Bocadillo

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La mantis estaba exhausta, su cuerpo temblaba y a duras penas era capaz de mantenerse en pie, sus jadeos eran sonoros y agitados, todo en ella denotaba su cansancio, sin embargo aún cuando solo quería desplomarse en el suelo, las cuerdas que la sujetaban de los brazos la mantenían en pie.

Había vivido una experiencia intensa e inolvidable, su amado caballero la había colmado de atenciones, tocado cada centímetro de su cuerpo excitándola hasta hacerlo casi insoportable, pero no había sido capaz de responder en ninguna forma posible, pues las cuerdas que la retenían impedían todo movimiento, se había transformado en una presa indefensa a merced de su depredador, una humillación inconcebible sobre todo para una lord, y sin embargo... Le había gustado. 

Había amado cada momento, cada instante, cada toque, se sentía en las nubes, nada podría romper la magia de ese instante, o eso creía.

—Amiga, en serio estás loca.

Una voz pequeñita pero muy cercana la sorprendió repentinamente, miró algo asustada a su alrededor hasta que notó con horror como un niño entraba en su campo de visión. Era muy pequeño, quizás un poco más grande que el caballero cuando recién lo conoció, era algún tipo de insecto alado, presumiblemente una polilla blanca muy peluda, su collarín de pelo era enorme y esponjoso, daban ganas de tocarlo, las puntas de sus patas también tenían pelo, de hecho simulaban un par de zapatos, incluso tenía un pompón de pelo en la punta de su cola. Solo destacaba en toda su blancura una máscara escarlata que cubría la mitad de su rostro.

La mantis miró al insecto sin habla ¿Acaso había visto lo que el caballero había hecho con ella? ¡¿Qué hacía ese niño ahí?! ¿Dónde estaban sus padres?

—Si te lo preguntas, sí, vi todo —soltó una risa burlesca—. Ah, pero no te preocupes, no es lo peor que he visto, al fin y al cabo, cuando uno se mete en los sueños de otros, se arriesga a que estas cosas pasen.

De la pura impresión Orquídea era incapaz de articular palabra ¿Meterse en los sueños de otros? ¿De qué estaba hablando este insecto? No pudo evitar asustarse un poco cuando vio al niño acercarse a ella.

—¿Me tienes miedo? Vaya, eso casi nunca pasa —la polilla pareció alegrarse por esto—. Pero es un buen cambio para variar, cuando eres alguien pequeño todo el mundo es aterrador, ser yo quien imponga respeto se siente genial. ¿Sabes? Hace tiempo atrás fui compañero de una mantis bastante odiosa, el tipo era aterrador y me menospreciaba por ser pequeño, si me viera ahora seguro estaría impresionado.

El bicho infló su pecho en una postura de orgullo que por alguna razón ofendió a Orquídea ¿Esa bola de pelos se jactaba de asustar a una mantis? ¿Y pensaba presumirlo frente a otra mantis? ¡Eso no lo podía permitir!

—¿¡Quién te tiene miedo!? ¡No te atrevas a insinuar semejante estupidez! Maldito mocoso ¿Dónde están tus padres que permiten que vagues por ahí viendo cosas de adultos?

Las palabras de Orquídea molestaron mucho a la polilla, de hecho esta se puso furiosa ante ellas, su pelaje blanco comenzó a esponjarse dándole cada vez más el aspecto de una pelota. El insecto entonces emprendió el vuelo y se colocó a la altura de la prisionera, la miró directamente a los ojos con furia.

—¡SOY UN ADULTO! ¡Mira! ¡Tengo alas! ¡ALAS! ¡Las polillas adultas tienen alas, las orugas no! ¡Soy un adulto! ¡Un adulto pequeño pero un adulto! Yo ya tuve mi última muda de piel, ya soy independiente, ya he hecho las cosas de los adultos ¡Hasta he tenido una novia! ¡No vuelvas a tratarme como un niño!

La Lord mantuvo una expresión seria, aunque por dentro moría de risa, algo tenía este bicho que inspiraba simpatía y ver a esa bola de pelos esponjada tratando de causar respeto era gracioso. En verdad costaba creer que era un adulto, era diminuto, cazar a un ser así no valdría la pena, debajo de todo ese pelo casi ni habría carne y en todo caso, con lo adorable que era, le gustaba más vivo que muerto. Luego de todo esto se reprendió mentalmente, tenía que dejar la costumbre de evaluar a los insectos débiles como presas.

JamásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora