Consuelo

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Clover miraba a sus atacantes de forma desafiante, mientras sujetaba su garra lastimada. Los bichos la tenían acorralada en un rincón del jardín del cual no tenía escapatoria, al menos no en las condiciones en las que se encontraba.

—Atrapada  —Se mofó uno de los bichos en armadura— ¿Que se siente estar en esas condiciones? ¿Que te parece ser tú el elemento débil? Demuestra tu fuerza superior ahora mantis, a ver si puedes contra nosotros.

Clover gruñó impotente, obviamente no tenía forma de darles su merecido y ellos lo sabían. Estaba lastimada, no tenía armadura y ellos eran seis guerreros talentosos, desde el inicio nunca tuvo posibilidades. Ella no quería problemas, sabía que su estancia en el castillo era condicional, si causaba un solo problema sería expulsada, aunque la atacaran no podía defenderse, pues ella era una enemiga admitida solo por la benevolencia de Ze'mer.

—Por favor, váyanse y déjenme sola, no quiero problemas —dijo la mantis.

—¿Te crees en posición de exigir algo maldita? ¡Olvídalo! —Gritó el caballero—. Eres una enemiga del rey y no mereces consideración, ahora nos aseguraremos de ponerte en tu lugar escoria.

—¡Que pasa aquí! —Gritó una voz autoritaria.

Tanto los caballeros como la mantis dirigieron sus ojos hacia el origen de la voz y se encontraron con Dryya y Ogrim que los observaban con severidad.

—¡Dryya! —Exclamó el caballero que parecía ser el líder, quien inmediatamente realizó una educada reverencia—. Encontramos a esta mantis en actitud sospechosa merodeando por el lugar.

—¿Y sólo por eso la golpearon hasta este extremo? 

Clover lucía muy lastimada, con numerosos golpes en su cuerpo y una de sus garras torcida, aquellas no parecían las heridas de un combate justo, más bien eran la muestra de un acto brutal de abuso de poder.

—Pero es que ella...

—No hay honor en la derrota de un enemigo debilitado, esta chica ni siquiera ha tenido la oportunidad de defenderse, y aún así ustedes han levantado sus armas contra ella ¡Debería darles vergüenza! ¿Y así se hacen llamar caballeros de Hallownest? Largo de aquí ¡Fuera de mi vista!

Los guerreros bajaron sus rostros avergonzados y se retiraron de la estancia sin decir nada. Dryya solo los observó alejarse antes de dirigir su mirada hacia la mantis quien parecía sumamente agradecida por su intervención, incluso comenzó a acercarse a ella, quizás para dedicarle unas palabras.

—Mantente fuera de mi camino mantis —dijo de forma seca la caballero alejándose sin siquiera dignarse a mirarla.

Clover bajó la mirada, se sentía frustrada y con una creciente rabia en su interior, ella no había hecho nada malo, solo había salido a caminar, no era justo que la trataran de esa manera, sus atacantes ni siquiera habían recibido castigo, lo peor es que además la trataban con desprecio, como si todo fuera su culpa. 

Ogrim viendo a la insecto tan afectada, quiso dirigirse hacia ella para tratar de animarla con algunas palabras, pero en cuanto la muchacha lo vio le dio la espalda indignada.

—Mantente alejado escarabajo —Y se fue tambaleando hacia sus aposentos...

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—Quizás Ze'mer apoyaba y cuidaba de Clover, pero para el resto era solo una enemiga del rey, nadie la quería, eso la volvió agresiva y desconfiada. Cualquier bicho actuaría de esa forma en una situación así Hollow —Decía Ogrim con calma—. No te lo tomes como algo personal, tú no hiciste nada para que te odie, solo déjala tranquila hasta que se recupere y luego, déjala ir.

JamásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora