Abril.
Entré en crisis y tiré todo lo que había en los muebles al piso, lo único que sabía era que estaba mal, que estaba sola.
Miré el balcón y vi la hora, 23:46 p.m., me puse un buzo y un pantalón de gimnacia negro, agarré mi mochila y metí una camperita, mi barbijo negro, plata y un cargador portátil.
-Me voy por un tiempo solamente- pensé.
Agarré una lapicera y una hoja.
“Chicos, me voy por un tiempo, necesito pensar un poco en todo, no se preocupen que voy a estar bien, no voy a decir dónde voy tampoco cuando vuelvo, cuiden mi casa porfavor, los amo.
Abril.”Dejé la hoja en la mesa del living, subí a la pieza de mi vieja y agarré tarjetas de crédito y plata que dejó, lo pensé por un momento y acepté mi idea.
Agarré mis balijas, doblé toda la ropa que me iba a llevar, maquillaje, zapatillas, perfumes, cargadores, plata, todo.
Agarré mi computadora y saqué boletos de colectivo para viajar a Cordóba, allá estaba mi tía.
La llamé y le avisé que mañana estaría ahí y que me vaya a buscar a la terminal.
Guarde mi celular en mi mochila pero antes pedí un Uber.
Cuando llegó, subí y fui a la terminal, el colectivo salía en 15 minutos.
Cuando nombraron la línea del colectivo fui y subí.
Agarré mi celular de mi mochila y lo puse en modo avión así estaba sin problemas, me puse mis auriculares en mis oídos y fui escuchando música.
Después de horas de viaje, llegué.