Capitulo 24

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7 meses después.

Abril.

Sentí como un liquido recorrió mis piernas haciéndome despertar, miré la hora y eran las 3:15 a.m.

-Tomi- lo moví.

-Mmm, ¿Que pasa amor?- dijo dormido.

-Rompí bolsa Tomás- se levantó exaltado y se vistió, agarró los bolsones y me ayudó a pararme.

-Chicos, Abril rompió bolsa, nace mi hijo, vamos al hospital- gritaba mientras me ayudaba a bajar las escaleras.

Los pibes se despertaron y me ayudaron a subir al auto, me llevaron al hospital y enseguida me atendieron.

Como todavía no estaba en trabajo de parto, estaba en un cuarto normal, hasta que me empezó a tirar la panza y empecé a gritar.

Gemía de dolor.

-Me duele- grité y una enfermera vino.

-A sala de partos urgente- me llevaron a una sala de vidrios negros y ya me había asustado.

Me colocaron en la camilla de partos y tuve que poner los pies en unas barras de metal para que pueda hacer fuerza y pujar.

Enseguida vinieron doctores y enfermeras.

-Que venga Tomás- pedí casi gritando.

Enseguida Tomás entró y me agarró la mano.

-Fuerza Abril, puja- pidió la partera- otra vez- puje de nuevo- una vez más Abril- puje una vez más y un llanto se escuchó.

Sonreí.

-Felicitaciones- agarré a Tobías entre mis brazos y pudo calmarse un poco, Tobías en recuerdo a mi primo.

-Mirá amor, ya está acá- le dije a Tomás el cual estaba llorando con una sonrisa.

Se lo dí a Tomás para que lo cargara, lo tuvo unos minutos hasta que la enferma lo llevo a Tobías para lavarlo un poco y después cambiarlo.

-Dale la ropita amor- le dije a Tomás, asintió y le dió un bolso a la enfermera el cual tenía las toallas, mantas, ropita y pañales.

-Muy bien Abril, ya está ahora te ponemos el pañal que trajiste y ya te llevamos a la habitación- dijo la enfermera.

Asentí e hicieron todo lo que dijeron.

A la media hora ya estaba en la habitación, con Tomás al lado mío, como la habitación tenía dos camas, en la otra estaban sentados Mauro, Ale y Neo.

-Buenas- dijo entrando una enfermera con Tobías en una camita tipo incubadora- Abril, te traigo al bebé para que ya vallas dándole pecho- sonrió.

-Bueno, gracias, ¿puedo saber cuando pesó?- pregunté.

-Si, peso tres kilos justos, buen peso- respondió.

-Apa, gordito como el tío- dijo Alejo y yo reí.

Agarré a Tobías entre mis brazos y destapé mi pezón izquierdo para que el pueda tomar leche, no fue muy difícil.

Después de hacerlo dormir, lo puse en donde la enfermera lo había traído y se quedó al lado mío.

Tomás lo miraba, le tocaba la carita y los brazitos, sinceramente Tobías era igual a su papá.

-Gorda, ¿Querés que te compre algo?- preguntó Neo y asentí.

-¿No me comprás agua saborizada gordo? Y si podés también un yogurt- Neo asintió y se fue a comprar.

-Amor, ¿Hoy a la noche te quedás vos? ¿O querés que se quede alguien, Iara, Belén, alguna de las chicas?- pregunté.

-Me quedo yo amor, no pasa nada- dijo Tomás todavía mirando a Tobias, que dormía tranquilamente.

infierno * C.R.ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora