desesperación.

Cuando llegamos al hospital me atendieron enseguida y me cosieron, yo gritaba como loca, me dolía un montón.

Una vez terminaron, me vendaron y ya nos podíamos ir a casa.

En el auto me di cuenta de algo, no le hablé a Tomas en todo el día.

Aproveché que estaba en el asiento del acompañante y le arranqué los pelos.

Me miró indigando y después sonrió.

-Bombón- dije en un susurro.

-Linda- dijo de la misma forma que yo, para que los demás no nos escuchen.

Cuando llegamos empezaron a joder todos y yo me fui a la cocina de nuevo, me senté en una de las sillas de la isla y saqué el celular.

Sentí un peso en mi hombro y prendí la cámara de mi celular.

Como era Tomi, nos saqué una foto.

-Después subila que salimos hermosos- dijo él y me hizo reír.

infierno * C.R.ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora