03 ~ Mascota

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-A ver, niñato, creo que aún no lo captas- le dijo el vampiro, sin soltar su cuero cabelludo –con solo mi dedo meñique puedo hacerte rogarme piedad, no te hagas el valiente conmigo bombón, puedes salir perjudicado- y le soltó, dándole un ligero empujo que llevo el trasero del más indefenso al suelo, quien soltó un sonoro quejido ante aquello, su cuerpo aún no estaba recuperado de todas las palizas de su amo anterior. Si, el aún le seguía llamando Amo, a aquel que le doblego en cuanto se conocieron.

-No me harás nada que no conozca ya- le dijo desde el suelo, luego alzo la vista, conectando sus ojos con aquel vampiro, cosa que su anterior amo le tenía estrictamente prohibida, y que posiblemente a aquel ser también le enojaría –Y no me harás nada que ya no haya soportado- la seguridad estaba impresa en sus palabras, pero su cuerpo temblaba, y su olor delataba u verdadero estado anímico; estaba aterrado.

-Eres valiente, te lo concedo- el vampiro se plantó ante él, mirándole con superioridad –levántate humano, quizás posamos empezar de nuevo- una sonrisa sádica adorno sus labios, si no se levantaba Robert planeaba levantarlo a puras patadas. Y cuando vio que el pequeño humano permanecía estoicamente sentado, más que nada por miedo, dio un paso hacia él y le pateo la pierna, escuchando su fuerte grito de dolor, luego pateo su espalda, dejándolo de lado, luego puso su pie debajo de la cintura del humano y le puso verticalmente, finalmente una patada a su costado que consiguió estamparlo contra la pared, de frente a aquel vampiro que volvía a acercarse sin buenas intenciones a un maltratado cuerpo perteneciente a un desafortunado adolescente.

-Desde ahora yo seré tu Amo, solo me llamarás así, no me vas a desobedecer, ni me alzaras la voz, tampoco me miraras a los ojos y permanecerás callado a menos que yo te dé permiso de hablar, y tú no me puedes pedir aquel permiso, ¿ha quedado claro? Maldito humano- le dijo con desdén y diversión al mismo tiempo, olía el miedo del muchacho, y al mismo tiempo su deseo de matarle.

-Olvídalo, pedazo de imbécil- estaba apoyado en la pared de la cueva, sujetando su brazo y el costado de su cuerpo –no te obedeceré, nunca- dijo mirándolo a los ojos.

-Dios mío muchacho, solo debías asentir con la cabeza- dijo como si sintiese lastima del futuro del muchacho, como si lo que le iba a hacer le apenase, aunque sea un poco. Nada más lejos de la realidad, y aquella sonrisa fue el detonante, el adolescente se habría tragado sus palabras, habría asentido tardíamente, habría pedido perdón y habría rogado por él y por su vida, pues esa escalofriante y sádica sonrisa junto a esos ojos solo mostraban un infierno que él aun no conocía, que no deseaba conocer, y del que seguro no saldría con vida.

Le golpeo la cara con el dorso de su mano, llevándolo al suelo y provocando que su rostro chocara con este, su nariz sangrando recién comenzando un castigo, el primer castigo que Robert le daría a su nueva mascota, solo debía intentar no matarlo. Se acercó a él y alzo el pie, lo poso cuidadosamente sobre el tobillo del otro.

-Tienes tres segundos para aceptar ser mi mascota, uno- comenzó a contar mientras ejercía una minuciosa presión sobre su tobillo –dos- esta vez la presión era dolorosa, y el muchacho aún estaba demasiado aturdido por el golpe en su cabeza, solo escucho la orden, pero no la asimilo, no midió el peligro, veía borroso, pero volvió a la realidad con un grito ensordecedor y un dolor descomunal, el muy malnacido había aplastado su tobillo, y parte de su empeine, con un ruido crujiente que le abrió el apetito al vampiro.

El humano no podía hacer más que gritar del dolor y llorar por la misma causa, ya le habían roto los huesos antes, muchas veces, pero el dolor era real, no disminuía, solo aparecía y desaparecía acorde al antojo del verdugo que lo declare como suyo, como objeto de su diversión.

El dolor se dispersaba por todas las terminaciones nerviosas de su cuerpo, pero no era menos intenso. Entre llantos y quejidos esta vez sí escucho al vampiro.

-Tienes cuatro miembros muchacho, y dos articulaciones en cada uno- poso su pie sobre el otro tobillo del adolescente, y ejercido presión al ver que el ser más indefenso planeaba escaparse de su castigo. -Así que dilo- hizo más presión, torturándolo y disfrutando de su bella agonía -Llámame Amo y ruégame que pare, ruega para que me apiade un poco de ti- le dijo con burla, aplastando su tobillo a paso lento.

Pero no espero una mirada de odio, ni que el muchacho tomase un palo de la fogata y le encestara un golpe con él en todo lo que se llama cara, le arranco unos pedazos de piel, dejándola colgando.

Los vampiros no poseían una piel impermeable, era tan delicada como la de los humanos, pero ellos tenían a su favor una fuerza extraordinaria que evitaba que un humano le hiciera daño, y poseían gran velocidad, aunque todo aquello era secundario, esta especie es inmortal, se regeneraban con gran facilidad, a menos que se les apuñara el corazón, esa era su única debilidad.

El pobre humano se arrepintió apenas sintió que el palo rozaba la mejilla de aquel ser, temió las consecuencias de su ataque de desesperación, temió por su vida y por todo lo que aquel ser lleno de furia podría hacerle.

-Tienes tres segundos para remediar lo que has hecho- le dijo el vampiro con una voz serena, mientras su rostro se regeneraba, sus colmillos afloraban y sus ojos rojos ardían en llamas de ira, dirigida a un cuerpo tembloroso y vulnerable a todo lo que deseaba hacer con el.

"Uno"

Lo escucho y el humano intento levantarse, apoyándose de la pared de la cueva, pero su pie estaba destruido.

"Dos"

Comenzó gatear, intentando alejarse de aquel ser que a paso lento se acercaba, arrinconándolo, y sintiendo que le faltaba el aire, que se le iba la vida.

"Tres"

Fue apenas un susurro, tanto el número como lo que dijo el pobre niño "P-Perdón Amo" fue todo lo que pudo decir mientras cubría su cabeza y descendía lentamente por la pared llorando de terror e hipeando por la falta de aire, sentía todo el daño que podía hacerle aquella bestia, lo sentía, y eso le aterraba, su cuerpo había reaccionado por instinto, susurrando aquella palabra como un rito, como un conjuro de protección y de súplica a la compasión.




Holossss yo de nuevo ♡

Si, estoy aprovechando que las clases están indefinidas temporalmente para escribir y ser feliz xd (En Chile ta la Pura cagaaaa~~~ #ChileDesperto, #RenunciaPiñera, y mil # más xd)

Espero que les haya gustado el cap, y que sepan que esta ha sido solo una advertencia de Robert 9n9 se vienen cosas peores 9n9

Tao tao ♡

Haku-Tan
23 de Octubre, 2019

El Infierno que no Conociste [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora