Día 16: Bufanda

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Ship: Nygmobblepot

Temporada: Cuarta (04x18)

Palabras: 516

💀💀💀

Después de ayudar a Oswald a escapar de Arkham, Edward trataba de concentrarse en ser el elemento que Lee buscaba.

Confundido en sus sentimientos, había días en los que no reconocía donde terminaba Ed y empezaba el Acertijo. Necesitaba hacer algo al respecto y esperaba que Oswald fuera su ancla con el mundo real.

Lo estuvo visitando, le extrañó verlo trabajar con Grundy pero le restó importancia. Las reuniones continuaron y a pesar de que no aceptaba que la Doctora Thompkins lo estaba manipulando, la relación con Oswald se armonizó, estaban muy cerca de ser amigos otra vez. Pronto se dio cuenta de lo mucho que se preocupaba por él.

Esa tarde, encontró a Oswald portando una bufanda morada. Poco habitual en él. Ya que el clima no se prestaba para el uso y la tela de la misma, no quedaba con el resto del atuendo.

—¿Qué ocurre Ed?

—Nada, sólo me preguntaba por qué traes eso.

—Oh, no te tomé por alguien interesado en el estilo, Ed.

—Es, bueno, no es normal.

—Ed, hablemos de algo importante, ¿Cuándo robaran los siguientes bancos? ¿Ed?

—Lo siento, no puedo concentrarme, debe haber una razón para que tengas eso.

—¡Pues no la hay! Simplemente quise usarla hoy, ¿satisfecho?

—Supongo que sí.— murmuró caminando cerca de él.

—Bien. Ahora, volviendo al tema ¡¿Qué haces?!

Edward triunfante, jaloneó de la tela, casi consiguiendo retirarla a su escandalizado compañero —¡Ajá! ¡Sabía que me ocultabas algo...!— celebró hasta que notó las marcas de magulladuras en su garganta —¿Qué...? ¡¿Pero quién te hizo esto?!

Ante el indignado tono de Edward, el Pingüino dio un fuerte respingo —Tranquilízate Ed, no fue nada grave.

—Déjame ver— pidió acercándose, Oswald a regañadientes lo permitió. Apreciando con ello, las marcas de los dedos que envolvieron el cuello.—¿Fue Grundy?— cuestionó dudoso pues las manos de Grundy eran mucho más grandes, el tamaño no correspondía.

—No, Ed. No fue nada, algo se salió de control. Estoy bien.

—Oswald, si alguien te está haciendo daño, cuenta conmigo, podemos vengarte.

—Créeme Ed, no es necesario— admitió apenado.

Desconcertado por la actitud de su amigo, lo siguió mirando, consiguiendo que se cohibiera más —Oswald, ¿qué me estas ocultando? Creí que confiabas en mí. ¿Fue Zsasz?

El Pingüino rechinó lo dientes—No, confió en ti pero...

—¡Entonces dime de una maldita vez!

—¡Fuiste tú!

—¿Co-cómo dices?

—Bueno, no tú, exactamente, tu alter ego.

—Pe-pero yo creí que era él.

El Pingüino con mirada culpable, negó con la cabeza —No, Ed. Cuando te preocupas por Lee, eres Ed. Sé distinguir cuando eres el otro.

—¿Cómo lo sabes? ¡A él también le gusta Lee! Eso hace... ¿o no?— presionó ante el silencio de su amigo.

—No.

—Pero él no te odia— agregó desconcertado por las marcas— en realidad, yo tampoco.

—Oh, lo sé... Ed, pero no sé cómo decirte que no es lo que crees.

Edward, más confundido que nunca, inconscientemente buscó su reflejo, encontrándolo en una de las ventanas, atónito contempló cómo le guiñaba un ojo —Te dije que conmigo, siempre conseguiríamos lo que querías y nos hacía falta un poco de diversión.  

GOTHAM EN FICTOBERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora