—¡No Hornet! ¡No puedes estar hablando en serio! ¡No pienso permitirlo!
—¿Y qué sugieres que hagamos? ¡No hay una solución mejor que esta!
La furia se sentía en el aire, araña y cochinilla ponían todo de su parte para resultar victoriosos en el argumento que estaban teniendo. No era para menos, un tema tan importante como el cuidado de los niños requería de las mejores decisiones para asegurar su bienestar. Cada uno de ellos tenía su propio punto de vista sobre el asunto y estaba resultando muy difícil llegar a un acuerdo.
—Yo cuidaré a los niños si es necesario, pero por ningún motivo dejaré a Ania hacerse cargo de ellos.
—¡Quirrel por favor! ¿Cómo piensas hacer eso sin descuidar tu trabajo en los archivos? ¿O tu labor de maestro para los jóvenes estudiantes? Es cierto que tienes un par de aprendices pero tú debes estar ahí para guiarlos. Tampoco es todo el día, solo un rato por las tardes. Mira te entiendo, tampoco me gusta dejar a los niños con alguien más, si fuera por mí dejaría mi puesto de reina y me dedicaría por completo a su cuidado, pero no puedo, el bienestar de muchas personas depende de mí. Así que por favor comprende. —Tomó las manos de su esposo con intenciones conciliadoras—. Ania los cuidará bien.
—¿Tiene que ser Ania?
Hornet suspiró antes de contestar.
—¿Quién más hay de confianza como para hacerse cargo de ellos? Al menos Silky es un objetivo político y no la podemos dejar en manos de cualquiera.
—¿Y Ania es de confianza? —Retiró bruscamente su mano del agarre de Hornet.
—Quirrel... Por favor no empieces con eso otra vez, que no te agrade Ania no significa que sea mala persona.
—Tampoco significa que sea buena persona ¿Acaso no has notado sus actitudes? ¿La forma en la que mira a Ren? ¿La forma en la que me mira a mí? ¿Por qué crees tan ciegamente en ella?
—Yo no he visto nada, además a diferencia de cierta persona, ella jamás me ha decepcionado.
Varios segundos de silencio siguieron a esta declaración.
—Hornet... ¿Nunca lo vas a olvidar?
—Ojalá pudiera —inspiró profundamente—. Me mentiste. Habías prometido que ya no te irías más de viaje, que te quedarías a mi lado a compartir una vida tranquila conmigo, yo contaba con ello y un día de la nada, te fuiste.
—Tenía una promesa que cumplir, necesitaba hacer ese último viaje.
—Y por eso rompiste la promesa que tenías conmigo, la persona que estaba dispuesta a ser tu familia. Lo peor es que te fuiste en uno de los peores momentos, recién había descubierto que las tejedoras no estaban extintas, todavía me estaba acomodando a la vida de reina, aún no me ganaba el respeto y la aprobación de todos ¡Me abandonaste justo en ese instante!
Quirrel no tenía forma de replicar y bajó la mirada dejando que la culpa una vez más lo consumiera. Hornet por su parte respiraba de forma agitada y dejó pasar algunos instantes antes de retomar la palabra.
—Tu ausencia dolía como una aguja en mi corazón, estaba desecha, pero no podía mostrar debilidad ante mi gente, nadie debía saber cuánto lloraba cuando estaba sola, era mi secreto y ella fue quien lo descubrió. Pero lejos de juzgarme, o de perderme el respeto, Ania me comprendió, estuvo ahí para mí dándome apoyo incondicional, ayudándome a ponerme de pie para seguir luchando por mi reino, incluso me ayudó a alejar a los molestos nobles tejedores que solo me querían para ascender en la escala social ¡Por eso confío en ella! Quizás... Incluso más que en ti.

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Jamás
FanfictionLas mantis son fuertes, frías, despiadadas y por sobre todo, jamás se enamoran. Así es como debe ser una mantis, en especial un mantis Lord. Solo la perdición le espera a aquellos que osan romper las reglas, esto Orquídea lo sabe muy bien, por eso o...