2. 𝐶𝑎𝑗𝑎 𝑑𝑒 𝑐𝑖𝑔𝑎𝑟𝑟𝑖𝑙𝑙𝑜𝑠

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No se cual es mi mejor descripción para la montaña rusa que empecé a vivir a partir de esa noche. Empezando por el tacto de Valentín en mi piel.

Estaba afuera, bailando con Bianca, que después de dos vasitos de vodka me parecía la mejor persona del mundo. Bianca no sólo era linda, si no que tenía un cuerpazo que te morías de envidia y una piel divina, parecía una muñequita de porcelana pero más linda, su pelo negro y largo se movía para todos lados con cada movimiento que hacía, y tenía un brillo hermoso en los ojos que no había forma de sacárselo.

"Despreocupate." Me habló fuerte en el oído por el ruido de la música mientras pegaba su cuerpo al mío. "No sos la mamá de nadie, viniste a pasarla bien."

En realidad no había ido para pasarla bien, ni siquiera estaba interesada en estar ahí, pero con Agustina habiéndose ido y siendo ella mi único transporte de vuelta a casa la verdad es que no tenía otra opción que quedarme y esperarla un rato más. Un rato que se hizo eterno, en el que me habré bajado cuatro vasos de alcohol y bailando como no bailaba hace mucho.

Me empecé a sentir mareada después de un rato, me fije la hora en mi celular y marcaban las cinco de la mañana. Suspiré fuerte e intenté caminar hasta adentro para poder lavarme la cara en el baño, pero cada paso que daba se hacía más pesado y me mareaba un poco más, así que me quedé ahí parada como una boluda, intentando buscar a alguien que me ayude por lo menos en traer un vaso de agua. Por suerte Bianca me ve y se acerca, veo que se da cuenta de mi estado sin que yo tenga que decir una palabra, pasó uno de sus brazos por mi cintura y me arrastró hasta llegar al living. Y otra vez estaba sentada en el sillón, que hasta el día de hoy me da escalofríos por la espalda cada vez que me acuerdo que ahí fue la primera vez que lo ví.

"Esperame acá." Bianca me ayuda a acomodarme en el sillón para no marearme más y camina rápido hasta la cocina, en menos de veinte segundos la veo volver con un vaso de agua y me lo da mientras se sienta al lado mío. "Tomá un poco, no estás tan mal porque no tomaste tanto."

"No estoy muy acostumbrada." Le digo mientras tomo un sorbo de agua y me acaricio la frente con la otra mano por el malestar que tenía. "No salgo hace bastante, le perdí un poco el hilo a ponerme en pedo."

Ella me dió una sonrisa chiquita y me acariciaba la espalda. Yo me sentía un poco apenada de estar en una situación así. Si bien había dicho que yo no estaba tan mal, que alguien que no conocía me tenga que ayudar a reconfortarme porque me había pasado un poco con el alcohol me daba vergüenza. Antes de que pueda tomar otro sorbo del vaso veo la pantalla de mi celular prenderse por una notificación de un mensaje, rápidamente Agustina viene a mi cabeza, así que me estiré un poco para agarrarlo de la mesita y lo desbloqueé para abrir la notificación.

Agustina 5:23 a.m.

Está todo bien jaja
Perdoname
Me encontré un chongo lindo y me lo traje a casa
Te puedo ir a buscar si querés y te llevo a tu casa
No hay drama👍🏻

No le contesté.

Automáticamente sentí como si el pedo que tenía encima hubiese desaparecido de la nada. Me tiré para atrás en el sillón y suspiré con molestia, siempre la misma historia.

"¿Pasó algo?" Me preguntó Bianca sin sacarme la mirada de encima, me pasó el cigarrillo que tenía entre los dedos y yo lo agarré como si fuese mi último día con los pies en la tierra.

"No." Mentí. "Está todo bien..." Me levanté del sillón apoyando el vaso de agua en la mesita y me rasqué la cabeza con cansancio. "Me voy a ir yendo, tengo que preparar algunas cosas de la facultad temprano." Le dí una calada al cigarrillo y se lo pasé, pero ella negó con la cabeza y me hizo una seña para que me lo quede.

Cartón • 𝒘𝒐𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora