23. 𝐸𝑙 𝑑𝑒𝑠𝑡𝑎𝑝𝑒

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Tres días para navidad.

La gente caminaba de un lado al otro con las manos llenas de bolsas. Las calles estaban decoradas con luces de colores y adornos brillantes. En los parlantes de los locales sonaba música de la época que de supone debería ser la más esperada y feliz del año.

Galerías Pacífico. El gigantesco árbol navideño embellecía el centro del lugar justo a un lado de la fuente, papá le sacaba una foto a mi mamá junto con Julieta y su pequeñísima panza de tres meses. A mi lado, Valentín cruzaba palabras con mi hermano como si estuvieran cuchicheando algún secreto que nadie podía escuchar.

Valentín y mi familia.

Eso era lo que hacía que mi emoción por las fiestas fuera cada vez más diminuta.

Mamá había tenido la idea de salir todos juntos de compras para los regalos y cosas que nos faltaran para festejar. Además le gustaba mucho caminar por Florida todos los años porque según ella las decoraciones eran distintas, y no existe cosa que le guste más que los adornos de navidad. Por supuesto 'todos juntos' implicaba a las parejas, aunque podría haber dicho que mi novio simplemente no podía asistir por algún asunto, pero mamá era demasiado inteligente como para darse cuenta al instante de que tal asunto era inexistente.

"¡Quiero ver ropa de bebé!" Exclamó casi exaltada, haciendo que papá ruede los ojos entrelazando sus dedos con los de ella.

"No se sabe el sexo todavía, Diana."

"¿Tengo que saber el sexo para comprarle ropa?"

Todos se rieron, incluso yo, aunque mi cabeza estuviera perdida en observar a Valentín y todos sus movimientos angelicales con toda mi familia.

Como un reverendo hijo de puta.

"Sacate una foto con tu novio." Me codeó Damián sonriente, rodeando los hombros de Valentín con su brazo y sacundiéndolo, causando que se riéra despacio.

La verdad no estaba segura de si él realmente quería estar ahí o si solo había aceptado por puro compromiso familiar, y si así era entonces lo disimulaba de la mejor manera, un perfecto actor en todo momento.

Él me miró al igual que los demás, con las cejas surcadas y los labios apretados esperando mi respuesta. Asentí sonriendo de la misma forma que todos, tomando su mano en la mía y arrastrándolo hasta el árbol, donde enredó su brazo derecho en mi cintura y su otra mano la guardó en el bolsillo de su bermuda de cargo.

"Mirala a Julia como se hace la vergonzosa." Damián llamó la atención de nuevo cuando yo no me moví. "¿Desde cuándo no te gustan las fotos?" Rió para después quejarse por el pellizco de Julieta en su brazo.

Valentín se rió despacio, metiendo sus dedos por debajo de mi remera y apretando un poco, lo que tomé como una señal de no demostrar que las cosas entre nosotros iban peor que nunca, así que me reí yo también y abracé su cuerpo con los dos brazos, sintiendo como apoyaba su cabeza en la mía antes de que los dos sonriéramos para que papá nos sacara la foto.

Tenía fotos con él, demasiadas y de todo tipo, pero nunca me había sentido tan tensa como ese día. Era complicado estar fingiendo que éramos una pareja normal, porque ambos sabíamos que hacía semanas que habíamos dejado de estar bien, todo se había venido abajo, y para ser sincera no creía que era algo que pudiera arreglarse.

No había nada que hacer para sanar lo que pasó, y sin embargo aún me mantenía en su limbo desquiciado.

"¡Un beso ahora!" Aplaudió mamá, que se encontraba demasiado feliz debido a la época.

Y también obedecí.

Giré su cara con mi mano y pegué mis labios a los suyos. El calor del verano se juntó con su boca caliente, su respiración chocando contra mi cara era incluso más caliente.

Cartón • 𝒘𝒐𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora