Día 6: Ego

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Ship: Nygmobblepot

Temporada: Tercera (03x20)

Palabras: 609

💀💀💀

El extraño aroma del invernadero inundaba sus fosas nasales, había estado persiguiéndolo todo el día pero no importaba, al fin lo tenía acorralado ante él. Solo, excepto por la pelirroja. Ningún monstruo de Strange a la vista. Patético.

Oswald sólo había retrasado lo inevitable; Edward se negó a dispararle en la casa de seguridad, apaciguando a Butch para contener sus impulsos homicidas porque matarlo no era suficiente. Él necesitaba mucho más.

Incluso en este momento, verlo afrontándolo con toda dignidad, le evocaba una sonrisa sin igual. Se obligó a odiar al hombre que lo aceptó tal cual era. No lo admitiría ahora y tal vez nunca pensaría hacerlo pero precisaba su validación. Quizá por ello no podía jalar el gatillo.

Los meses que pasó a su lado, recibiendo toda clase de elogios por parte del líder criminal habían fungido como refuerzo positivo a lo largo de su convivencia. Edward ya había intentado encajar más de una vez: con sus compañeros en el DPGC, con Isabella, ahora lo hacía con las Sirenas y el resto de Gotham.

Estaba ávido de afecto y aceptación, buscando en el exterior lo que no encontraba en su interior. En cada uno de los grupos fracasó pero con Oswald fue diferente, con él se entendió. Fue su maestro y lo superó. Podía alardear ante su cara.

—...no fue un gran reto, Oswald. Ahora quiero que hagas algo antes de tu fin: ¡Llámame, el Acertijo!

—No.

Esto iba más allá de la dependencia emocional. Edward resintió la negación de la figura que más le importaba. Sí, Oswald fue su guía, lo descubrió cuando creyó matarlo. Ya no estaba vengando a Isabella, ahora quería ser reconocido como un igual, un enemigo a su altura, ¡y se lo estaba negando!

"¡decir ese ridículo nombre, sería una tortura en sí!"

La escasa tolerancia a la frustración lo orilló a tomarlo de la ropa, violentando con la cercanía de sus rostros, disfrazando el gesto íntimo con la amenaza a punta de pistola, acariciando su mandíbula como si deseara que el metal fuera una extensión de sus dedos. Prometiendo una muerte lenta y dolorosa para que no se prestara a malinterpretaciones.

Porque al ser un adicto del reconocimiento, con apego inseguro por el Pingüino, la opción más viable era asesinarlo. Nada podía detenerlo, ni siquiera Barbara, cuya interrupción pasó de largo. Para Edward no había nada más fascinante que la contemplación de su enemigo.

—¡Sólo llámame Acertijo! Eso lo haría más fácil para ti. ¿O tu enorme ego no te permite reconocer que soy una amenaza?

—¿Ego, Ed? ¿Quieres hablarme del ego cuando estas desesperado porque yo te lo acaricie?

—¡No! yo no estoy buscando caricias... yo...

—Oh, seguro, Ed. Jala el gatillo y termina con esto de una vez.— le desafió, acercándose hasta que sus narices se tocaron.

—Esto ya se puso raro— murmuró Butch. Tabitha volteó los ojos y Barbara perdió los estribos.

—¡Nygma, si no le disparas ahora mismo, yo lo haré!— amenazó la rubia sacando su arma.

—¡Te dije que soy el Acertijo!

Antes de que alguien pudiera parpadear, tres disparos resonaron en los oídos de Oswald. Ivy gritó y los cuerpos yacían en el piso, con la sorpresa inmortalizada en sus mortuorias caras.

Un fuerte tirón en su corbata lo hizo encontrar la cara del castaño. —Ahora, ¿harás lo que te digo?

—¿O qué?— retó notando que Edward ya no tenía ningún arma en sus manos.

—O la única parte de mí que te quiere con vida,no podrá continuar esto— respondió antes de besarlo desesperado por revelarse que lo que quería hacer pasar como un deseo de autorrealización, era en realidad, un sentimiento más complejo.

GOTHAM EN FICTOBERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora