GOTHAM EN FICTOBER

Día 17: Tatuaje

Ship: Nygmobblepot

Temporada: ¿Sexta, séptima o...novena? En un maldito futuro no muy lejano. :'v

Palabras: 609

💀💀💀

Jeremiah reía escandalosamente, golpeando la mesa de Póker, atrayendo la atención de todos su invitados —¡...entonces, lo miré directo a los ojos! Jajaja ¡Le dije que no tenía las agallas para dejarme caer! ¡Y aquí estamos!...¡Ay! ¡Él es tan divertido!— concluyó limpiándose una lagrima de alegría.

—Sabemos que te emociona enfrentar al hombre, vamos, quiero terminar el juego— comentó Clayface.

—Aguafiestas... si no fuera por mí, nadie se divertiría en estas reuniones.

—Todos los jueves, es lo mismo. Nos cuentas extasiado lo que hiciste con el murciélago.

—Estoy de acuerdo, señor Crane. Creo que iría mejor una fiesta de té.

—Cállate Jervis, eso sí es aburrido— opinó Ivy.

Oswald y Edward se limitaron a intercambiar miradas de fastidio, soportaban los juegos de póker porque eran una manera fácil de obtener ganancias sin exponerse a las golpizas de Batman.

—Está bien, cambiemos de tema... ¿Han notado que todos los chicos malos, usamos guantes?

Todos miraron sus manos enfundadas en colorido cuero, excepto Calyface. —Yo no.

—Tú eres más masa que un hombre real— se burló Jeremiah— me refiero a los verdaderos humanos. —¿Por qué usarlos?

En efecto, el resto de los presentes portaban guantes de piel, incluso Ivy. —Estos veían con el vestido ¿Tú por qué los usas?— interrogó la pelirroja.

—ah, ah, ah. Yo hice la pregunta. Ustedes respondan.

—Por utilidad, en ellos está mi dispersor de gas.

—Oh, qué práctico, señor Crane. Para mí, son muestra de lujo, un símbolo de caballeros del siglo VII.

—En realidad, es del siglo IV, considerado también un distintivo de casta— corrigió Ed.

Jeremiah rio—Su turno, señor Acertijo, tanto usted como el Pingüino son los únicos que no he visto sin guantes... nunca.

—Es simple, además de la elegancia, me protegen del frío— respondió el Pingüino con ligero encogimiento de hombros.

—Ay, es cierto, olvidé que vive en un iceberg, jajajaja. Falta el señor adivinanzas.

—Es menos factible que me vinculen con un crimen, así no se dejan huellas dactilares.

—¿Y eso es todo?— dijo Jeremiah, incrédulo.—Ustedes podrían estar ocultando algo. Los hemos visto a través de los años y bien podrían tener un par de sortijas escondidas, debajo.

—¡Imposible!— intervino Tetch— he estrechado sus manos y ningún anillo he palpado.

—Es verdad— afirmó Ivy, tomando la mano izquierda de Ed— mira, el bulto de una joya se vería, o sentiría.

Oswald y Edward se miraron con irritación —Por favor, ¿desde cuando creen que tengo tan mal gusto?— preguntó ajustando su monóculo.

Edward volteó los ojos —Dos palabras, Jim Gordon.

—Eso nunca pasó— debatió.

—Como si pudieras amar a alguien además de ti— se burló Ed. El Pingüino rebuscó entre su saco, obteniendo una navaja.

Jeremiah reía extasiado, pero Crane interrumpió la escena. —No me hagan usar esto— señaló su dispersor de gas—terminemos este juego.

Sin contar las risitas de Jeremiah, el resto volvió a la calma. El juego terminó y cada uno se fue a su guarida, quedando Edward y Oswald en la sala. —Eres brillante, Ed. Me sorprende que adelantaras este escenario.

Edward, sonriente se acercó, tomando su mano para retirar el guante izquierdo. —Los anillos son ostentosos, cualquiera los habría notado. Pero no podíamos perder el símbolo de nuestra unión.

—Parecía algo corriente, debo admitirlo— sonrió el Pingüino, imitando la acción de Ed para luego depositar un beso en el dedo anular de su mano izquierda, donde tenía un pequeño tatuaje con forma de sombrilla —pero funcionó.

Edward acercó la mano de Oswald, besando el tatuaje también, salvo que este, en lugar de sombrilla tenía un signo de interrogación. —Querido, nada que portes tú, luce corriente... y es perfecto, así te llevo conmigo en la piel.