Día 23: Acmé

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Ship: Nygmobblepot

Temporada: Ninguna. Es después de la aparición de Batman.

Palabras: 615

💀💀💀

El Acertijo trabajó por noches enteras buscando la perfección de su plan. La posibilidad de fallar no se podía presentar.

El rumor de su mayor hazaña, llegó a oídos de Jeremiah. Quien inquieto, no consiguió más detalles, salvo que Batman estaría de por medio. Consciente de que Nygma llevaba años tratando de averiguar la identidad detrás de la máscara, se preparó para cualquier eventualidad.

La gran noche llegó. Una serie de sitios fue saqueado en un interesante patrón. Pues un enorme signo de interrogación se trazaba con todas las patrullas e incendios, como huellas del crimen cometido.

Sólo faltaba el punto por colocar, y Jeremiah adivinó el lugar. Celoso, del empeño de Batman, correteando por toda la ciudad, arribó primero en el local.

El Iceberg Launge. Donde las luces, en lugar de azules como era costumbre, brillaban con color verde esmeralda, había un gran escenario montado desde afuera, con Edward Nygma, enfundado en un traje con lentejuelas, hablando desde un micrófono, como si fuera una superestrella.

—¡Damas y caballeros! ¡Hoy serán testigos de un gran suceso!— se pavoneaba, dirigiéndose a la entrada del enorme salón. —Están viendo mi clímax, ¡mi acmé!... para quien no sepa, es decir, el punto más alto de la existencia, ¡aquel en el que un artista lleva su arte a la máxima perfección!

La gente escandalizada, no dejaba pasar a Jeremiah, encerrados todos estaban, pues el Acertijo había bloqueado las principales calles, dejándolas cerradas.

—Sé que se preguntaran por qué hago esto, y la respuesta es que ya no puedo callar este gran secreto...

Angustiado, Jeremiah, dispersó su gas de la risa, y en cuestión de segundos, todos los que le rodeaban flaquearon sin prisa.

Nygma, apenas consciente de lo que hacía, no vio que Jeremiah subía.

El payaso del crimen no permitiría que arruinara la diversión contándole a todos que Bruce Wayne enloqueció.

Sin dar oportunidad a que continuara, lo embistió y en el suelo, golpes le concedió.

—¡¿Creíste que te dejaría quitarme a mi compañero de juegos?!

—¡Maldito payaso! ¿qué estás haciendo? ¡Además de arruinar mi gran acto!

—¡Nygma, ese secreto no será dicho! ¡Nadie sabrá quién se esconde bajo la máscara de Batsy! Así tenga que matarte para dejar tu boca sellada.

El Acertijo forcejeaba, tratando de librarse —¿Qué? ¡Esto no se trata de Batman!

Las palabras desconcertaron a Jeremiah, confundido no vio el paraguas que se acercaba, golpeándolo justo en la cara.

El Pingüino se unió a la escena, defendiendo a su amigo, blandió la sombrilla igual que una espada. Trabajando juntos, amarraron a Jeremiah, quien reía sin entender nada.

El resto de la gente gritaba, esperando que pronto no llegara otra amenaza.

Edward, molesto, pateó una y otra vez a Jeremiah—¡arruinaste!...¡los planes!...¡que tenía!...¡para impresionar!

El Pingüino colocó una mano en su hombro—Ed, ¿qué ocurre? ¿qué significa todo esto? ¿de qué secreto hablas?

Con una última patada a Jeremiah, se animó a contar—No sé nada de la identidad de Batman, lo he traído siguiéndome por toda la ciudad sólo porque lo quería como otro testigo más.

El Pingüino siguió mirándolo sin entender. Edward caminaba de un lado a otro, pensando lo mucho que tendría que trabajar para recrear la escena perfecta.

—Ed, sólo dilo.

Sostuvo el micrófono y suspiró —Sin lazos, sostendré tus anhelos. Otra promesa no parecerá más eterna y aunque interfiera la única certeza de la vida, en palabra y en papel quedaré inmortalizado alguna vez ¿Qué puedo ser?

El Pingüino dejó caer su paraguas de la mano, claramente impactado, observando que Edward rebuscaba dentro de su saco. —Ed...

Matrimonio, Oswald. Todo esto se trataba de una propues...

Ed no alcanzó a terminar ya que unos conocidos labios, lo silenciaron sin cesar.   

GOTHAM EN FICTOBERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora