"Te estuvo mirando toda la noche."
Bianca, Abril y yo estábamos en el balcón del living fumando un porro, y Bianca no podía parar de decirme que Valentín se me estaba tirando encima, y Abril le daba la razón. Yo también me había dado cuenta, pero prefería que no pasara nada esa noche y menos con tanta gente alrededor nuestro.
"Yo que vos le entro." Me aconsejó Abril, totalmente despreocupada. "Con lo lindo que es Julia, no cuelgues."
"Sí, además te está requete buscando, la otra noche te siguió para llevarte hasta tu casa nada más, y después se tomó el tiempo de encontrarte y hablarte." Bianca me miraba con ojos amenazantes pero tranquilos, tratando de empujarme un poco a que me anime a dar algún paso con él. "Valentín es bastante frío, le tenés que gustar enserio para que sea él el que esté atrás tuyo. No te digo que le entregues el culo ahora, pero a vos también te llama la atención él, así que no sé que te hacés la boluda."
Valentín y todos los demás estaban hablando y riéndose de algo en el living, de vez en cuando lo veía mirándome, pero sacaba la mirada apenas se daba cuenta de que yo también lo estaba mirando. Me costaba entender por qué las chicas me recalcaban todo el tiempo que era frío, no parecía, cualquiera que lo hubiese visto en aquel entonces, riéndose a carcajadas y haciendo chistes con la gente que parecía apreciar no hubiese dicho que era alguien frío, yo más bien creía que era bastante cerrado.
"Uy se me terminó." Abril puso la colilla en la baranda del balcón y abrió el ventanal para pasar al departamento, pero antes de dar un paso se dio vuelta y me miró. "Chapatelo." Agarró a Bianca del brazo y salieron las dos juntas mirándose con complicidad.
Salí atrás de ellas un poco desconfiada de la forma en que se miraban y también me miraban a mí, era divertido que teniendo más de veinte años todavía estuviésen jugando a tratar de enganchar a un amigo con otro, y parecía que de alguna forma trataba de hacérsela difícil, pero la verdad es que nunca me interesó que me tuviesen que rogar, para mi era una pérdida de tiempo y si tenes ganas no tiene sentido.
Pero dudaba de Valentín, no negaba para nada que tenía un atractivo muy grande, y que ganas también le tenía, pero dudaba de él y su forma de tratar de hacerme saber que quería algo, aunque ni siquiera sabía que era lo que quería.
"Buaa, malísimas las tres." Habló Diego, uno de los amigos de Valentín. "Lo tenían escondido y no convidaron, mal ahí."
"Hubieras venido." Le contestó Abril, sentándose al lado de Bianca y dejándome a mí parada al lado de donde estaba Valentín.
Él me miró, otra vez, pero ahora me miraba serio y con una ceja levantada, como si se estuviese preguntando algo sobre mí.
"¿Che por qué no jugamos a algo?" Dijo Agustina, todos la miramos queriendo saber qué es lo que quería hacer, pero entonces vi la mirada que les da a Bianca y Abril, y me doy cuenta de lo que pretendían las tres.
Se habían aliado en mi contra.
"Me copa." Habló Tadeo. "¿Que querés hacer?"
Agustina me miró tratando de disimular una sonrisa y después lo miró a él.
"¿Estamos muy grandes para la botellita?"
Todos la miraron sorprendidos por lo que estaba diciendo. Yo la miré con la cara totalmente roja. Sabía a dónde quería llegar, y lo que más bronca me daba era que Abril y Bianca habían hablado con ella y yo no sabía cuándo lo hicieron.
"Tenemos todos más de veinte años, Agus." Dije, tratando de que se diera cuenta de mi tono, y de que lo que estaba haciendo me parecía una chiquilinada.
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Cartón • 𝒘𝒐𝒔
Roman pour AdolescentsUna noche lo vi. Estaba ahí parado, tranquilo, con un porro entre los labios como acostumbraba. Y me miró. Esa mirada fría que no sabés lo que quiere decirte pero de todas formas te hace estremecer igual. Eso es lo que él me hacía sentir cada segun...